El presidente de Rusia, Vladímir Putin, aseguró que su país defenderá sus valores frente a las ambiciones hegemónicas de ciertos Estados.
"Las pretensiones a la hegemonía mundial chocaron más de una vez en el pasado con la valentía y la resistencia de nuestro pueblo, Rusia siempre será Rusia, y también ahora defenderemos nuestros valores y nuestra Patria", dijo Putin en la ceremonia de la firma de los acuerdos de adhesión de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporizhzhia, que tiene lugar en el Gran Palacio del Kremlin.
En el evento histórico toman parte los líderes de Donetsk, Denís Pushilin; Lugansk, Leonid Pásechnik; Jersón, Vladímir Saldo; y Zaporizhzhia, Evgueni Balitski.
Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporizhzhia celebraron sendos referendos del 23 al 27 de septiembre para decidir su adhesión a Rusia. En una participación masiva de la población, el 'sí' ganó por mayoría absoluta en los cuatro territorios.
Putin condenó la guerra híbrida que Estados Unidos y la Unión Europea desataron contra Rusia.
"La codicia, la intención de mantener su poder ilimitado son las verdaderas razones de esa guerra híbrida que los países occidentales llevan a cabo contra nuestra patria", puntualizó.
Occidente, indicó, trata de prohibir la cultura rusa a la que considera una amenaza directa.
"Ellos consideran que nuestro pensamiento y filosofía es una amenaza directa. Por eso atentan contra nuestros filósofos. Consideran que nuestra cultura y nuestro arte representan una amenaza y por eso tratan de prohibirlo. Para ellos nuestro desarrollo y nuestra prosperidad también es una amenaza", remarcó.
Putin denunció que "las élites occidentales niegan no solo la soberanía de los otros países y el derecho internacional, su hegemonía tiene un marcado carácter de totalitarismo, despotismo y apartheid".
"Dividen al mundo en sus vasallos –los así llamados países civilizados– y el resto que, según los planes de los racistas occidentales de la actualidad, deben completar la lista de los bárbaros y los salvajes. Tienen listas sus etiquetas falsas de país paria, régimen autoritario. Etiquetan a pueblos y países enteros, y todo esto no es nuevo", señaló.
Las élites occidentales, agregó, fueron y siguen siendo colonialistas que discriminan y dividen a los pueblos en los de primera categoría y el resto.
"Rusia nunca toleró y nunca tolerará este tipo de nacionalismo político y racismo. Esa rusofobia que se expande hoy por el mundo no es más que racismo", apostilló.
Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporizhzhia esperan que con su incorporación a Rusia paren los mortíferos ataques ucranianos con las armas de Estados Unidos y otros países de la OTAN contra la población civil.
Sputnik, 30.09.2022
