Libros escolares: Norma deslinda, son los infiltrados
Agustín Haya de la Torre
Se refuerza la hipótesis de la relación entre subversión y Chile
Según la editorial Norma, ellos no son responsables del contenido de los libros, pues los especialistas del ministerio de Educación revisaron los contenidos antes de ser distribuidos. Quien encabeza el equipo de autores es Agustín Haya de la Torre, quien en los últimos años más parecía un picaflor rondando entre el Apra, el comunismo y el nacionalismo, sin terminar por definirse abiertamente, pero sí goza de cargos políticos con el presente gobierno.
La apología del terrorismo es innegable, por ejemplo, cuando se dice que los subversivos “luchan por un país mejor”. A lo que suma su insulto al Gobierno y las Fuerzas Armadas, de las que dicen que “reprimían con violencia y causaban, brutalmente, la muerte de los subversivos”.
La presentación de la lucha contra el terrorismo debió ser precisa y simple, apropiada para la edad de los menores, y debió condenar con claridad el terrorismo. En cuanto al gobierno y las FF. AA., también debió decir con sencillez que derrotaron a los subversivos, pero que se cometieron excesos durante los corruptos gobiernos del dictador Fujimori y del primer periodo de García. Es la única verdad.
Por ese lado, Cabanillas tiene razón al decir que esos textos constituyen un peligro para la formación de los alumnos cuando en el libro sostienen que las Fuerzas Armadas “reprimían con violencia y causaban, brutalmente, la muerte de los subversivos”.
Según el congresista Edgard Núñez, los autores son izquierdistas radicales del grupo Puka Llacta que acompañaron a Haya de la Torre, quien dirigió al equipo. Sea como fuere, hay un hilo conductor, un elemento común: el libro criticado por Mercedes Cabanillas y los que anteriormente hemos denunciado en Con Nuestro Perú se han elaborado por un equipo “supervisado” por Agustín Haya de la Torre, persona que haciendo o dejando hacer ha impuesto un sello prochileno a los libros del área de Ciencias Sociales puesta bajo su responsabilidad.
La subversión en el Perú y Chile
En diversos artículos hemos ensayado la hipótesis del fuerte lazo entre el terrorismo de Sendero Luminoso (SL) y el MRTA y Chile1. Como todos sabemos, las diversas facciones comunistas en Chile nunca reventaron una bomba en su país. No obstante, en SL y el MRTA aparecieron estratégicamente chilenos insertados en los altos mandos y ya sabemos cómo regaron de dinamita y muerte todo el país.
¿Por qué en Chile no y en el Perú sí causaron destrucción? Ese accionar revela que Chile habría infiltrado agentes entre los subversivos peruanos, a quienes convencieron de la destrucción, por ser conveniente a los intereses de Chile: se creaba la imagen del Perú como país inestable (mientras Chile se promovía por el mundo como país estable) y las empresas transnacionales (contra las cuales los chilenos atizaban los coros “¡Fuera yanquis!”) salían del Perú para irse a Chile, para dejar desempleo en el Perú y dar empleo a los chilenos.
Otra ventaja para Chile era que el terrorismo depreciaba las empresas nacionales, parte de las cuales después adquirieron los chilenos a precio barato.
Paralelamente, Chile propiciaba que se falsifique la Historia del Perú, en los capítulos correspondientes a la Guerra con Chile, hecho para el cual se prestó el traidor Allan Wagner con la firma del Acta de Lima. Y aunque el Acta de Lima fue desaprobada por el Congreso, ello no impidió que ciertos traidores peruanos iniciaran el deseado trabajo de falsificar nuestra Historia, prestándose a un plan de conquista cultural, que es una conocida maniobra geopolítica que realizan los estados que pretenden dominar a otro país.
Consecuencia de esas acciones son los dos libros escolares con la Historia de la Guerra con Chile en versión prochilena, como hemos denunciado2 y la existencia de profesores de Historia traidores y sirvientes prochilenos3.
Nuestra hipótesis reforzada
No obstante nuestro deseo de llegar a la verdad, cuando denunciamos la falsificación de la Historia de la Guerra con Chile, no revisamos los libros completos, por eso no detectamos la infiltración subversiva en los contenidos.
