Violencia domestica
Niños violentados son más vulnerables a desarrollar comportamientos peligrosos para la salud.
Buscan afectos de padres en otras personas.
Las consecuencias de la violencia infantil, la violencia familiar o indiferencia de los padres hacia los niños varían según la naturaleza y la gravedad de esta, sin embargo las repercusiones a corto y largo plazo son graves y perjudiciales. Así, los niños que han sufrido actos de violencia son más vulnerables a desarrollar comportamientos peligrosos para la salud en el futuro como fumar, consumir alcohol y abusar de las drogas.
A su vez, estos comportamientos contribuyen a algunas de las principales causas de enfermedades y de muerte, entre ellas el cáncer, la depresión, el suicidio y los trastornos cardiovasculares.
Además de ello, los menores son más sensibles y se exponen a diversos peligros como el abuso sexual, el pandillaje y el inicio temprano de su sexualidad, señaló el Dr. Manuel Escalante, coordinador de la Estrategia Sanitaria Nacional de Salud Mental del Ministerio de Salud (Minsa).
Explicó que esto se debe a que los niños se tornan rebeldes, agresivos y desobedientes o pasan al otro extremo son pasivos, callados, inseguros y dependientes de los signos de afecto de cualquier adulto.
“Ante la violencia física y psicológica estos niños deben desarrollar mecanismos de adaptación a su entorno y con el tiempo pueden desarrollar problemas interpersonales a lo largo de su vida si es que no llevan un tratamiento psicológico adecuado”, reveló.
Violencia familiar
Por su parte, el psiquiatra Héctor León Castro, sub director general del Hospital Hermilio Valdizán, advirtió que los patrones del comportamiento de los padres se convierten potencialmente en los patrones de comportamiento de los hijos.
Explicó que si existe un modelo violento en casa donde el padre es autoritario y golpea a la mamá, lo más probable es que el hijo varón adolescente reproduzca ese tipo de violencia. Un crecimiento marcado por la violencia tiene consecuencias en la conducta de los niños y adolescentes, enfatizó.
A raíz de esta situación, los niños menores de diez años comienzan a tener rasgos ansiosos por la imposibilidad de defenderse, y cuando son más adolescentes pueden copiar un tipo de vida rebelde.
Violencia según ENDES
Diariamente miles de niños y niñas en el Perú son maltratados física y psicológicamente, por sus padres, parientes, profesores y personas a cargo de su cuidado. Sin embargo lo sorprendente es que son sus propios padres sus mayores agresores.
Según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES) 2009, realizada por el Instituto Nacional de Estadística, los padres de familia son los que ejercen la mayor proporción de violencia o maltrato físico a sus hijos, con un porcentaje del 30,6% y 28,2% entre el padre y la madre respectivamente.
La encuesta recoge que el departamento de Huancavelica es el que presenta la más alta ocurrencia de maltrato por parte de la madre (41.8%) y Amazonas tiene la mayor proporción de ocurrencias de agresiones de parte del padre (43.7%).
Recomendaciones
León Castro priorizó la importancia de mantener en el hogar relaciones familiares adecuadas que favorecen el desarrollo de varias capacidades, la primera de ellas es la negociación frente a los problemas y la segunda es la posibilidad de ser flexibles para saber encontrar soluciones pacíficas frente a situaciones difíciles.
En familias violentas esto generalmente no ocurre, y los jóvenes, como parte del crecer, tienden a asumir un estilo de conducta violenta, impulsiva y agresiva. Incluso pueden llegar a presentar manifestaciones racistas e intolerantes con lo quienes consideran diferentes.
Lo primero es que haya una familia funciona, en donde sus integrantes sepan comunicarse, con reglas sean claras. Los padres deben ser modelos adecuados de conducta y evitar todo tipo de violencia entre ellos y más aún frente a sus hijos.
Consejería familiar
Si alguno de sus familiares tiene este tipo de problemas o simplemente quieren evitar conductas violentas a futuro, puede acudir a los hospitales del Minsa como el Hospital Hermilio Valdizán, Instituto de Salud Mental “Honorio Delgado Hideyo Noguchi y Hospital Víctor Larco Herrera donde podrán acceder a consultas en el área de Orientación y Consejería Psicológica.
Dicho nosocomios cuentan con especialistas expertos en consejería para problemas de personalidad, problemas afectivos y familiares, así como tratamiento para adicciones a sustancias ilegales y alcohol, talleres de autoestima y habilidades sociales.