El líder de la República Popular de Donetsk (RPD) , Denís Pushilin, al comentar la rendición de los militares ucranianos dijo que se "entregan a centenares".
"Por ahora se entregan a centenares, no miles, y me refiero a las repúblicas de Donetsk y Lugansk", destacó en declaraciones al canal de YouTube Soloviov live.
Pushilin relató que los prisioneros ucranianos tienen comida y reciben asistencia médica.
"Tenemos la tarea de devolverlos a sus casas en cuanto terminen las hostilidades y después de que se comprometan por escrito a no pelear contra las repúblicas de Donetsk y Lugansk y la Federación de Rusia… Todos tienen comida y recibirán asistencia médica hasta que terminen los combates", aseguró el líder de Donetsk.
Pushilin también habló de la movilización en la RPD y dijo que continúa porque no se emitió disposición alguna al respecto.
El lunes Pushilin anunció que la movilización general en la RPD se suspende, pero más tarde declaró que continuará hasta que haya suficiente número de reservistas.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, anunció en la madrugada del 24 de febrero el lanzamiento de una "operación militar especial" en Ucrania, alegando que las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, ya reconocidas por Rusia como Estados soberanos, solicitaron ayuda frente a la agresión por parte de Kiev.
Según el Ministerio de Defensa ruso, los ataques militares no están dirigidos contra instalaciones civiles, sino que buscan inutilizar la infraestructura bélica ucraniana.
Hasta la mañana del 27 de febrero quedaron inutilizados más de 1.100 objetivos de infraestructura, incluidos aeródromos y radares. Se tomaron bajo control los territorios en torno a la planta nuclear de Chernóbil (fuera de servicio) y de Zaporozhie (activa). Además, fue desbloqueado el Canal de Crimea del Norte y se trabaja para reanudar el suministro de agua a la península.
Las operaciones de ofensiva se desarrollan en varias direcciones. Kiev ha quedado bloqueado desde el oeste. Se estableció el control sobre todo el espacio aéreo de Ucrania.
Según datos del Ministerio de Defensa de Rusia, entre las tropas rusas hay muertos y heridos, pero las bajas entre las unidades militares ucranianas y los nacionalistas son mucho mayores. A los ucranianos que entreguen voluntariamente las armas se les garantiza la seguridad y el regreso a sus hogares.
En tanto, algunas unidades ucranianas instalan sistemas de lanzacohetes múltiples en barrios residenciales de Kiev y otras ciudades. El presidente Vladímir Putin lo llamó la "táctica de los terroristas".
Con información de Sputnik