Flores-Aráoz insiste en vender Pentagonito

El ministro de Defensa, Ántero Flores-Aráoz, aclaró esta mañana que sí se venderá un área adyacente del Cuartel General del Ejército de San Borja, más conocido como Pentagonito, y que los recursos obtenidos podrían ser empleados para diversas obras a favor de las Fuerzas Armadas.


El ministro indicó que el terreno que se venderá cuenta con de 16 hectáreas, donde se había improvisado una especie de área de entrenamiento.

“Es algo que no está siendo utilizado, entonces, lo lógico es monetizar lo que no utilizas para que con ese dinero hacer una serie de cosas, como repotenciar los hospitales de las Fuerzas Armadas”, manifestó.

Para sustentar la venta señaló  que no es posible mantener dicho terreno, ubicado en una de las zonas más caras de la ciudad, para hacer entrenamiento físico.

Flores-Aráoz agregó que en  el Pentagonito funcionan las oficinas del Ejército peruano, “y no es un cuartel propiamente dicho, sino que son oficinas administrativas.”

Al ser abordado sobre las críticas a esta venta, de algunos militares en retiro y ex ministros de Defensa, respondió que esa es una decisión del Ejecutivo, y que los oficiales de las Fuerzas Armadas están subordinadas a las decisiones que adopte esa instancia.

Flores-Aráoz añadió que con los recursos obtenidos se podría mejorar la infraestructura hospitalaria.

La pregunta es: si nunca se ha necesitado vender estos valiosos terrenos, ¿por qué ahora se intenta rematarlos, cuando están hambrientas las inmobiliarias, en especial las chilenas?

La actitud de la oposición, que está casi muerta, que ha sido incapaz de organizar siquiera un plantón por la pretensión de vender Collique, sirve a  García como un sondeo para seguir avanzando en sus nefastos atropellos; probablemente cree de que a los políticos no les interesa el patrimonio del Perú sino su patrimonio y sus intereses personales.

Todo parece indicar que estamos ante un nuevo capítulo de "Faenones de Rata Mayor", cuento que ya publicamos a propósito de las pretensiones de rematar el aeródromo de Collique:

"Faenones de Rata Mayor"

Érase una vez unos rataaudios, un peruanito escuchó uno de ellos y decía:

Rata chilena (RCH), Rata Mayor (RM) y Rata de Economía (RE)

RM: —Querida Rata Chilena, te invito a construir en el Perú, ven y haz la ratonera más alta de Lima.

RCH: —Querida Rata Mayor, quisiera, pero tendrías que darme ventajas y la seguridad de ganar rápido.

RM: —¡No por favor, Rata Chilena, no lo dudes, ven apúrate, antes del 2011, te daré lo que pidas, pero me darás lo que pido.

RCH: —¡Po! Ya voy Rata Mayor, prepárame un buen recibimiento.

RM: —Ahora que ya estás invitada en mi Palacio, Rata Chilena, conversemos, ¿qué pides?

RCH: —Quiero que me consigas un terreno de muchas hectáreas para hacer edificios.

RM: —Rata Chilena, tendrás que contentarte con terrenos medianitos nomás porque Lima ya está casi totalmente urbanizada.

RCH: —¡Rata Mayor, mis paisanos de Lan han me han dicho que todavía ustedes tienen escuela de aviación civil, que el Perú ya no la necesita porque para eso están nuestros pilotos chilenos; por eso te pido que me des el aeródromo en Collique! ¡Si no quieres dármelo me largo!

RM: —Pero la gente puede protestar, la oposición también.

RCH: —Yo me encargo de coimar a la oposición para que se calle y no proteste en las calles. ¡Dame Collique!

RM: —Eres exigente Rata Chilena, te lo daré, pero, ¿cómo es?

RCH: —Me lo vendes a doce veces menos de lo que cuesta. Del faenón, mitad para ti mitad para mí. De allí sacaré también un jugoso centro comercial y me sale para la construcción, casi todo gratis Rata Mayor, así me gusta comer en plato lleno sin gastar nada, venderé departamentos que no me costaron nada.

RM: —¡Trato hecho Rata Chilena, eres astuta y bien ratera, me ganaste! Entonces haré que ganes la buena pro entre todos los que se presenten a la licitación. Pero de la venta de los departamentos también me das mi parte.

RCH: —¿Trato hecho? Estás loca Rata Mayor, ya te dije que necesito más, porque si la gente no compra los departamentos estoy fregada invirtiendo en un país extranjero, estaría años y años esperando que la gente compre.

RM: —Pero así está la situación, la gente gana poco.

RCH: —Imbécil, vas a sacar bonos para que la gente se anime, no me importa si el presupuesto de tu país se va al diablo y le recortas a todo el mundo, pero me sacas los bonos, si no, ¡me largo!

RM: —¡No Rata Chilena, no te largues por favor, si no me pongo maniaca y depresiva! A los que se opongan los tildaré de perros del hortelano y terroristas. Sacaré los bonos y llamaré a la Rata de Economía.

RM: —Rata de Economía, me recortas a todos el presupuesto, tengo que atender a la Rata Chilena y reservar presupuesto para bonos.

RE: —Pero...

RM: —No hay peros, las ratas cholas no me importan, me importan mis faenones.

RE: —Sí, pues, Rata Mayor, haré lo que digas.

Así se selló el pacto. Después de la venta de los departamentos y después de muchos faenones, Rata Mayor fuga a París, no quiere departamento, quiere comprar un inmenso château, porque los faenones le han dado para mantener a su familia, hijos, nietos, bisnietos, tataranietos, choznos y cien generaciones más de ratas. FIN.