Estas dos coincidencias (subversión y falsificación de la Historia) sólo refuerzan nuestra teoría: quienes deformaron los textos para introducirle contenidos subversivos también siguieron el plan chileno de falsificar los episodios de la Guerra con Chile; Agustín Haya de la Torre también estuvo presente en esa maniobra, lo cual confirma la injerencia chilena en el accionar de los radicales peruanos subversivos y prosubversivos.
Resultaría pues que los subversivos peruanos no fueron más que unos tontos útiles de los servicios secretos chilenos (que actuaron como los servicios secretos de Israel, infiltrándose entre el terrorismo palestino), los cuales, por cierto, no actuaban solos. En el aspecto de denigrar a las FF. AA. y propiciar separatismos, está también la mano de EE. UU., como bien lo dice Lyndon Larouche, en Executive Intelligence Review (número de catálogo de la biblioteca del Congreso de Estados Unidos 93-72332).
En ese trabajo se señala el complot para “Aniquilar a las Fuerzas Armadas y a las naciones de Iberoamérica”, donde detalla un plan internacional para sojuzgar a los países de América Latina. Sindica al Diálogo Interamericano como uno de los brazos del plan estadounidense para América Latina que no sólo contempla la desestabilización de las FF. AA., sino que incluye un plan pronarco, que descarta la moralidad en el tratamiento del narcotráfico, entre otras aberraciones, como procurar la despoblación, ocupación militar de EE. UU., la agudización de conflictos étnicos para dividir a los países, fomento de los conflictos fronterizos. Además, para el Perú incluye maniobras en favor de SL y contra las FF. AA. Por ejemplo, destaca la declaración de Carlos Boloña ante el Consejo de las Américas, donde les dice a los estadounidenses “que no se preocuparan, que a los militares peruanos se les tiene estrangulados económicamente y que no le darían el presupuesto que necesitan para vencer a Sendero”.
Esto explica la relación entre los izquierdistas radicales, muchos de ellos colaboradores o trabajadores de ONGs, y su accionar antigobierno y en contra de las FF. AA, de allí esos contenidos en los textos escolares, que coincidentemente también son contenidos prochilenos y antiperuanos.
El enfermizo afán de los chileno de introducirse en el Perú
Como vemos, hay ramas podridas chilenas bien instaladas con el favor de sirvientes colaboracionistas. Ahora que el presidente venezolano Hugo Chávez ha otorgado 8 millones de dólares a la Universidad de Artes y Ciencias Sociales de Chile (Arcis) —como parte de una red regional para la formación de profesionales en políticas públicas que impulsa el gobierno de Venezuela, cuyo proyecto está en proceso en el Perú—, estemos atentos a la captación de universitarios peruanos para someterlos a lavados cerebrales y así multiplicar el número de sirvientes y felones prochilenos en el Perú.
En cuanto al ministerio de Educación, la cuestión de los libros la remitimos a la oficina de prensa, solicitando se informe al ministro Chang para que se pronuncie, pero nunca recibimos respuesta.
Esperemos pues, aunque tarde, que el Congreso, que todavía no hizo nada con nuestras denuncias4, abandone su negligente proceder y erradique los contenidos prochilenos y prosubversivos de los textos escolares para que no envenenen a la juventud. Además, debe cesar el favorecimiento aprista a editoriales extranjeras como la colombiana Norma; ya es tiempo de recordar que los peruanos podemos hacer las cosas solos, no necesitamos que capitalistas extranjeros sean favorecidos en detrimento de empresarios y trabajadores peruanos.
A propósito, ¿qué uso se da a las imprentas del Estado? Además, debería restaurarse el curso de Historia del Perú como era antes, una materia independiente, pues el rebajarlo a un simple anexo de Ciencias Sociales sólo favorece a quienes quieren borrar la identidad nacional.
Todo lo sucedido con libros de mercado cautivo que los extranjeros hacen para el Perú tienen la desventaja de que limitan el desarrollo intelectual y profesional de especialistas peruanos suficientemente capacitados para elaborar textos escolares y, al trabajar con equipos de “especialistas”, diluyen la responsabilidad individual en lo que atañe a errores y contrabandos ideológicos.
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1 Ver: Inca Kola a Chile, Chilenos han silenciado a la “izquierda caviar”, Puno: Cómo producir Hernán Fuentes en serie II, El rastro chileno terrorista en el Perú, “Cumbre de los Pueblos”: farsa caviar.
