ana jara 3Desde las cavernas: mujeres deben evitar acosadores con "clavos y agujas" y llama “mañucos” a los degenerados

Lejos de declarar con un lenguaje propio de una autoridad, la ministra de Trabajo Ana Jara está convirtiendo en circo los casos de delitos sexuales contra las mujeres a raíz de la denuncia de la actriz Magaly Solier, quien fue víctima de un frotista.

 Jara causó asombro incitando irresponsablemente a las mujeres a contraatacar con “tijeras, clavos y agujas”. Estos objetos podrían ser arranchados por los degenerados y usados por éstos contra las mujeres afectadas, que serían doblemente víctimas.

Naturalmente los hombres tiene más fuerza que las mujeres y el uso de la fuerza no es lo más recomendable, pues habiendo público, a los gritos o puñetazo de una mujer el acosador temerá ir más allá, lo cual no sería lo mismo si es atacado con un objeto punzante o cortante. Además, podria haber un hombre que sea interpretado erróneamente como degenerado por la aglomeración o por algún movimiento brusco del vehículo y se multiplicarían la violencia.

“Mañucos”

En su estilo chabacano, Jara también banalizó estas agresiones sexuales y calificó de “mañucos” a estos depravados, cuando debería hablar claro. Esto es un delito y deben ser llamados delincuentes.

En el lenguaje coloquial, se dice “mañuco” a un hombre lujurioso, pero no necesariamente es un agresor sexual. Por lo general se habla de "mañucos" en una situación jocosa. Por poco la ministra nos cuenta que estos sujetos son bromistas, payasos o arlequines, con lo cual no contribuye a que se tome en serio estos delitos.

Llama la atención que las ahora presuntas defensoras de la mujer, como ministras o la alcaldesa Susana Villarán, salgan a rasgarse las vestiduras y recién proponer qué hacer tras la denuncia de Solier, cuando su deber era preocuparse de estos delitos desde que asumieron sus cargos, que denotan una acción escasa o nula.

Finalmente, se debería seguir el ejemplo de otras ciudades, donde en horas punta en los servicios de transporte se dividen los vehículos, unos para hombres y otros para mujeres y niños.