El huracán Helene que golpeó el jueves pasado a los Estados Unidos, hasta el momento ha dejado al menos 191 fallecidos según CNN, y un número desconocido de desaparecidos mientras los equipos de búsqueda y rescate que trabajan en las zonas que fueron devastadas advierten que la cifra de muertos puede aumentar.
Se calcula en un millón el número de personas que se han quedado sin suministro eléctrico a causa del desastre.
El huracán Helene tocó tierra en la región Big Bend de Florida con categoría 4 y se debilitó a tormenta tropical siguiendo por Georgia, las Carolinas y Tennessee, con fuertes vientos, lluvias, marejadas ciclónicas e inundaciones devastadoras a la región.
Se considera una de las tormentas más letales en la historia de Estados Unidos. Además de la interrupción del servicio de electricidad, también se cortó el servicio de telefonía celular en muchas ciudades y pueblos.
Los daños todavía no han sido evaluados en su totalidad. Muchas viviendas y vehículos quedaron bajo el agua o fueron arrastrados o destruidos. Las vistas aéreas de devastación se asemejan a demoliciones.
Hasta el jueves por la mañana, más de 350.000 personas estaban sin electricidad en Carolina del Sur, poco menos de 300.000 personas estaban sin electricidad en Carolina del Norte y alrededor de 260.000 en Georgia, según PowerOutage.us.
En Carolina del Norte muchos residentes en las zonas montañosas de la parte occidental del estado han quedado aislados desde la semana pasada sin electricidad ni servicio telefónico.
En el condado de Buncombe, Carolina del Norte, al menos 61 personas han perdido la vida debido a la tormenta. Los funcionarios del condado dijeron que los miembros de la Guardia Nacional están ayudando a distribuir alimentos, agua y suministros a los sitios de distribución locales y refugios, pues muchos residentes siguen aislados sin electricidad y se les anima a conservar agua.