Ante el incumplimiento de los acuerdos del acta de enero, a que se comprometió el gobierno, la Federación Médica Peruana (FMP) rechazó la mediación de monseñor Luis Bambarén y sólo la aceptó para facilitar un diálogo directo con las autoridades del poder ejecutivo para solucionar sus reclamos, pues deben conversar con quienes están enterados de la problemática, según informaron.
Julio Vargas, presidente FMP, informó que el presidente del Consejo de Ministros, Jorge del Castillo, y el ministro de Economía y Finanzas, Luis Valdivieso, prometieron alcanzar al gremio una fórmula de transacción inicial para luego desarrollar los 15 puntos del acta de reclamos.
El rol de monseñor Bambarén, que se produce a pedido de Del Castillo, terminará cuando la FMP entable conversaciones con los representantes del poder ejecutivo.
El ministerio de Salud (Minsa) señala que no exista la figura de entrega de hospitales (anunciada por la FMP) por parte del personal médico porque el Estado es dueño de ellos y los profesionales de la salud son servidores contratados para brindar un servicio.
El Minsa comunicó que la acción que realizarían los médicos es abandonar a los pacientes y retirarse de sus puestos de trabajo, lo que está penado por ley y conlleva a sanciones legales, vigentes con anterioridad a esta huelga, por lo que, de ejecutarse la medida del gremio médico, convocarán al Fiscal de Prevención del Delito para levantar un acta y constatar el retiro de sus puestos de trabajo y abandono de los pacientes, especialmente en los servicios de emergencia, cuidados intensivos y otros que prevén las diferentes normas
En tanto, la FMP informó que al no haberse cumplido los compromisos adquiridos en el acta de enero, se verían en la dolorosa necesidad de radicalizar sus medidas, que incluyen evaluar la condición de los pacientes internados para, luego de estabilizarlos y asegurar su salud, darles de alta.
La FMP aclaró que no se dará de alta ni abandonará a pacientes de las unidades de cuidados intensivos, sólo se dará el alta a pacientes estabilizados cuya salida del hospital no presente ningún riesgo para su salud.
Monseñor Bambarén aseguró que enviar a los enfermos a sus casas, de darlos de alta, desde el punto de vista cristiano sería un pecado.
Se evidencia que monseñor Bambarén ingresa a la negociación desconociendo el procedimiento de alta anunciado por la FMP, pues el gremio asegura que sólo saldrán de alta los pacientes cuya salida del hospital no presente ningún riesgo para su salud. De esta manera, de manera paradójica, monseñor peca por tildar de pecado una acción que desconoce y precipitarse a calificarla de pecado, pues no implica riesgo en la salud del enfermo.
Esperemos que Bambarén tenga éxito en la negociación, porque en una huelga anterior calificó a la misma de “criminal”, parcializándose con el gobierno.