Fiorella Nolasco AncashAyer se realizó la audiencia que congregó en Chimbote a autoridades del Ministerio Público, Poder Judicial, Contraloría y del Congreso, para abordar la ola de violencia y corrupción que azota a Áncash, donde Fiorella Nolasco, hija del opositor del presidente regional César Álvarez, Ezequiel Nolasco, asesinado sin que se esclarezca la autoría, fue el personaje más destacado de los que intervinieron.

La joven, de 20 años de edad, asisitió con chaleco antibalas y rodeada de seguridad brindada por el Estado, pues además de su padre, su hermano también fue asesinado. Fue la más aplaudida y se destaca su valentía al enfrentar a la mafia a su corta edad.

La audiencia fue promovida por la Comisión de Fiscalización del Congreso y se realizó en la Univesidad Católica de Chimbote. César Álvarez no asistió.

Fiorella Nolasco pidió al fiscal de la Nación, José Peláez Bardales, recibirla para mostrarle una serie de documentos que demostrarían la gran corrupción en la gestión del gobierno regional, como lo denunció tras la muerte de su progenitor.

“Yo le pido al señor fiscal de la Nación, yo quisiera una audiencia porque este tema es muy largo […] tengo muchos documentos, muchas cosas que mi papá se ha encargado de guardar, muchos periódicos, pero nadie le ha hecho caso porque la justicia aquí ha estado comprada. Esa es la verdad. Lamentablemente ha estado comprada”, dijo.

Explicó que la violencia se inició en torno al paquete de inversiones de la gestión de César Álvarez, de S/.840 millones, pues los opositores protestaron por la sobrevaloración avalada por la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI). “Desde ese momento mi papá recibió amenazas y atentaron contra él”, narró.

Condenando su sospechosa inacción, los asistentes pifiaron al Fiscal de la Nación, José Peláez Bardales, quien reconoció la indolencia de su institución ante los graves hechos que sacudian a esta región. “Todos los fiscales necesitamos hacer un mea culpa por haber dado la espalda o abandonado al Santa, Chimbote, eso lo aceptamos”, dijo y cuestionó que haya habido un presidente de la Junta de Fiscales que estuvo mucho tiempo en el cargo y que se haya tenido que designar a fiscales provisionales.

Se comprometió a que un equipo de fiscales de Lima tome la investigación contra César Álvarez, a quien se le acusa de comandar una red de corrupción y de sicariato para eliminar a sus opositores políticos.

Cura amenazado

Otro personaje que llamó la atención fue el padre Luis Antonio Palomino Palacios, alcalde del distrito de Quillo, provincia de Yungay, Áncash, quien reveló que desde el año 2012 vive en la clandestinidad por las constantes amenazas de muerte.

“El pecado ha sido dejar mi labor sacerdotal, ser alcalde del distrito más pobre del Perú que logré transformar. Estoy reglado, mi teléfono está intervenido. Nunca lo denuncié porque algunos buenos policías de Chimbote me dijeron que el actual coronel jugaba chueco y tenía corazón amarillo”, denunció.

Tardíamente, el presidente Ollanta Humala estuvo en Áncash conversando con personal policial y se comprometió a que en la cuestión policial se independice a esta región de la subregión que comparte con otras regiones, para que un general tome el mando para el departamenteo.

Pidió profundizar las investigaciones para determinar a los culpables, autores materiales e intelectuales de los crímenes que han escandalizado el país y que se proteja a todas las pesonas amenazadas y exhortó también a luchar contra el narcotráfico, “no se puede pensar que Áncash es una zona exenta del tráfico ilícito de drogas”, dijo.