Cremas y gotas oftálmicas se malogran más en el verano
Digemid recomienda mantener medicinas en lugares frescos y secos, lejos de los rayos solares. Tampoco se debe guardar estos productos en el baño y en la cocina, donde la humedad y el calor puede dañarlos. El uso de estos productos pueden desencadenar desde reacciones alérgicas, intoxicaciones, dificultad respiratoria, pérdida de la conciencia y hasta la muerte
El exceso de radiación solar y la sensación térmica del verano ocasiona que los medicamentos se malogren, siendo los más afectados las cremas y gotas oftálmicas, las que además de perder sus beneficios terapéuticos pueden convertirse en tóxicos para el organismo, provocando en quienes las ingieren serios daños a la salud como intoxicaciones y alergias alertó el especialista de la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid), Luis Condori.
Digemid recomienda mantener medicinas en lugares frescos y secos, lejos de los rayos solares. Tampoco se debe guardar estos productos en el baño y en la cocina, donde la humedad y el calor puede dañarlos. El uso de estos productos pueden desencadenar desde reacciones alérgicas, intoxicaciones, dificultad respiratoria, pérdida de la conciencia y hasta la muerte
El exceso de radiación solar y la sensación térmica del verano ocasiona que los medicamentos se malogren, siendo los más afectados las cremas y gotas oftálmicas, las que además de perder sus beneficios terapéuticos pueden convertirse en tóxicos para el organismo, provocando en quienes las ingieren serios daños a la salud como intoxicaciones y alergias alertó el especialista de la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid), Luis Condori.
“El sol y las altas temperaturas pueden afectar la calidad de los medicamentos que las personas guardan en casa, sobre todo de las cremas medicinales y gotas oftálmicas, las que en estado de descomposición no solo pierden sus beneficios medicinales sino y, lo que es más grave, podrían convertirse en sustancias tóxicas para el organismo de quienes las ingieren", afirmó.
Condori alertó que si las personas consumen estos productos pueden padecer de vómitos, intoxicaciones, cólicos, mareos, reacciones alérgicas, dificultades respiratorias, pérdida de conciencia y hasta la muerte.
¿Cómo reconocer si los medicamentos están malogrados?
Condori explicó que la luz del sol y el calor son formas de energía que pueden afectar de manera notoria y acelerar la descomposición de los medicamentos, es así que en el caso de las cremas, ungüentos y preparados oftálmicos, se altera su aspecto, color y el olor, mientras que en otras formas farmacéuticas como supositorios y óvulos pueden derretirse.
Mientras que las pastillas y los inyectables malogrados generalmente cambian de color y consistencia, en tanto los jarabes pueden presentar la formación de capas y en las suspensiones la aparición de grumos.
“Estas características en estos productos pueden apreciarse a simple vista o al momento de retirarlos del empaque”, señaló.
El especialista agregó que todos estos medicamentos no requieren condiciones especiales de conservación por lo que basta mantenerlos en lugares frescos y secos a temperatura ambiente, es decir entre 15 y 25 grados centígrados.
“Se debe desterrar la costumbre que muchas personas tienen de guardar medicinas en el baño, porque es un ambiente donde se concentra gran cantidad de humedad. Lo propio ocurre con la cocina, donde predomina el calor producido por la preparación de los alimentos”, detalló.
Destacó que el peligro es mayor cuando se expone a la luz del sol o al calor, los medicamentos que requieren refrigeración o congelación, como las vacunas, antitoxinas, insulina, colirios y algunos antibióticos. “En estos casos es fundamental que no se rompa la cadena de frío (refrigeración necesaria del producto) desde su fabricación hasta el momento de su administración al paciente, para poder garantizar su eficacia”, anotó.
Adecuada conservación
El especialista de la Digemid recomendó leer las indicaciones del envase y folleto inserto para conocer la temperatura y las condiciones adecuadas de conservación de los medicamentos, con el fin de mantener sus características y efectividad.
Dato para los viajeros
Para quienes viajan, Condori sugirió no llevar los medicamentos en las maleteras de los automóviles o junto al equipaje, ya que en estos compartimentos no hay ventilación ni refrigeración y pueden alcanzar temperaturas muy elevadas que terminaría afectándolos.
“En el caso de transportar medicinas que requieran refrigeración se debe prever la forma de mantener las condiciones para no romper la cadena de frío y el calor no les afecte”, puntualizó.
Condori alertó que si las personas consumen estos productos pueden padecer de vómitos, intoxicaciones, cólicos, mareos, reacciones alérgicas, dificultades respiratorias, pérdida de conciencia y hasta la muerte.
¿Cómo reconocer si los medicamentos están malogrados?
Condori explicó que la luz del sol y el calor son formas de energía que pueden afectar de manera notoria y acelerar la descomposición de los medicamentos, es así que en el caso de las cremas, ungüentos y preparados oftálmicos, se altera su aspecto, color y el olor, mientras que en otras formas farmacéuticas como supositorios y óvulos pueden derretirse.
Mientras que las pastillas y los inyectables malogrados generalmente cambian de color y consistencia, en tanto los jarabes pueden presentar la formación de capas y en las suspensiones la aparición de grumos.
“Estas características en estos productos pueden apreciarse a simple vista o al momento de retirarlos del empaque”, señaló.
El especialista agregó que todos estos medicamentos no requieren condiciones especiales de conservación por lo que basta mantenerlos en lugares frescos y secos a temperatura ambiente, es decir entre 15 y 25 grados centígrados.
“Se debe desterrar la costumbre que muchas personas tienen de guardar medicinas en el baño, porque es un ambiente donde se concentra gran cantidad de humedad. Lo propio ocurre con la cocina, donde predomina el calor producido por la preparación de los alimentos”, detalló.
Destacó que el peligro es mayor cuando se expone a la luz del sol o al calor, los medicamentos que requieren refrigeración o congelación, como las vacunas, antitoxinas, insulina, colirios y algunos antibióticos. “En estos casos es fundamental que no se rompa la cadena de frío (refrigeración necesaria del producto) desde su fabricación hasta el momento de su administración al paciente, para poder garantizar su eficacia”, anotó.
Adecuada conservación
El especialista de la Digemid recomendó leer las indicaciones del envase y folleto inserto para conocer la temperatura y las condiciones adecuadas de conservación de los medicamentos, con el fin de mantener sus características y efectividad.
Dato para los viajeros
Para quienes viajan, Condori sugirió no llevar los medicamentos en las maleteras de los automóviles o junto al equipaje, ya que en estos compartimentos no hay ventilación ni refrigeración y pueden alcanzar temperaturas muy elevadas que terminaría afectándolos.
“En el caso de transportar medicinas que requieran refrigeración se debe prever la forma de mantener las condiciones para no romper la cadena de frío y el calor no les afecte”, puntualizó.