PPK y evangélicos entregados al lobby minero anticatólico
La voracidad por los recursos naturales peruanos
Parecía extraño que un burócrata con aires de Manhattan, como el lobbista Pedro Pablo Kuczynski (PPK), realice alianzas con el cantinflesco pastor evangélico Humberto Lay. Las pistas de este contubernio político nos conducen a los lobbies mineros.
Para las voraces empresas mineras los indígenas son un fastidio porque poseen ricas regiones, pero rechazan la inversión en sus tierras por culpa del Estado, que les trajo amargas experiencias de destrucción tras explotar y ensuciar despiadadamente la naturaleza, para depredar lo que haya hasta que el lugar no sirva más que para botadero, que sólo deja a su paso enfermedad, muerte, miseria y subdesarrollo, y que además no dejen ganancia en la región donde operan, sin que reciban la respectiva sanción o cierre por parte del gobierno.
Otro aspecto de la cultura indígena que es un gran problema para las mineras es su respeto al ambiente, a la tierra, por la cual sienten veneración y consideran un pecado contaminarla.
Los católicos
Benedicto XVI no sólo se preocupa por el medio ambiente, sino que ha establecido con suma claridad precisiones morales al definir como pecado grave (o mortal) la destrucción de la Amazonía.
En el Perú algunos religiosos como el padre Marco Arana o Paul McAuley encabezan defensas aguerridas de los derechos humanos de las comunidades rurales contra las empresas que atentan contra el ambiente, motivo por el cual son objeto de presiones o persecución.
Ante la firme posición de los católicos consecuentes, la minería depredadora, que busca ensuciar lo que le venga en gana, si es posible coimando a funcionarios, ve en el catolicismo un obstáculo a su voracidad, por ello han visto a los evangélicos como aliados interesados y serviles con los cuales formar un concubinato metalizado.
Los evangélicos se prostituyen a las mineras
En su libro Allin Kawsay, el periodista Hernán de la Cruz Enciso señala que ante la oposición de los comuneros a la minería, éstas empresas apuntan reclutar a los líderes con engaños, diciéndoles que los llevarán a Lima para “capacitarlos”.
Lavado cerebral
Tras las “capacitaciones” recibidas por los líderes comuneros, éstos regresan Biblia en mano, convertidos en evangélicos, proclamando que no hay problema con la minería.
No sólo es la “capacitación”, junto con el lavado cerebral se construyen locales para culto evangélico con fondos de sospechosa procedencia.
No es difícil suponer que son las mineras las que financian la construcción de los templos evangélicos en las tierras de las comunidades.
La clara intención es desaparecer la religión católica en las comunidades campesinas para implantar las creencias evangélicas dirigidas por los lobbies mineros.
PPK
Siendo PPK un gran lobbista minero y de empresas de hidrocarburos, no es de extrañar el concubinato servil que ha encontrado con el pastor evangélico Humberto Lay.
Siendo esto así, los evangélicos debería ser más honestos y dejar de llamarse iglesia, para y convertirse en una empresa lobbista y pagar sus impuestos como hacen todas las empresas, y no gozar fraudulentamente de exoneraciones que corresponden a verdaderas iglesias.