jose antonio pelaez bardales 1La rigurosidad contra los fiscales que vieron ‘La Centralita’ o contra la exfiscal Carmen Berrocal contrasta en varios aspectos con otros casos que comprometían denuncias de corrupción en la región Áncash.

 En todo caso, no es lo que en Áncash esperaban de una investigación que el año pasado tuvo a su cargo el fiscal de la Nación en un caso por presunto enriquecimiento ilícito contra el presidente regional César Álvarez.

El presidente regional había sido auscultado por la fiscal anticorrupción del Santa, Nancy Moreno, quien encontró que Álvarez “evidenciaría signos exteriores de riqueza, en la realización de presuntas inversiones, las mismas que se reflejarían en la instalación de toda una organización que se encargaría de desprestigiar a quien se oponga a su persona”, así como la subvención de “gastos de campaña de dos candidatos al Congreso”.

Entonces, José Antonio Peláez Bardales recabó información abierta y básica de Registros Públicos, de Infocorp, sus declaraciones juradas de bienes y rentas, y un escrito del propio Álvarez señalando no poseer inmuebles. Eso fue todo.

El 13 de junio de 2013, Peláez llegó a una conclusión: “No haber mérito para formalizar y continuar la investigación preparatoria contra César Joaquín Álvarez Aguilar”. Otro de los tantos archivamientos del fiscal de la Nación.

Y entonces, en Áncash se preguntan por qué las cosas se miden con distinta vara.

Diario16, 30.03.2014