Siria: entre el “malo conocido” y el caos por descubrir
Por Adrián Mac Liman(*)
Después de varios días de titubeos, el presidente sirio, Bashar el Assad, anunció una remodelación del Gabinete dimisionario, optando por la presencia en el nuevo Ejecutivo de políticos fieles, pertenecientes a la nomenclatura del Partido del Renacimiento Árabe Socialista (Baath). Pocas caras cambian, pues, en el Gobierno de Damasco; pocas opciones de auténtica liberalización se divisan en el horizonte político del país de los omeyas.
Los enfrentamientos entre la oposición y las fuerzas gubernamentales se multiplican. La violencia, las detenciones arbitrarias, la omnipotencia de los servicios secretos, el férreo control de los medios de comunicación han sido y siguen siendo las herramientas empleadas el clan de los alauíes instalado en el poder desde la sexta década del siglo XX.