Gerente de minera admitió infracción ambiental en declaraciones públicas del pasado 23 de marzo.
Por Víctor Alvarado
El gobierno del presidente Humala y la empresa Xstrata Tintaya han presentado los sucesos de Espinar solo como un hecho violentista de agitadores antimineros y en un gesto reprobable ocultan al país los riesgos a que estarían siendo expuestos las poblaciones de las comunidades campesinos por relaves que estarían siendo arrojados por la minera a los ríos Salado y Cañipía, cuyas aguas son utilizados para el consumo humano y la ganadería de cuatro distritos y siete comunidades campesinas de la citada provincia.
La denuncia de esta probable contaminación hecha por las autoridades y comunidades campesinas ante la fiscalía ambiental de Espinar se remonta a noviembre del 2011 y pretende ser desestimada con el argumento de que la denuncia parte de un informe equivocado referido a los “Riesgos de contaminación del proyecto minero Quechua- Cusco” y no a Xstrata Tintaya, realizado del 04 al 11 de octubre del 2010 por el Centro Nacional de Salud Ocupaciones y la Protección del Ambiente para la Salud- CENSOPAS del Ministerio de Salud.
Informe existe
La congresista Verónika Mendoza, a la que se le atribuye haber usado ese informe que no se refiere a Xstrata, ha puesto los puntos sobre las íes al señalar públicamente que ese no es el informe que respalda la denuncia de las autoridades y pobladores afectados, sino otro informe del mismo CENSOPAS titulado “Riesgos a la salud por Exposición a Metales Pesados en la Provincia de Espinar- Cusco”, realizado entre agosto y octubre del 2010, hecho paralelamente al anterior, que el ministro de Salud, Alberto Tejada, se lo entregó en enero del 2012.
“Nunca he hecho referencia a ese informe referido al proyecto minero Quechua-Cusco, sino al otro informe sobre los riesgos a la salud por exposición a metales pesados que afectan a Espinar y es sobre el cual las autoridades deben adoptar las medidas preventivas correspondientes”, dijo en amplias declaraciones difundidas en la pagina on line Servindi.
Cabe destacar que la denuncia sobre la contaminación de los ríos Salado y Cañipía, en cuyas cuencas opera la minera Xstrata, y que afecta a cuatro distritos y siete comunidades campesinas, obra en la Fiscalía Ambiental de Espinar, la que apertura investigación el 21 de noviembre del 2011 y está basada en los estudios de la ingeniera ambiental Eike Humpel, y no en el informe de CENSOPAS obtenido por la congresista Mendoza en enero del año en curso.
Este informe ha sido añadido a posteriori en la denuncia porque confirma los estudios de la ingeniera Humpel.
Según el informe de CENSOPAS, que confirma los términos de la denuncia penal de las autoridades de Espinar, de 506 personas analizadas de los distritos de Espinar, Pallpata, Occoruro y Pichigue, ubicadas en el área de influencia de Xstrata Tintaya, el 5.5% presentó valores por encima de los límites de permisibles de mercurio y que 24 de ellos presentaban valores de arsénico en la orina.
También se hallaron concentraciones de arsénico en dos muestras, de mercurio en 33 muestras de agua de consumo humano, que superaron los límites permisibles establecidos por los DS 002-2008-MINAM y 031-2010-SA, así como los parámetros guías de la OMS.
Mea culpa
En su momento cuando se hizo pública esta información el pasado miércoles 23 de marzo en el diario El Comercio de Lima, el propio gerente de la empresa Xstrata Tintaya, Edgardo Orderique Luperdi, admitió en forma pública: “Sí, estamos por encima de los límites permisibles, pero tenemos cinco años para adecuarnos”, asumiendo que continuarán arrojando relaves a los ríos, con lo cual estarían afectando a la poblaciones con agua contaminada por otros cinco años.
El ministro de Energía y Minas, Jorge Merino, en declaraciones abiertamente cuestionable, que cuestionan la moral del gobierno, ha declarado este jueves en RPP que la minera no contamina el ambiente y que por lo demás se trata de una empresa con rango internacional de minera responsable, como si los informes que amparan la denuncia penal fueran un fabula.
La investigación fiscal, al parecer interrumpida porque no se sabe de sus resultados, alcanzó a realizar una inspección in situ y establecer que los ríos Hiunumayo y Tintaya, cuyas aguas desembocan en los ríos Salado y Cañipía, registran presencia de relaves mineras y coincidentemente en las cuencas altoandinas donde se origina estas aguas, opera Xstrata Tintaya
La contaminación de las aguas de los ríos Salado y Cañipía, según la denuncias en manos de la Fiscalía Ambiental de Espinar, afecta directamente a los pobladores de cuatro distritos de Yauri y a siete comunidades campesinas, entre ellas las de Huarca, Alto Huancanè, Huija y Huija Qollana.
Además de este forma de contaminación, según la denuncia, la empresa tiene relaveras expuestas al medio ambiente, de las que por efecto de los vientos, lanza los polvos con sustancias toxicas que caen de lleno sobre las viviendas de los pobladores.
Esta dramática realidad no puede ser silenciada con respuestas policiales sino con investigaciones reales y soluciones, y estas de acuerdo con normas de fiscalización, en este caso no aplicadas por Osinergmin, menos por el ministro Merino, involucrarían la suspensión de las actividades de la empresa hasta que implemente las medidas correctivas que se reclaman.