marihuana hojaLa reciente legalización del consumo de marihuana en Uruguay tendría un efecto negativo en la población joven del Perú, pues fortalecería la errónea percepción de que esta droga es de bajo riesgo.

 Milton Rojas, del Centro de Información y Educación para la Prevención y el Abuso de Drogas, Cedro, advirtió que la despelanización de la producción, distribución y venta de la marihuana en Uruguay contribuye a esa percepción incorrecta, que es causa de que la marihuana ocupe el primer lugar entre las drogas ilícitas que en el Perú se consume sin diferenciar la edad, el sexo y la clase social, y que su utilización sea considerada como algo normal para los usuarios.

Un estudio de Cedro revela que los adolescentes y jóvenes creen que es normal y de bajo riesgo el uso de marihuana. "El consumo de esta droga se da en todos los grupos etarios. El promedio de iniciación es alrededor de los 13 años de edad, pero eso no quiere decir que no haya chicos que se estén iniciando a los 11 o 12 años", dijo, citado por Correo.

Explicó que cuando el consumo de marihuana es precoz en púberes y adolescentes, el riesgo de dependencia y daño al organismo se incrementa, lo que va asociado al bajo rendimiento académico y a que los consumidores se alejen de cosas saludables, como el deporte y los estudios.

Aunque las investigaciones científicas han comprobado que el uso frecuente de marihuana genera adicción y tiene efectos fisiológicos y sicológicos en los consumidores, esto no ha servido de mucho para cambiar la visión de la población que consume, ha consumido o que podría usar esta droga de fácil acceso en el barrio, el colegio, la universidad, en cualquier lugar.

El Estudio Epidemiológico de Consumo de Drogas en la Población Peruana 2013 revela que 7.5% de la población ha consumido marihuana al menos una vez en su vida, y que el 26% de peruanos recibió un ofrecimiento para usarla. Tres de cada 10 personas aceptaron esta tentadora oferta.

Según un estudio de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas, Devida, la droga más fácil de conseguir para los escolares de secundaria sigue siendo la marihuana. Esto demuestra la incapacidad de la Policía en combatir el consumo de drogas, factor que además convierte en más peligrosos a los delincuentes consumidores.l

Mal ejemplo: Villarán

Un nefasto mal ejemplo en el Perú es Susana Villarán, quien muy suelta de huesos confesó haber consumido marihuana, pese a ello, sus amigos políticdos y periodistas minimizaron este mal ejemplo dañoso para la juventud, Ahora, sospechosamente no hay lucha cbntra las drogas por parte de la municipalidad de Lima, pues son conocidos los antros de venta sin que nadie haga algo,

Las autoridades se están concentrando en el aspecto preventivo. "Hay que seguir incorporando las nuevas estrategias y evidencias que nos dicen qué funciona y qué no funciona en prevención. Hay que involucrar a la familia, que juega un rol decisivo tanto para evitar el uso de la marihuana como también en aquellos chicos involucrados en drogas", explicó Rojas.

Según el especialista, se requiere afinar estrategias de detección temprana en colegios, institutos y universidades. "Es más difícil recuperar a un adicto adulto que hacer detección temprana para evitar que un chico llegue a esos niveles", dijo, pero no cuestionó la complacencia del Gobierno al no enfrentar este problema con un trabajo policial más efectivo.

Artículos relacionados

El consumo de marihuana en adolescentes podría reducir el coeficiente intelectual

Villarán, ¿miente o presenta degeneración cerebral por las drogas?

Marihuana daña la salud mental incluso fumando una sola vez

Falsa lucha de los EE. UU. contra el narcotráfico en América Latina