Pese a representar a un gobierno, de Ucrania, que desde 2014 asesinó a más de 14 mil civiles, incluyendo niños, ancianos y mujeres en el Donbás, el presidente de ese país, Volodimir Zelensky obtuvo ayuda de la OEA para insmicuirse en dicha cita.
En el Mercosur fracasó. Los países integrantes de ese foro no le permitieron lanzar su perorata, pero extrañamente en la OEA, probablemente por maniobra de los Estados Unidos, ese sujeto, en lugar de explicar la matanza de civiles o el destino de los millones que capta con pretexto de la guerra, además del tráfico de armas desatado por ucranianos, que amenaza la paz de países europeos, se presentó como víctima.
Tomando por retrasados mentales a los representantes de América, Zelensky aludió a San Martín y a Bolívar: “¿De qué lado estarían en esta guerra, a quién apoyarían?”, dijo, comparándose con ellos, que nada tienen de genocidas, pues no sólo los ucraniaros mataron a civiles de origen ruso en la región del Donbás, que fue de Ucrania y ahora es territorio ruso, sino que han pertrado infinitos abusos, desde despojo de sus propiedades hasta un intento de borrar su identidad prohibiendo la cultura rusa.
Refiriéndose a San Martín y a Bolívar, dijo: “Creo que no apoyarían a alguien que se enfrenta a un país más pequeño como un típico colonizador, a alguien que constantemente miente y que no llama guerra a una guerra”. Pero no dice que Ucrania aplastó a una región más pequeña, el Donbás, por odio, empleando abusivamente la fuerza.
Agregó que no respaldarían a quien “lleva a gente a la pobreza a través de los precios y las crisis energéticas, ambas artificiales y que hace la guerra contra los civiles”. Lo que no dice es que son los Estados Unidos los que causan la pobreza en el mundo, porque son ellos los que han impuesto sanciones a Rusia, sabiendo que afectarían a los más pobres con el alza de los precios.
“Rusia envió este ejército a nuestro país para convertirnos en su colonia, como en la época de los imperios. Pero millones de ucranianos defienden su libertad y su país, y no permitirán a Rusia que regresen esos tiempos injustos. No tenemos dudas de que vamos a ganar la guerra, victorias diarias y docenas de ciudades liberadas lo prueban”, dijo el sujeto.
“Rusia gasta miles de millones de dólares en propaganda y en proyectos que crean ilusión, pero les pido que miren los hechos en Ucrania. Miren lo que sucede desde el punto de vista de todo lo que atravesó el gran continente americano, desde el punto de vista de la lucha por independencia de su gente, desde el punto de vista de los motivos por los que pelearon sus héroes nacionales”, dijo el mandatario.
Lo cual es absolutamente falso, porque la propaganda y la mentira está siendo promovida por los Estados Unidos y sus aliados europeos, que censuran las redes sociales y a la prensa si dicen la verdad sobre las fechorías de Ucrania.
Pidió a los países de la OEA votar a favor de Ucrania en la ONU y pidió “integridad” a los Estados que forman parte de la OEA para que “no permitan que sus economías sean usadas para financiar una guerra criminal”, cuando la verdad es que ya todos los países están financiando la guerra con el alza de precios, que beneficia a las grandes empresas de hidrocarburos de los Estados Unidos y otros países y a los fabricantes de armas de los EE. UU., que son cada día más ricos.
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