Rosa Bronstein
Tel Aviv, 16 abr (Sputnik)- El equipo de la doctora Ronit Stachi-Fainaro de la Universidad de Tel Aviv (TAU) anunció esta semana que ha logrado detener el crecimiento del temido tumor glioblastoma en roedores, y en un modelo en 3D de laboratorio, con un medicamento que ya existe.
Glioblastoma en humanos
“Nuestro tratamiento puede ser el avance necesario en la batalla contra el cáncer más abrumador de todos", señaló a Sputnik la profesora Stachi-Fainaro, directora del Centro de Investigación para el Cáncer y del Laboratorio de Nanomedicina de la referida universidad.
La investigación se llevó a cabo en cientos de ratones, modificados para padecer el devastador gioblastoma, y con modelos de laboratorio en tres dimensiones “con el objetivo de hacer de esta letal enfermedad algo crónico pero administrable o incluso curarla del todo”, señaló Stachi-Fainaro.
Glioblastoma es el tipo de cáncer más letal y de peor pronóstico del sistema nervioso central, según explicó la investigadora. “Es agresivo, altamente invasivo y de rápido crecimiento, lo que implica resistencia a los tratamientos existentes”, detalló.
Quien sufre de glioblastoma tiene un 40 por ciento de posibilidades de sobrevivir tras un año de padecerlo y un 5 por ciento tras cinco años, a pesar de la extracción quirúrgica del tumor, la quimioterapia y la radioterapia.
EL DESCUBRIMIENTO
Los investigadores identificaron un fallo en el sistema inmunológico del cerebro que produce la aceleración de la división celular y diseminación de células cancerosas del glioblastoma.
“Descubrimos que el fallo se debe en parte a la secreción de una proteína llamada P-Selectina (SELP) que, en lugar de inhibir la propagación de las células cancerosas, hacen lo contrario, permitiéndoles proliferar y penetrar en los tejidos cerebrales”, expuso Stachi-Fainaro.
La investigación, que ha sido recientemente publicada en la prestigiosa revista académica Nature Commuications, detalla cómo estudiaron primero el modo en el que las células de glioblastoma corrompen parte del sistema inmunológico del cerebro, y concluye que la solución a la expansión del tumor está en bloquear la proteína SELP que lo hace crecer.
“Hay unas células en el sistema inmune del cerebro llamadas microglías, y su propósito es bloquear patologías, incluido el cáncer. Quisimos entender cómo pierden la capacidad de detener este cáncer”, explicó la experta.
“Vimos que el tumor pervierte y reeduca las células sanas microglías de modo que dejan de defender al cerebro contra el cáncer y, en lugar de eso, generan la proteína P-Selectina que ayuda al tumor a crecer y expandirse”, agregó.
“Nos preguntamos qué sucede si bloqueamos la secreción de la P-selectina que no está normalmente presente pero que, de pronto, se encuentra en grandes cantidades en el cerebro cuando hay un tumor presente”, continuó: “Y comprobamos que, haciéndolo, impedimos que las células microglías continúen afectando al sistema inmunológico y apoyando el crecimiento del tumor en el cerebro”.
Todos los ratones con los que experimentaron con tumor cerebral, murieron a las pocas semanas salvo los que recibieron un producto químico que bloqueaba la proteína P-Selectina. Éstos se recuperaron y siguieron con vida.
“El producto que bloquea la proteína también detuvo el crecimiento de las células cancerígenas tomadas de pacientes humanos que insertamos en modelos de cerebros humanos en tres dimensiones en el laboratorio”, explicó Satchi-Fainaro.
TRATAMIENTO PROPUESTO
La profesora Satchi-Fainaro enfatizó en las implicaciones terapéuticas que tendría su investigación. Dijo que, por pura coincidencia, está actualmente en curso un ensayo clínico en fase 2 de un medicamento cuyo propósito es inhibir la proteína SELP, aunque con otro propósito (relacionado con tratamiento antidoloroso relativo a la anemia).
El equipo está a la espera de que se demuestre que ese medicamento es seguro en humanos y, así, se allanará el terreno para una aprobación relativamente rápida de un ensayo clínico que evalúe el nuevo tratamiento que proponen para el glioblastoma. (Sputnik)