Carmen Omonte 3La ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Carmen Omonte, sin la más mínima emoción social, desconoció la seguridad social de la Sra. María Santos que trabajaba en su domicilio.

 

La señora María Santos, que trabajó desde octubre 2013 hasta diciembre 2014, le solicitó a la Sra. Omonte que la asegure en ESSALUD debido a que estaba embarazada, negándole este derecho.

A raíz de este escándalo la Sra. Omonte ha manifestado que conciliará con la trabajadora.

Al margen de la conciliación, nos llama la atención el comportamiento de la SUNAT, que no interviene de oficio, teniendo en cuenta que existe EVASIÓN TRIBUTARIA, pues la Sra. Santos debió estar inscrita en ESSALUD y en el Sistema Nacional de Pensiones (ONP) o en una Administradora de Fondo de Pensiones (AFP) desde de octubre del 2013. La Evasión Tributaria comprende ambos tributos.

En el Reglamento de la Ley de Trabajadores del Hogar n.° 27986, Decreto Supremo n° 015-2003-TR, se precisa:  

Artículo 10.- Riesgos cubiertos       

Los trabajadores del hogar son considerados afiliados regulares del Seguro Social de Salud siempre que laboren una jornada mínima de cuatro horas diarias. El aporte mínimo  se calculará en base a la remuneración mínima vital. La condición de empleador corresponde a la persona natural a cuyo servicio labora el trabajador del hogar.  

Para los efectos de las aportaciones al Sistema Nacional o al Sistema Privado de Pensiones, la condición de empleador corresponde a la persona natural a cuyo servicio labora el trabajador del hogar. El aporte correspondiente se calculará en base a la remuneración mínima vital.  

La Sra. Carmen Omonte tendrá que pagar los aportes a ESSALUD, las contribuciones a la ONP o a una AFP y las multas respectivas de forma mensual más los intereses del caso.

Otro organismo que no cumple sus funciones es la SUNAFIL, órgano encargado de velar por los derechos de los trabajadores.

Suena contradictorio, pues la Ministra de la Mujer que debe defender los derechos de la mujer, agrede a la mujer.

Por todo lo expuesto, la Sra. Carmen Omonte no merece continuar como Ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, es decir debe renunciar.