Vitaminas A, C, E, hierro y selenio son elementales para células inmunitarias.
Población más vulnerable son niños, gestantes y adultos mayores.
Mantener una alimentación sana y balanceada ayuda a reforzar el sistema inmunitario de las personas pues proporcionan calorías y nutrientes, los cuales ayudan a prevenir todo tipo de infecciones respiratorias, informó el nutricionista del Instituto Nacional de Salud del Ministerio de Salud (Minsa), César Domínguez Curi.
El especialista recomendó ingerir cereales y tubérculos, pues permiten acumular energía y así mantener el calor corporal. Del mismo modo, las vitaminas y minerales cumplen con su función protectora, sobretodo en la población más vulnerable como niños, gestantes y adultos mayores, cuyos organismos son los que más se descompensan con los cambios bruscos de temperatura.
Nutrientes destacados
Domínguez Curi sugirió el consumo de alimentos que contengan vitamina C en forma entera, como el camu camu, la naranja, la papaya, la mandarina, la carambola, la cocona, la piña, la fresa y el tomate. “De optar por trozar o pelar la fruta, esta se debe ingerir en ese mismo momento; de esa forma se evitará la pérdida de sus nutrientes”, detalló.
El nutricionista exhortó a la población a alimentarse con hígado, lácteos, huevo, zanahoria, camote, vegetales de hojas verdes como la espinaca y acelgas que cuentan con vitamina A y que ayudan a fortalecer las barreras naturales contra las infecciones, como por ejemplo la mucosa de los bronquios.
Es importante además nutrirse con vitamina E, que se encuentra en los cereales de grano entero como el pan, el arroz y las pastas integrales, el aceite de oliva, los vegetales de hoja verde, así como los frutos secos que son productos que aumentan la respuesta inmunitaria.
Por último, el especialista del Minsa aconsejó alimentos de origen animal, en especial vísceras como riñón, molleja, sangrecita y carnes rojas que son ricos en hierro, elemento necesario para la proliferación y maduración de las células inmunitarias.
Grupos vulnerables
Si bien el desarrollo de las infecciones respiratorias puede darse a cualquier edad, cabe señalar que los niños y los adultos mayores son los más propensos a padecerla. En tal sentido, los niños menores de seis meses deben ingerir la Lactancia Materna Exclusiva, puesto que provee de los antígenos necesarios para la protección de su salud.
Por otro lado, en los adultos mayores esta vulnerabilidad está influenciada por un declive en sus mecanismos de defensa; por ello la dieta diaria deberá contener los alimentos mencionados.