Ancianos son las personas que más se automedican
Debido a su degaste físico y psicológico tienden a consumir diversos tipos de fármacos a la vez.
Suelen seguir tratamientos para la diabetes, hipertensión, colesterol alto u osteoporosis que pueden presentar interacciones con medicamentos nuevos.
Las personas ancianas tienden a tomar más medicamentos por cuenta propia que el común de las personas adultas para aliviar las molestias ocasionadas por el desgaste físico y psicológico propias de su edad, advirtió la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid), tras informar que esta peligrosa práctica puede ocasionar vértigos, mareos, intoxicaciones, alergias, confusión mental, rigidez en el rostro y articulaciones o temblores del cuerpo y hasta daño renal.
“La automedicación en los adultos mayores es más peligrosa que en cualquier otro grupo poblacional, ya que los ancianos, por los procesos de envejecimiento en su salud (diminución de la masa muscular y en la función renal y hepática) y psicológico, suelen asimilar los medicamentos de diferente manera y se incrementa la posibilidad de presentar reacciones adversas”, advirtió el asesor de la Digemid, Leandro Huayanay Falconí.
El experto explicó que la automedicación en los adultos mayores también puede ocasionar interacciones con otros medicamentos ya que esta población suele consumir una variedad de fármacos a la vez (polifarmacia) y de por vida para la atención de enfermedades crónicas cuyos beneficios terapéuticos pueden verse afectados al adicionar otros medicamentos.
“Los ancianos suelen seguir tratamientos permanentes por patologías crónicas como presión arterial alta (hipertensión), diabetes, colesterol alto, osteoporosis, entre otras. Lamentablemente, los beneficios terapéuticos de estos medicamentos de uso constante pueden verse afectados por la ingesta de nuevos fármacos sin evaluación ni prescripción médica”, anotó.
Medicamentos automedicados
Huayanay dio a conocer que los medicamentos que los adultos mayores suelen solicitar en las farmacias sin una evaluación o prescripción médica previa son los antibióticos, antiinflamatorios, medicamentos para el resfrío, vitaminas, minerales, laxantes, antiácidos y suplementos dietéticos.
Reacciones adversas o interacciones
Posteriormente, el especialista detalló las reacciones adversas o interacciones en la salud de las personas de avanzada edad que la automedicación puede ocasionar.
“Aumenta el riesgo de daño renal por usar varios medicamentos juntos como la gentamicina y un antiinflamatorio o antibiótico. Asimismo, un psicofármaco como la clorpromazina -que se utiliza para tratar cierto tipo de vértigos y mareos- puede provocar confusión mental y síntomas similares a los del Parkinson, como movimientos incontrolados -especialmente de la cara-, rigidez y temblores”, dijo.
Finalmente, Huayanay invocó a los cuidadores de personas adultas mayores a no propiciar la automedicación y más bien trasladar a sus familiares de edad avanzada a los centros de salud si presentan alguna molestia o dolencia nueva.
“Existe mucho desdén de los familiares de personas ancianas. Nosotros debemos velar porque nuestros padres o abuelos de edad avanzada reciban un cuidado óptimo. Por ello, si los trasladamos o acompañamos a alguna evaluación médica tenemos la responsabilidad de informar al médico qué tratamiento está siguiendo nuestro familiar y si padece de alergias a ciertos tipos de medicamentos. También es de suma importancia exigir recetas médicas con letra legible para las personas adultas mayores no confundan los medicamentos”, recomendó.