2 Ver: ¡Lavado cerebral a escolares promovido por Ministerio de Educación!, ¡Infamia contra escolares al descubierto!
3 Ver: Crisis de la profesión de Historia, Margarita Guerra, denigradora de Pons Muzzo, Joseph Dager, uno de los más avezados sirvientes prochilenos.
4 Cabanillas solicitará revisar libros con historia falseada.
La presentación de la lucha contra el terrorismo debió ser precisa y simple, apropiada para la edad de los menores, y debió condenar con claridad el terrorismo. En cuanto al gobierno y las FF. AA., también debió decir con sencillez que derrotaron a los subversivos, pero que se cometieron excesos durante los corruptos gobiernos del dictador Fujimori y del primer periodo de García. Es la única verdad.
Por ese lado, Cabanillas tiene razón al decir que esos textos constituyen un peligro para la formación de los alumnos cuando en el libro sostienen que las Fuerzas Armadas “reprimían con violencia y causaban, brutalmente, la muerte de los subversivos”.
Según el congresista Edgard Núñez, los autores son izquierdistas radicales del grupo Puka Llacta que acompañaron a Haya de la Torre, quien dirigió al equipo. Sea como fuere, hay un hilo conductor, un elemento común: el libro criticado por Mercedes Cabanillas y los que anteriormente hemos denunciado en Con Nuestro Perú se han elaborado por un equipo “supervisado” por Agustín Haya de la Torre, persona que haciendo o dejando hacer ha impuesto un sello prochileno a los libros del área de Ciencias Sociales puesta bajo su responsabilidad.
La subversión en el Perú y Chile
En diversos artículos hemos ensayado la hipótesis del fuerte lazo entre el terrorismo de Sendero Luminoso (SL) y el MRTA y Chile1. Como todos sabemos, las diversas facciones comunistas en Chile nunca reventaron una bomba en su país. No obstante, en SL y el MRTA aparecieron estratégicamente chilenos insertados en los altos mandos y ya sabemos cómo regaron de dinamita y muerte todo el país.
¿Por qué en Chile no y en el Perú sí causaron destrucción? Ese accionar revela que Chile habría infiltrado agentes entre los subversivos peruanos, a quienes convencieron de la destrucción, por ser conveniente a los intereses de Chile: se creaba la imagen del Perú como país inestable (mientras Chile se promovía por el mundo como país estable) y las empresas transnacionales (contra las cuales los chilenos atizaban los coros “¡Fuera yanquis!”) salían del Perú para irse a Chile, para dejar desempleo en el Perú y dar empleo a los chilenos.
Otra ventaja para Chile era que el terrorismo depreciaba las empresas nacionales, parte de las cuales después adquirieron los chilenos a precio barato.
Paralelamente, Chile propiciaba que se falsifique la Historia del Perú, en los capítulos correspondientes a la Guerra con Chile, hecho para el cual se prestó el traidor Allan Wagner con la firma del Acta de Lima. Y aunque el Acta de Lima fue desaprobada por el Congreso, ello no impidió que ciertos traidores peruanos iniciaran el deseado trabajo de falsificar nuestra Historia, prestándose a un plan de conquista cultural, que es una conocida maniobra geopolítica que realizan los estados que pretenden dominar a otro país.
Consecuencia de esas acciones son los dos libros escolares con la Historia de la Guerra con Chile en versión prochilena, como hemos denunciado2 y la existencia de profesores de Historia traidores y sirvientes prochilenos3.
Nuestra hipótesis reforzada
No obstante nuestro deseo de llegar a la verdad, cuando denunciamos la falsificación de la Historia de la Guerra con Chile, no revisamos los libros completos, por eso no detectamos la infiltración subversiva en los contenidos.
Estas dos coincidencias (subversión y falsificación de la Historia) sólo refuerzan nuestra teoría: quienes deformaron los textos para introducirle contenidos subversivos también siguieron el plan chileno de falsificar los episodios de la Guerra con Chile; Agustín Haya de la Torre también estuvo presente en esa maniobra, lo cual confirma la injerencia chilena en el accionar de los radicales peruanos subversivos y prosubversivos.
