2,401 millones de dólares en ganancias, pero sólo 117 millones en impuestos a la renta.- Esto es lo que se llevó Buenaventura entre 2005 y 2010
Escribe: César Vásquez Bazán
El problema no es Chávez el problema es Buenaventura
En el período comprendido entre los años 2005 y 2010, la Compañía de Minas Buenaventura sólo pagó al Estado Peruano por concepto de impuesto a la renta la suma de 117 millones de dólares. Sus utilidades fueron veintiún veces mayores: ascendieron a 2,401 millones de dólares.
Ésta es la manera cómo se distribuye la riqueza no renovable del país con los actuales regímenes tributarios y subsidios de los que goza Buenaventura.
La distribución del excedente ni siquiera es fifty-fifty. No mis estimados radioescuchas, no. No es fifty-fifty. Es 95% para Buenaventura. 5% para el Perú.
Las anteriores cifras no las encontrará usted en los medios “de comunicación” del país, porque ellos participan del sistema de saqueo que describimos.
Afortunadamente, toda la información financiera puede usted comprobarla, haciendo clic en los links de las fuentes consultadas (que se presentan al final de este artículo).
Las ganancias mineras y el debate presidencial
Los candidatos presidenciales que representan a los saqueadores del país consideran poco conveniente tratar el tema de las ganancias mineras en público. Para ellos, discutir cómo las empresas mineras se están levantando al país en peso −desde la época de Fujimori− es “trasnochado”. Dicen que hablar sobre este gran faenón “atenta contra el crecimiento”, que no se debe “mirar atrás”. Que hay que “defender la democracia” y que no se debe afectar “la estabilidad de los mercados”.
Si usted propone discutir el tema tabú de las ganancias de las compañías mineras −por ejemplo, el billete que se lleva Buenaventura− a no dudarlo usted es un comunista, aprista de los años treinta, nacionalista, extremista, terrorista, chavista, o “antisistema”.
Vargas Llosa llegó a afirmar que, incluso, es probable que usted padezca de cáncer o de SIDA y no se de cuenta.
En el debate presidencial del pasado domingo, el borrachín Toledo –pura pose como siempre el muy felipillo− habló de “trazar una raya”. El candidato con apellido de virrey se sintió por un momento conquistador español en la Isla del Gallo. Sacó su espada y trazó una raya en defensa de los intereses de la clase social que se apodera –con concha y estilo− de la riqueza del Perú.
El candidato ilegal Kuczynski –ilegal por extranjero− peroró inclusive acerca de su mamá francesa y de su papá alemán. No tuvo necesidad de tocar el tema del saqueo minero porque ya anteriormente había indicado que no se debería ni pensar en aplicar un impuesto a las sobreganancias, que eso “ahuyentaría a los capitales”.
Claro, no dijo que los capitales se ahuyentan ellos solitos, cada año que se llevan del Perú el 95% del excedente económico generado.
La otra candidata ilegal, la japonesa Fujimori Keiko, se refirió también a su papi, pero guardó silencio sobre el regalo de los recursos naturales que el dictador –otro usurpador de la presidencia peruana, por extranjero− hizo a las compañías mineras.
Con el fin de entregar las riquezas peruanas, el nipón hizo aprobar una constitución ad-hoc y puso en vigencia legislación subsidiando la actividad de la gran minería con reinversiones de utilidades que pasan a ser deducciones del impuesto a la renta.
Como pastel de cumpleaños, el japonés Fujimori entregó a las mineras los tristemente célebres “contratos de estabilidad tributaria”, que son como si un asaltado firmara con el asaltante un convenio por el cual la víctima acepta y agradece que lo desvalijen diez, quince, o veinte años seguidos.
No mis estimados, esto no va más. No puede ir más. Aquí el tema no es Chávez. El tema es Buenaventura, Yanacocha, Antamina, Barrick, Southern y las demás. Ellas son las que están detrás de la campaña del miedo en contra de los candidatos que se atreven a tocar el tema de las sobreganancias mineras.
El próximo diez de abril, que la derecha no nos siga cojudeando. Votemos contra el saqueo. No apoyemos a ninguno de los candidatos de las mineras. Castiguemos a los extranjeros Kuczynski y Fujimori, por querer hacernos cholitos. Tampoco votemos por el felipillo Toledo, agente de intereses foráneos, ni por el mudo Comunicore.
Votemos por el candidato que ofrezca detener y revertir el pago de lo que puede denominarse el Nuevo Rescate de Atahualpa. Elijamos al candidato que comience a poner justicia en la distribución de la riqueza y devuelva la dignidad al Perú.