Rocío Ferrel
El papa Francisco está utilizando el catolicismo para entrometerse en la campaña presidencial de los Estados Unidos al considerar pecado el rechazo a los migrantes, debido a que es el expresidente y candidato Donald Trump quien propone medidas contra las migraciones.
«Además, la actualidad presenta dramas cada vez más graves que podrían evitarse, señaló Francisco: es un “pecado grave”, advirtió, rechazar sistemáticamente a los migrantes por cualquier medio.», dijo hace más de un mes.
No es la primera vez que Francisco se inmiscuye en las elecciones en contra de Trump, pues durante las elecciones de 2016 dijo de él que “no es cristiano”. “Una persona que solo piensa en la construcción de muros, dondequiera que se encuentren, y no la construcción de puentes, no es cristiano”, dijo Francisco. “Eso no está en el Evangelio”, dijo en febrero de 2016, año electoral en los EE. UU.
Los migrantes
La Biblia enseña a no tratar mal a los extranjeros, pero en esa época extranjeros fueron personas de bien, como José y sus hermanos o sea, personas promedio, Abraham, además de la Virgen María, San José y Jesús. Se trata de personas más o menos correctas o de excelencia, que migraron y fueron respetuosos con los locales siendo extranjeros.
Lo que tenemos en el siglo XXI en la migración es un monstruo de corrupción y violencia por dentro. Están las ONG mafiosas que hacen negocio colocando a migrantes en Europa sin importar que sean terroristas enemigos de la cultura occidental y del cristianismo, que han causado numerosos actos de terrorismo y hechos delincuenciales. Se ha visto que estas ONG incluso enseñan a los migrantes a mentir para que sus declaraciones se ajusten a las normas del país que los debe recibir para que logren ingresar.
En la Biblia en ninguna parte dice que se debe recibir en la casa o en el país personas que son o pueden ser enemigas. Al contrario, señala que hay que cuidarse de los enemigos y si es posible combatirlos. Los musulmanes llevan muchos enemigos de Europa y Occidente en sus migraciones y no se puede ser tonto ni pasivo ante esa realidad.
Igualmente, vemos que países como Venezuela han llenado a toda América de asesinos, rateros, prostitutas, extorsionadores, borrachos, violentos, proxenetas y toda una serie de indeseables que hace obligatorio a estos países tomar medidas debido a que llegaron a atacar.
En la Biblia se utiliza casa tanto para la vivienda familiar como para referirse al pueblo. En Eclesiástico se advierte:
No dejes entrar en tu casa a todo el que te encuentres, porque hay gente mañosa 30 que te espía y te pone trampas. Son como los que cazan pájaros: sólo esperan que des un mal paso.
31 La gente chismosa convierte lo bueno en malo. 32 Basta una sola chispa para causar un gran incendio, y basta un solo malvado para cometer un gran crimen.
33 Por eso, cuídate de los malvados, porque pueden causarte daño y hasta manchar tu buen nombre.
34 Un extraño en tu casa te causará muchos problemas, y aun hará que tú mismo resultes un extraño en tu casa.
Vemos que Francisco ha manipulado las escrituras para crear un pecado acomodado a sus intereses. Pecado sería tratar mal a un extranjero por el solo hecho de serlo. Pero los países tienen sus leyes y los gobiernos tienen como principal obligación velar por el bienestar de los nacionales y prevenir males como las olas migratorias de indeseables.
Trump “no es cristiano”
En 2106 Francisco arremetió contra Trump también con motivo de las migraciones diciendo que no es cristiano, pero las migraciones en los Estados Unidos han llevado junto con gente decente a narcotraficantes y delincuentes de todo tipo. Un presidente tiene la obligación de controlar la migración para evitar males a sus connacionales, pero para Francisco eso es no ser cristiano.
Se evidencia su manipulación política al no atacar a Joe Biden, Kamala Harris ni a los demócratas. Por ejemplo, vemos que Biden (con el aval de Kamala Harris) entrega armas a Israel para perpetrar genocidio tras genocidio contra los palestinos, una población pequeña que no tiene ni siquiera ejército y ha asesinado a miles de niños, mujeres y ancianos indefensos. Pese a ello, el Papa no ha dicho de Biden que no es cristiano, siendo sus actos verdaderamente monstruosos y criminales, sin punto de comparación a medidas migratorias.
Además, Francisco también debería cuestionar a Trump por no condenar el genocidio de Israel contra Palestina.
Tampoco ha dicho de Biden que “no es cristiano” por estar atizando una posible III Guerra Mundial en su desenfrenado afán por vender armas y no perder su hegemonía ante Rusia y China. Trump dijo que si es elegido puede frenar la guerra en Ucrania en un día y evitar la III Guerra Mundial, pero esa abismal diferencia entre ambos personajes no ha interesado a Francisco, quien debería ser la primera persona en promover la paz.
Refiriéndose a estas elecciones, dijo hace poco a la prensa con pose de neutralidad que no está de acuerdo con Harris ni con Trump: “Ambos están en contra de la vida, tanto el que echa a los inmigrantes como el que mata a los niños”. “No soy de Estados Unidos, no voy a votar allí. Pero seamos claros: tanto el no dar a los migrantes la posibilidad de trabajar como el no brindarles acogida es un pecado, es grave”, dijo.
En realidad no hay ninguna neutralidad en lo dicho, otra vez favorece a Harris, pues comparó el asesinato de bebés en el vientre de sus madres (pecado gravísimo) con políticas para ordenar la migración (que puede o no ser pecado, si las políticas son justas no es pecado, si son injustas es pecado, pero pecado mucho menor que el asesinato de bebés). Recién lo dice en estas elecciones, pero guardó silencio sobre Biden, que es pro aborto, en las elecciones de 2016. Además, en cuanto a los migrantes, un presidente no puede ocuparse en dar trabajo a los extranjeros cuando no puede dar trabajo a los nacionales, como es en el caso de los EE. UU., con más de siete millones de desempleados.
No se puede esperar más del Romano Pontífice, que hasta es inicuo con el clero al exaltar a malos religiosos y castigar a los buenos y hasta tuerce la doctrina cristiana al aprobar la bendición a las parejas de homosexuales.
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