A nivel nacional se cuenta con 36 módulos de atención a adicciones
El alcohol es una droga dañina, de similar perjuicio que las ilegales por ser aceptada socialmente, advirtió el coordinador de la Estrategia de Salud Mental y Cultura de Paz del Ministerio de Salud (Minsa), Manuel Escalante Palomino
“El hecho de ser una droga social, permitida, e incluso promovida, en el interior de las familias hace que ésta sea considerada más dañina. Su consumo dentro del hogar desde los 12 años es algo muy preocupante y que nos ha llevado a implementar medidas educativas junto con el Ministerio de Educación”, señaló.
Como una política de salud para prevenir el consumo desde tan temprana edad, el doctor Escalante informó que se están capacitando a los tutores de las instituciones educativas, a nivel nacional para que realicen talleres dirigidos a adolescentes donde los coloquen en situaciones reales, para que aprendan a manejar la presión de grupo y rechazar el alcohol.
Para los adultos, el Minsa tiene 36 módulos de atención integral en adicciones a nivel nacional, ubicados en los centros de salud; estos fomentan estilos de vida saludable sin el uso de alcohol, previenen el consumo de alcohol en niños y adolescentes y tienen entre sus funciones detectar a las personas que consumen alcohol a fin de brindarles atención.
Una enfermedad
“Es necesario reconocer al alcoholismo no como un vicio sino como una enfermedad, como una adicción, que no nos permite realizar nuestras actividades cotidianas si no bebemos aunque sea un trago de alcohol”, sentenció el especialista.
El consumo de alcohol en exceso, además de afectar directamente a quien lo consume, daña su entorno y la sociedad en general, es causante de accidentes de tránsito, crímenes, violencia familiar, entre otros. Está relacionado también a la mortalidad derivada del consumo, la dependencia, la discapacidad mental, la pérdida de capacidades de la percepción, al daño a las relaciones personales y a las lesiones.
Estudio
Un estudio publicado recientemente en la revista médica "The Lancet" afirma que el alcohol es más dañino que la heroína y el crack al considerar el perjuicio que causa al consumidor y a las personas que le rodean. Entre la lista estuvieron considerados la heroína, el crack, la metanfetamina en cristal, la cocaína, el tabaco, las anfetaminas, el cannabis, el éxtasis, los esteroides anabolizantes, el LSD, entre otros productos.
Como una política de salud para prevenir el consumo desde tan temprana edad, el doctor Escalante informó que se están capacitando a los tutores de las instituciones educativas, a nivel nacional para que realicen talleres dirigidos a adolescentes donde los coloquen en situaciones reales, para que aprendan a manejar la presión de grupo y rechazar el alcohol.
Para los adultos, el Minsa tiene 36 módulos de atención integral en adicciones a nivel nacional, ubicados en los centros de salud; estos fomentan estilos de vida saludable sin el uso de alcohol, previenen el consumo de alcohol en niños y adolescentes y tienen entre sus funciones detectar a las personas que consumen alcohol a fin de brindarles atención.
Una enfermedad
“Es necesario reconocer al alcoholismo no como un vicio sino como una enfermedad, como una adicción, que no nos permite realizar nuestras actividades cotidianas si no bebemos aunque sea un trago de alcohol”, sentenció el especialista.
El consumo de alcohol en exceso, además de afectar directamente a quien lo consume, daña su entorno y la sociedad en general, es causante de accidentes de tránsito, crímenes, violencia familiar, entre otros. Está relacionado también a la mortalidad derivada del consumo, la dependencia, la discapacidad mental, la pérdida de capacidades de la percepción, al daño a las relaciones personales y a las lesiones.
Estudio
Un estudio publicado recientemente en la revista médica "The Lancet" afirma que el alcohol es más dañino que la heroína y el crack al considerar el perjuicio que causa al consumidor y a las personas que le rodean. Entre la lista estuvieron considerados la heroína, el crack, la metanfetamina en cristal, la cocaína, el tabaco, las anfetaminas, el cannabis, el éxtasis, los esteroides anabolizantes, el LSD, entre otros productos.