Resultaría pues que los subversivos peruanos no fueron más que unos tontos útiles de los servicios secretos chilenos (que actuaron como los servicios secretos de Israel, infiltrándose entre el terrorismo palestino), los cuales, por cierto, no actuaban solos. En el aspecto de denigrar a las FF. AA. y propiciar separatismos, está también la mano de EE. UU., como bien lo dice Lyndon Larouche, en Executive Intelligence Review (número de catálogo de la biblioteca del Congreso de Estados Unidos 93-72332).
En ese trabajo se señala el complot para “Aniquilar a las Fuerzas Armadas y a las naciones de Iberoamérica”, donde detalla un plan internacional para sojuzgar a los países de América Latina. Sindica al Diálogo Interamericano como uno de los brazos del plan estadounidense para América Latina que no sólo contempla la desestabilización de las FF. AA., sino que incluye un plan pronarco, que descarta la moralidad en el tratamiento del narcotráfico, entre otras aberraciones, como procurar la despoblación, ocupación militar de EE. UU., la agudización de conflictos étnicos para dividir a los países, fomento de los conflictos fronterizos. Además, para el Perú incluye maniobras en favor de SL y contra las FF. AA. Por ejemplo, destaca la declaración de Carlos Boloña ante el Consejo de las Américas, donde les dice a los estadounidenses “que no se preocuparan, que a los militares peruanos se les tiene estrangulados económicamente y que no le darían el presupuesto que necesitan para vencer a Sendero”.
Esto explica la relación entre los izquierdistas radicales, muchos de ellos colaboradores o trabajadores de ONGs, y su accionar antigobierno y en contra de las FF. AA, de allí esos contenidos en los textos escolares, que coincidentemente también son contenidos prochilenos y antiperuanos.
El enfermizo afán de los chileno de introducirse en el Perú
Como vemos, hay ramas podridas chilenas bien instaladas con el favor de sirvientes colaboracionistas. Ahora que el presidente venezolano Hugo Chávez ha otorgado 8 millones de dólares a la Universidad de Artes y Ciencias Sociales de Chile (Arcis) —como parte de una red regional para la formación de profesionales en políticas públicas que impulsa el gobierno de Venezuela, cuyo proyecto está en proceso en el Perú—, estemos atentos a la captación de universitarios peruanos para someterlos a lavados cerebrales y así multiplicar el número de sirvientes y felones prochilenos en el Perú.
En cuanto al ministerio de Educación, la cuestión de los libros la remitimos a la oficina de prensa, solicitando se informe al ministro Chang para que se pronuncie, pero nunca recibimos respuesta.
Esperemos pues, aunque tarde, que el Congreso, que todavía no hizo nada con nuestras denuncias4, abandone su negligente proceder y erradique los contenidos prochilenos y prosubversivos de los textos escolares para que no envenenen a la juventud. Además, debe cesar el favorecimiento aprista a editoriales extranjeras como la colombiana Norma; ya es tiempo de recordar que los peruanos podemos hacer las cosas solos, no necesitamos que capitalistas extranjeros sean favorecidos en detrimento de empresarios y trabajadores peruanos.
A propósito, ¿qué uso se da a las imprentas del Estado? Además, debería restaurarse el curso de Historia del Perú como era antes, una materia independiente, pues el rebajarlo a un simple anexo de Ciencias Sociales sólo favorece a quienes quieren borrar la identidad nacional.
Todo lo sucedido con libros de mercado cautivo que los extranjeros hacen para el Perú tienen la desventaja de que limitan el desarrollo intelectual y profesional de especialistas peruanos suficientemente capacitados para elaborar textos escolares y, al trabajar con equipos de “especialistas”, diluyen la responsabilidad individual en lo que atañe a errores y contrabandos ideológicos.
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1 Ver: Inca Kola a Chile, Chilenos han silenciado a la “izquierda caviar”, Puno: Cómo producir Hernán Fuentes en serie II, El rastro chileno terrorista en el Perú, “Cumbre de los Pueblos”: farsa caviar.
2 Ver: ¡Lavado cerebral a escolares promovido por Ministerio de Educación!, ¡Infamia contra escolares al descubierto!
3 Ver: Crisis de la profesión de Historia, Margarita Guerra, denigradora de Pons Muzzo, Joseph Dager, uno de los más avezados sirvientes prochilenos.
4 Cabanillas solicitará revisar libros con historia falseada.