Cómplice de García Pérez es uno de los responsables de la matanza de los penales de 1985

Escribe: César Vásquez Bazán

Luis Gonzales Posada velasquismo

Luis Gonzales-Posada Eyzaguirre, el Montesinos alanista, fue colocado por el gobierno militar como interventor del diario La Crónica de Lima. Desde esa época era informante de la CIA.

Gonzales-Posada publicó en La Crónica el artículo "La revolución tiene que defenderse", justificando la deportación de los dirigentes apristas Armando Villanueva del Campo y Jorge Idiáquez y la detención de otros líderes del PAP.

Durante el fujimorato, Luis Gonzales-Posada gozó de la protección de su colega Vladimiro Montesinos Torres.

Enriquecido durante la dictadura militar y durante ambos gobiernos de Alan García, Luis Gonzales-Posada Eyzaguirre se negó rotundamente a prestar algo de dinero a su hermana Bertha Gonzales-Posada, paciente de cáncer. Bertha pidió su ayuda para afrontar el costo de los tratamientos de la enfermedad que finalmente la llevó a la tumba. En su lecho de muerte, Bertha Gonzales-Posada contaba con lágrimas en los ojos la traición de su propio hermano.

El informante Luis Javier Gonzales-Posada Eyzaguirre, parlamentario desde el año 2001 y actual congresista por Ica en representación del alanismo, entró al servicio de la agencia foránea de espionaje por excelencia hace ya más de treinta años. Así lo informó el célebre Archivo Mitrokhin de la KGB en post que publicáramos hace algún tiempo (véase, al respecto,http://cavb.blogspot.com/2007/02/gonzales-posada-agente-de-la-cia-segn.html).

No obstante haber sido puesto al descubierto como operador de intereses extranjeros, el macrocefálico de la referencia sigue actuando en el país con el beneplácito de su protector y asesorado, don Alan Gabriel García Pérez, y aprovechando el silencio cómplice de los medios de manipulación de la opinión pública (conocidos comúnmente en el Perú como “la prensa libre”).

El día de hoy, de manera específica, el soplón Gonzales-Posada se desempeña en el Congreso del Perú —nada menos— que como miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores.

Teniendo en cuenta la información sobre la seguridad y relaciones internacionales del Perú a la que tiene acceso por el cargo que desempeña, es posible inferir que es probable que una copia de los reportes recibidos por Gonzales-Posada esté en manos de los espías de Yanquilandia y, a través de esa vía, en conocimiento, entre otros, del gobierno chileno. Sin duda, en el cumplimiento de su sagrado deber al servicio de potencias foráneas, Gonzales-Posada es un digno continuador de individuos que cumplieron rol similar en anteriores administraciones, entre los que destacan el delincuente fujimorista Vladimiro Montesinos Torres y el endeudador y negociante norteamericano Pedro-Pablo Kuczynski.

¿Cómo llegó a aparecer y trepar en la política peruana este Montesinos de García Pérez?

En la declaración jurada presentada como candidato a congresista en las elecciones generales de 2006, Luis Javier Gonzales-Posada Eyzaguirre indica haber estudiado en la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de San Marcos entre 1963 y 1970. No obstante, misteriosamente, reconoce que carece de certificación al respecto (*).

Sin lugar a dudas, el estudiante-fantasma Gonzales-Posada no llegó adonde está en virtud de méritos académicos o inteligencia, sino más bien por el uso desenfrenado de su astucia, confirmando una tendencia descrita por Bacon hace varios siglos.

Para ser fieles con la historia, debemos reconocer que Gonzales-Posada inició su “carrera” política en busca de poder, dinero y mujeres aprovechando al máximo su condición de cuñado del general Juan Velasco Alvarado, presidente del Perú entre 1968 y 1975. Durante la dictadura militar, haciendo uso de su condición de hermano de la esposa de Velasco, Gonzales-Posada se hizo nombrar director en una veintena de instituciones estatales. Llegó a su punto culminante cuando fue colocado en el directorio del Instituto Peruano de Seguridad Social y, posteriormente, cuando fue designado director del diario estatizado La Crónica. Esta última hoja de prensa del régimen velasquista dedicó muchas de sus ediciones a ensalzar las “capacidades” infinitas del propio Gonzales-Posada.

Muerto Velasco, el espía apodado Cabeza buscó reengancharse con otras gentes que le permitieran seguir gozando de las gollerías que le hizo conocer la dictadura de Juan sin Miedo. Fue así como a fines de los años setenta se acercó a Alan García, otro elemento acostumbrado a vivir de la política y con objetivos personales sustancialmente similares a los suyos.

Dicho poéticamente, de cuñadísimo de Velasco, Gonzales-Posada pasó a ser amiguísimo y principal mentor de García Pérez. Para consagrar su nueva relación, el macrocefálico debió extirpar de su artificioso currículum vitae todas las alusiones que hicieran recordar su paso por el IPSS y el diario La Crónica durante el velascato.

Convertido en principal asesor de García Pérez, fue nombrado ministro de Justicia, cargo para el que no estaba preparado y que desempeñó entre julio de 1985 y junio de 1986. Durante su estancia en dicho ministerio se produjo la masacre de presos de El Frontón. Dado que el sistema carcelario pertenecía al ámbito del sector Justicia, la matanza de presos de 1986 obligó a su inmediata salida de circulación pública.

En premio a su torpeza, Gonzales-Posada fue nombrado representante del Perú ante la Organización de Estados Americanos, un muy bien remunerado puesto decorativo y sin mayores responsabilidades, que ejerció entre julio de 1986 y marzo de 1988. El acomodo en la burocracia internacional le sirvió para continuar informando a sus manejadores y amasando decenas de miles de dólares mensualmente.

Tras su estancia en la OEA haciendo caja, Gonzáles Posada regresó al Perú para desempeñarse como ministro de Relaciones Exteriores, posición que detentó oscuramente entre mayo de 1988 y marzo de 1989, y para la cual tampoco ostentaba estudio o experiencia alguna.

En resumen, tal es el sorprendente desenvolvimiento en la política peruana del soplón Luis Javier Gonzales-Posada Eyzaguirre, elemento que suplió su falta de conocimientos en materia empresarial, periodística, diplomática y de defensa nacional sirviendo como informante de la CIA, según lo registran los archivos de la KGB, conservados meticulosamente por el finado Vasili Nikitich Mitrokhin.

Fuentes consultadas

Andrew, Christopher. 2006. The World Was Going Our Way: The KGB and the Battle for the the Third World- Newly Revealed Secrets from the Mitrokhin Archive. New York: Basic Books.

Notas

(*) Puede leer la hoja de vida del informante de la CIA Luis Javier Gonzales-Posada Eyzaguirre visitando:
http://200.37.211.169/eg2006/electos/reg2006/i_prontCandidato.php?numinscripcion=1674&tipopartido=29.

© César Vásquez Bazán, 2010
Julio 9, 2010

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