Del Castillo se reunió con mafiosos del petróleo
¿Es Palacio la nueva “salita del SIN”?
Tras la revelación de audios que lo implican en el escándalo de los negociados de lotes petroleros, el presidente del Consejo de Ministros, Jorge Del Castillo, admitió que se reunió con Fortunato Canáan y Rómulo León.
Según el audio difundido por Perú.21, Del Castillo habría estado al tanto de las operaciones de la mafia en beneficio de la noruega Discover Petroleum.
Del Castillo minimizó el contenido del audio, “esa mención no me implica en nada, no significa nada”, replicó. Pero tras la difusión de la grabación se vio obligado a reconocer que se reunió con esos sujetos.
“Yo he recibido al señor Canáan a instancias, no del señor (Rómulo) León, que no tenía nada que ver con su presencia. Rómulo León se incorporó después, en una segunda conversación, en la que, efectivamente, se me pidió que yo gestionara una cita con el presidente (Alan García), cosa que no hice. Eso que quede bien claro. Esto fue más o menos en febrero”, aseveró.
En su defensa, el ministro aseguró que en la cita con esas personas no hubo ningún hecho irregular. “Estas conversaciones o estas atenciones uno las tiene que brindar como primer ministro. Las hago usualmente con inversionistas peruanos o extranjeros que están interesados en invertir, en desarrollar proyectos de interés para el país, con todos tengo el mismo nivel de respeto, se suele explicar la situación económica y jurídica del país”, puntualizó.
El jefe del gabinete dijo no saber quién llevó hasta Palacio de Gobierno al dominicano Canáan para que se reúna con el presidente Alan García y el ex ministro Luis Valdivia, hecho que fue fotografiado por la agencia oficial Andina, a fines de abril.
“Tengo entendido que en algún momento llegaron a tener una reunión en Palacio, si no me equivoco a fines de abril, pero esa reunión yo no la solicité, no la gestioné, no la tramité, no tengo nada que ver con esa reunión”, subrayó.
"Es público y notorio que el señor presidente, recibe a una serie de inversionistas, nosotros los acogemos de buena fe, tengo entendido que en algún momento llegaron a tener una reunión en Palacio, si no me equivoco pudo ser a fines de abril pero esa reunión no la tramité ni solicité yo, no tengo nada que ver con esa reunión", precisó.
Recordemos que cuando Del Castillo fue alcalde, al término de su gestión construyó una costosa y amplia residencia en Camacho. ¿Para tanto le daba su sueldo de alcalde? Recordemos también que su hijo hace poco habló de comprar un canal. ¿De dónde sacaría dinero un joven con talentos desconocidos para una adquisición tan importante?
La gran pregunta es si existen normas claras para que los inversionistas accedan a las licitaciones que convoca el gobierno, ¿por qué el Presidente de la República sostiene conversaciones con postores a las licitaciones? ¿Se trata de “acuerdos” para dar la buena pro de antemano? ¿Es Palacio la nueva “salita del SIN”, donde todo se vende? ¿Por qué el Presidente recibe sólo a determinados empresarios? ¿No resulta todo esto sospechoso?
¿Acaso no están los respectivos ministerios para explicar a los empresarios todo lo relativo a la normatividad a la que tienen que sujetarse y aclarar cualquier duda sobre nuestro país para que postulen a una licitación? ¿Tampoco el estado peruano ofrece información suficiente, clara y oportuna para que los inversionistas conozcan todo lo necesario antes de poner su dinero en el Perú? Si todo fuese claro y explícito en la información de folletos o por internet, nadie necesitaría “conversar” con ministros y menos con el Presidente de la República.
Debe regularse el trato del estado con inversionistas, de modo que se explique todo ampliamente en las propuestas y no se deje margen a las preguntas. Si surgieran preguntas, éstas deberían tener un canal oficial y público, de ninguna manera ministros ni el Presidente.
Lo que parece estar sucediendo, pese a que García dice que apoya a los inversionistas, sería una serie de “acuerdos” previos que favorecerían a determinados empresarios inescrupulosos; pero en realidad se estaría engañando a empresarios honestos que postulan limpiamente haciéndoles perder tiempo y dinero, porque esos “acuerdos” ya colocarían a los ganadores de antemano (¡claro, ya suponemos cuánto “aceite” estaría corriendo para ser favorecidos!).
De ser cierto todo esto, el Perú se estaría convirtiendo en paraíso de mafiosos y corruptos y estaría haciendo correr a inversionistas honestos, que es lo que el país necesita.
Están los escándalos de Toromocho, entregado casi de regalo, las concesiones de puertos, aeropuertos, el aeródromo de Collique, la renuencia a cobrar las regalías mineras, los cielos abiertos, el remate de terrenos, las intenciones de vender terrenos en la selva, de privatizar el agua, Essalud, y una larga lista de oscuras transacciones, sumadas a un Contralor que ha decido “no ver”.
Lo dicho nos hace ver que por la pasividad del Congreso y de las organizaciones sociales el gobierno aprista se siente con las manos libres para hacer lo que le venga en gana con los recursos y el patrimonio del Perú. En este contexto, no llama la atención que haya saltado a la luz pública el escándalo de la petrocoima, en el cual participan corruptos reincidentes como Rómulo León Alegría, indicación de que no hay propósito de enmienda en este gobierno, que viene signado por una permanente aura de corrupción.
Sólo una ciudadanía organizada, que exija transparencia y mayor participación en la fiscalización del dinero y recursos de todos los peruanos podrá frenar estos preocupantes signos de podredumbre que amenazan a nuestro país. Sería saludable que se estimule a los estudiantes de contabilidad y profesiones afines a escarbar las cuentas del gobierno y establecer premios para aquellos que consigan descubrir casos de corrupción.
Por otro lado, hasta ahora el Congreso no aprueba la imprescriptibilidad para los delitos de corrupción. ¿Los corruptos esperan pasar un tiempo en el exterior, tal vez en París, para luego volver a las andanzas con toda impunidad?
Escuchar el audio en Perú.21.