Pequeños restos de antidepresivos y otras sustancias presentes en el agua podrían causar autismo, aseguran científicos de la Universidad de Idaho, en los Estados Unidos.
Al analizar peces en agua contaminada con bajos niveles de antidepresivos hallaron que estos fármacos psicoactivos eran responsables de cambios genéticos en estos animales.
El doctor Michael Thomas, quien condujo el estudio, explicó en la revista Public Library of Science ONE que otros especialistas han relacionado la causa del autismo idiopático con fármacos psicotrópicos, pero en este análisis están asombrados de haber hallado evidencia de que esto suceda con dosis muy pequeñas en el agua.
Los peces habían estado expuestos a bajas dosis de Prozac y venlafaxine, además carbamazepina otro fármaco para las convulsiones. Las concentraciones fueron comparables con los niveles ambientales más altos.
Los científicos encontraron en los peces patrones de actividad genética similar a los observados en los seres humanos susceptibles a desarrollar el autismo.
El autismo es un mal que aparece en la niñez y se prolonga en la adultez. Se caracteriza por problemas en la interacción social, discapacidad para la comunicación y raros patrones de pensamiento y comportamiento físico, para lo cual no hay cura, sólo tratamientos que pueden ayudar a atenuar los síntomas.
En los últimos 20 años se han incrementado los casos de autismo, sin embargo algunos afirman que el incremento se debe a la mejora de los diagnósticos. Los expertos suponen que esta enfermedad es una combinación de factores genéticos y ambientales.