España dejó de ser una "democracia plena" y se convirtió en una "democracia con defectos" en el año 2021, según el último Índice de Calidad Democrática que elabora anualmente la revista The Economist.
"La caída de España se debe principalmente a una peor valoración de la independencia judicial", advierte el informe publicado por The Economist.
La publicación especifica que esto se debe "a las divisiones políticas sobre el nombramiento de nuevos jueces del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ)".
El mandato CPGJ, el órgano de Gobierno del Poder Judicial, compuesto por 20 vocales, lleva caducado más de tres años. Sin embargo, las Cortes Generales no lograron alcanzar un acuerdo para renovar su composición, algo para lo que se necesita el voto de tres quintas partes del Congreso y el Senado.
En estos momentos el CGPJ cuenta con mayoría de vocales conservadores, ya que la mayor parte de sus integrantes fueron nombrados en 2013, cuando gobernaba el Partido Popular, con Mariano Rajoy al frente del Gobierno.
Nueve años más tarde, la mayoría conservadora del CGPJ se sigue imponiendo a la hora de nombrar nuevos jueces en órganos tan importantes como el Tribunal Supremo, pese a que el Parlamento cuenta desde hace años con una mayoría progresista.
En repetidas ocasiones, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acusó al Partido Popular de llevar a cabo un "secuestro de la Constitución" para boicotear al Ejecutivo y mantener la mayoría conservadora en el CGPJ.
Por su parte, el Partido Popular acusa a Sánchez y a sus socios de Unidas Podemos de querer controlar la justicia, ante lo que propone una reforma para que sean los propios jueces y no los políticos quienes elijan a la cúpula judicial, algo que nunca propuso cuando tenía mayoría en las Cortes.
España aparece en el puesto 24 de la clasificación de The Economist, que evalúa a un total de 167 países. En concreto, la calidad democrática de España recibe una puntuación de 7.94 puntos sobre diez, lo que supone un leve descenso frente a los 8,12 que consiguió en 2020.
El índice se divide en cuatro categorías: democracias plenas, con defectos, híbridas y regímenes autoritarios. Aunque es solo por décimas, el leve retroceso en la puntuación de España es suficiente para que deje de ser calificada como una democracia plena en el ranking.
Con información de Sputnik