Como ya otros políticos y periodistas han comentado, la historia de las relaciones apristas con sujetos implicados en narcotráfico tienen larga data. El Congresista Sergio Tejada recordó que el fundador del Partido Aprista Peruano (APRA), Víctor Raúl Haya de la Torre, vivió en Villa Mercedes, casona donada a su partido por el oscuro personaje Carlos Lamberg.
Los apristas desde el principio estuvieron asociados al hampa y en sus manifestaciones utilizaban a gente de mal vivir para causar terror con pistolas, manoplas, cachiporras, bombardas, habiéndose señalado al Apra responsabilidad en los asesinatos (los más sonados) del presidente Luis Sánchez Cerro, el único magnicidio en el Perú, y otros contra personajes de la prensa, por el sólo hecho de informar la verdad sobre el aprismo, como fue el caso de Francisco Graña Garland, director de La Prensa, o el de la pareja Luis Miró Quesada y su esposa María Laos, de El Comercio.
Por eso fueron perseguidos en su calidad de terroristas, pues también causaron miles de muertes en Trujillo y el Callao, entre sus adversarios y sus propios copartidarios. Cuando era ministro del Interior, en 1948 Manuel Odría ordenó que no quede ni uno vivo de los 1,500 apristas amotinados en el Real Felipe.
Como siempre, después de atizar a sus partidarios a derramar sangre, Haya de la Torre huyó cobardemente a esconderse en la embajada de Colombia en Lima y cuando salió, en lugar de demandar a Odría por las muertes, se abrazó con éste en el vergonzoso pacto de convivencia, por el cual dieron a los apristas los estanquillos, almacenes de víveres, donde la gente tenía que hacer cola desde la madrugada para comprar sal, azúcar, arroz, etc., donde tenían preferencia en la cola los apristas con carné y quienes rehusaban obtenerlo eran marginados en los últimos lugares.
No es de extrañarse que el aprismo esté plagado de corrupción, pues cuando llegaron al poder con Alan García, el hampa aprista y su descendencia exigió favorcitos de puestos y otras prebendas. Tampoco sorprende la carestía de víveres y colas para comprar, leche azúcar y otros artículos de primera necesidad durante el gobierno de García de 1985, pues aprendió de Haya de la Torre.
Sobre el narcotráfico, el Diario Uno informa:
Tremendo historial aprista de "narcovínculos"
El Apra registra un nutrido historial de “narcovinculaciones”
Tejada dijo esperar que la Comisión legislativa que investiga los nexos del narcotráfico con la política, “puede encontrar todas sus ramificaciones y conexiones”.
Sergio Tejada
Las narcovinculaciones de militantes del Partido Aprista no son nada nuevas para esta agrupación política, que tiene en su haber diversos casos emblemáticos en su historial, como son los de Carlos Lamberg Meléndezy el exdiputado Manuel Antonio Del Pomar.
Así lo señaló el expresidente de la Megacomisión legislativa, Sergio Tejada, quien fue claro en manifestar que el Apra, a través de su historia, no ha podido desmarcarse del narcotráfico, ya que -dijo- “ha tenido la presencia de Lamberg, de Del Pomar, quien fue expulsado del Parlamento”.
“Y después aparece la figura de Facundo Chinguel favoreciendo al narcotráfico, junto con el propio expresidente Alan García. Ahora surge Oropeza como un connotado dirigente aprista. Entonces, creo que su situación se complica mucho”, anotó.
Ante esa situación, Tejada dijo esperar que la Comisión legislativa que investiga los nexos del narcotráfico con la política “puede encontrar todas sus ramificaciones y conexiones”.
El parlamentario de Dignidad y Democracia expresó que mientras García no aclare su actuación y las denuncias de presunta vinculación con el narcotráfico, su eventual candidatura presidencial “va a ser sumamente peligrosa”.
“Porque aquí podemos estar rumbo a la constitución de un ‘narcoestado’ y no podemos permitirlo”, remarcó.
EL NARCOTRÁFICO
Del Pomar fue detenido por Interpol durante un viaje a Alemania, en 1988, por intentar cobrar un cheque por 18 mil marcos alemanes de una cuenta del Commerz Bank de Berlín, vinculada a Manuel García Montes, un narcotraficante. En 1993, Del Pomar fue condenado a ocho años de cárcel.
En la década de los 70, Lamberg era un aparente próspero empresario que había hecho dinero de la nada. Creó y dispuso de un diario de bolsillo, el pasquín P.M., desde el cual se dedicó a difamar al segundo gobierno de Fernando Belaunde Terry, en el periodo 1980-1985, y a los dueños de los otros medios de comunicación. Y, más importante aún, tenía estrechos vínculos con hombres claves del Partido Aprista.
Una investigación realizada por el periodista Gustavo Gorriti para la revista Caretas reveló en su momento, que Lamberg había sido detenido en Acapulco, en el año 1980, por un caso de narcotráfico a bordo de un yate en el que se encontraba como pasajero Jorge Idiáquez, exsecretario privado de Víctor Raúl Haya de la Torre, el líder máximo del aprismo.
La referida investigación de Gorriti recuerda que el 2 de enero de 1980, la Policía detuvo un camión Fiat que viajaba de Pucallpa hacia Lima y ocultaba 475 kilos de pasta básica, el cargamento más grande decomisado hasta esa fecha al narcotráfico peruano, valorizado en un millón de dólares de la época.
Los detenidos sindicaron a un empresario, Carlos Lamberg, como el dueño de la droga, y aunque fue detenido, salió libre al poco tiempo.
Carlos Lamberg, evidentemente, no era cualquier persona. Para el mismo año de su detención, Lamberg ya era el financista de la campaña electoral del aprista Armando Villanueva del Campo, la cual incluyó un spot que hacía recordar las propagandas fascistas de los años 30.
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El oscuro empresario Carlos Lamberg —de cuya fortuna se ignoraba el origen—, ya había comprado la casona campestre Villa Mercedes, residencia del fundador del Apra, Víctor Raúl Haya de la Torre, y le costeó hospitalizaciones y tratamientos hasta el momento de su muerte en 1979.
Javier Soto
Diario UNO, 27.04.2015