Trabajadores estatales marcharon ayer en Lima y diversas ciudades del país, como Arequipa, Huancayo, Chiclayo y otras, exigiendo la derogación de la ley Servir, que viola derechos laborales consagrados por la Constitución y las normas internacionales que el Perú se comprometió a cumplir.
Entre otros abusos, la ley Servir mutila el principal derecho de los sindicatos, aceptado en todo el mundo, que es la negociación de sus remuneraciones, además de atentar contra la estabilidad laboral de los trabajadores, pues en cualquier momento pueden ser despedidos en forma arbitraria.
Los manifestantes s acatan una paralización de 72 horas demandando rectificación del gobierno y del Congreso, pues incluso el Tribunal Constitucional se ha pronunciado declarando inconstitucional esta ley.
La ley Servir es otra más de las aberraciones del gobierno humalista contra los trabajadores, como negar incremento del sueldo mínimo, mientras mantiene a un aparato de incapaces en planillas doradas, gozando injustificadamente de sueldos dos, tres o hasta diez veces mayores que los percibidos por profesionales con carrera.
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