Combinar alcohol y medicamentos puede ser mortal
Digemid advierte que puede provocar paros cardiacos o respiratorios y derrames cerebrales. Las personas que consumen alguna medicina o se encuentran bajo tratamiento médico deben evitar o reducir la ingesta de bebidas alcohólicas durante las fiestas de Navidad y Año Nuevo
Debido a las proximidades de las fiestas de Año Nuevo el consumo de alcohol se incrementa considerablemente, por tal razón especialistas de la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid) alertaron que la mezcla irresponsable de esta sustancia con los medicamentos puede ocasionar mareos, vómitos, adormecimiento, hemorragias y, en casos extremos, paros respiratorios o cardíacos, derrames cerebrales y hasta la muerte.
Digemid advierte que puede provocar paros cardiacos o respiratorios y derrames cerebrales. Las personas que consumen alguna medicina o se encuentran bajo tratamiento médico deben evitar o reducir la ingesta de bebidas alcohólicas durante las fiestas de Navidad y Año Nuevo
Debido a las proximidades de las fiestas de Año Nuevo el consumo de alcohol se incrementa considerablemente, por tal razón especialistas de la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid) alertaron que la mezcla irresponsable de esta sustancia con los medicamentos puede ocasionar mareos, vómitos, adormecimiento, hemorragias y, en casos extremos, paros respiratorios o cardíacos, derrames cerebrales y hasta la muerte.
“El consumo de medicamentos- como antibióticos, analgésicos, antihistamínicos y otros productos de uso constante- con las bebidas alcohólicas puede convertirse en una combinación letal para las personas. Durante las celebraciones de Año Nuevo este peligro aumenta, por lo que es necesario tomar precauciones para evitar daños graves a la salud”, expresó Aldo Rodrigo Álvarez Risco, especialista de la Digemid.
El experto explicó que este tipo de interacciones se produce tanto con medicamentos de venta libre como los de prescripción mediante receta médica obligatoria.
“En algunos casos, los medicamentos ocasionan reacciones químicas con secuelas imprevistas como mareos, vómitos, adormecimiento y, en situaciones extremas, producen paros respiratorios, cardíacos, derrames cerebrales y hasta la muerte. En otros casos, puede minimizar o anular el funcionamiento del medicamento, poniendo la vida de la persona en riesgo, especialmente cuando se trata de medicamentos imprescindibles como los prescritos a quienes padecen de presión alta, diabetes y otras enfermedades crónicas”, explicó.
Agregó que las bebidas con menor grado de volúmenes alcohólicos, como la cerveza y el vino, provocan una mayor secreción del ácido del estómago. “Esta acidez puede inactivar ciertos medicamentos disminuyendo su absorción, por lo que sus efectos favorables no serán los suficientes, afectando la atención de la enfermedad”, remarcó.
Álvarez Risco precisó que también hay oportunidades en las que el alcohol duplica o triplica la potencia del medicamento, por lo que se presentan casos de sobredosis a pesar de cumplir con la dosis prescrita.
“El alcohol interactúa de manera negativa con casi todos los medicamentos y sus efectos adversos pueden ser de lo más variados. Las bebidas con alto contenido alcohólico, por ser disolventes y vasodilatadores, retardan el vaciamiento gástrico aumentando la absorción del medicamento, es decir, generando una sobredosis”, dijo.
Peligro latente
El experto aclaró que no es necesario que las medicinas y el alcohol se consuman simultáneamente, pues la mezcla se puede producir si unas horas después de haber ingerido el medicamento se consume una bebida alcohólica o viceversa.
“Si una persona toma una cerveza, una copa de vino o de algún otro licor unas horas antes de ingerir el medicamento, se produce la combinación no deseada, pues tanto el alcohol como la mayoría de medicamentos permanecen 24 horas en el organismo, por lo que sus efectos no son inmediatos. Eso se aprecia generalmente en las personas que se quedan dormidas conduciendo un vehículo y que sufren accidentes muchas veces de consecuencias fatales”, expresó.
El representante de la Digemid remarcó además que los efectos de esta combinación se presentan tanto entre bebedores sociales o que no consumen alcohol habitualmente y los consumidores crónicos o personas alcohólicas.
“Las personas deben evitar el consumo combinado de medicamentos y alcohol porque además de la muerte como consecuencia final de una sobredosis, reacción o accidente, pueden también sufrir un derrame cerebral, quedar en estado vegetal o padecer problemas de salud por el resto de su vida”.
El experto explicó que este tipo de interacciones se produce tanto con medicamentos de venta libre como los de prescripción mediante receta médica obligatoria.
“En algunos casos, los medicamentos ocasionan reacciones químicas con secuelas imprevistas como mareos, vómitos, adormecimiento y, en situaciones extremas, producen paros respiratorios, cardíacos, derrames cerebrales y hasta la muerte. En otros casos, puede minimizar o anular el funcionamiento del medicamento, poniendo la vida de la persona en riesgo, especialmente cuando se trata de medicamentos imprescindibles como los prescritos a quienes padecen de presión alta, diabetes y otras enfermedades crónicas”, explicó.
Agregó que las bebidas con menor grado de volúmenes alcohólicos, como la cerveza y el vino, provocan una mayor secreción del ácido del estómago. “Esta acidez puede inactivar ciertos medicamentos disminuyendo su absorción, por lo que sus efectos favorables no serán los suficientes, afectando la atención de la enfermedad”, remarcó.
Álvarez Risco precisó que también hay oportunidades en las que el alcohol duplica o triplica la potencia del medicamento, por lo que se presentan casos de sobredosis a pesar de cumplir con la dosis prescrita.
“El alcohol interactúa de manera negativa con casi todos los medicamentos y sus efectos adversos pueden ser de lo más variados. Las bebidas con alto contenido alcohólico, por ser disolventes y vasodilatadores, retardan el vaciamiento gástrico aumentando la absorción del medicamento, es decir, generando una sobredosis”, dijo.
Peligro latente
El experto aclaró que no es necesario que las medicinas y el alcohol se consuman simultáneamente, pues la mezcla se puede producir si unas horas después de haber ingerido el medicamento se consume una bebida alcohólica o viceversa.
“Si una persona toma una cerveza, una copa de vino o de algún otro licor unas horas antes de ingerir el medicamento, se produce la combinación no deseada, pues tanto el alcohol como la mayoría de medicamentos permanecen 24 horas en el organismo, por lo que sus efectos no son inmediatos. Eso se aprecia generalmente en las personas que se quedan dormidas conduciendo un vehículo y que sufren accidentes muchas veces de consecuencias fatales”, expresó.
El representante de la Digemid remarcó además que los efectos de esta combinación se presentan tanto entre bebedores sociales o que no consumen alcohol habitualmente y los consumidores crónicos o personas alcohólicas.
“Las personas deben evitar el consumo combinado de medicamentos y alcohol porque además de la muerte como consecuencia final de una sobredosis, reacción o accidente, pueden también sufrir un derrame cerebral, quedar en estado vegetal o padecer problemas de salud por el resto de su vida”.