Paciente se fracturó la columna en tres partes y se sometió a tres cirugías de alta complejidad

Hace cinco meses Marciano Gómez (60), cayó desde el cuarto piso cuando realizaba trabajos de albañilería y se partió la columna en tres, a nivel del cuello, del tórax y lumbosacro (parte baja de la espalda), y perdió la fuerza en las cuatro extremidades por lo que quedó postrado en una cama hasta el día de su alta, en que salió caminando por sí mismo, gracias a tres cirugías realizadas por el equipo multidisciplinario del Servicio de Neurocirugía del Hospital Nacional Arzobispo Loayza del Ministerio de Salud (Minsa).

Así lo informó el jefe de dicho servicio, Luis Muñoz Chumbes, quién además indicó que las fracturas del paciente eran inestables en los tres niveles de la columna, además había vértebras que presionaban severamente la médula incrementando el riesgo de ruptura de la misma, lo cual podía desencadenar en la parálisis total del paciente de por vida.

Los neurocirujanos encabezados por el médico Vladimir Sánchez Ochoa, sometieron al paciente a tres cirugías de alta complejidad con técnicas quirúrgicas de vanguardia que permitieron no solo salvarle la vida, sino también que pueda valerse por sí mismo.

A pesar de lo complicado de su caso, el paciente por su elección religiosa, no dio el consentimiento de transfusión de sangre, lo cual aumentaba el riesgo de vida en sala de operaciones, por ello las tres cirugías se realizaron con recuperador de sangre.

Hay que resaltar que la tercera cirugía de estabilización lumbo pélvica desde la cuarta y quinta vértebra lumbar, la primera vertebra sacra y ambos huesos iliacos es poco frecuente en el Perú y a nivel del Minsa no hay más de 5 casos. De esta manera, el Servicio de Neurocirugía del Hospital Loayza se convierte en centro de referencia nacional para este tipo de cirugías y otras del sistema nervioso.

Milagro de vida

El paciente Marciano Gómez comentó que “cuando sucedió el accidente y me dijeron que tenía fracturas en la columna y los riesgos que eso podía conllevar solo quería irme a mi casa y morir, pedía mi alta voluntaria, pero los médicos me dijeron “nuestro objetivo es salvarle la vida y que usted se recupere”, todos los días el equipo de neurocirugía me alentaba a seguir adelante”.

“Personal técnico, enfermeras y médicos me salvaron la vida. Por eso digo siempre que esto fue un “milagro de vida” y yo estoy eternamente agradecido con este hospital”.

“En 40 años que he realizado mi trabajo nunca fui a un hospital, ni me enfermé, pero me confié y mientras realizaba mi trabajo me di cuenta que solo faltaba un pequeño detalle en el acabado y ya me había sacado el arnés, solo puse una tabla improvisada y se rompió, caí desde una altura de 8 metros aproximadamente”:

Al caer “perdí la conciencia y cuando me levanté no podía mover mi cuerpo, solo mi cabeza, no sabía que iba suceder, pero felizmente llegué a este hospital, donde me dieron una atención de primera, con mucha paciencia y profesionalismo, yo llegue en mil pedazos y siempre me trataron con cuidado”, explicó agradecido Gómez.