juan luis cipriani 4El Arzobisapdo de Lima se decidió por la ambición antes que por los valores y en un acto que desprecian los católicos de Lima, desalojó a los libreros que trabajaban desde 1997 en el local del jirón Quilca, en el centro de Lima. El hecho puede ser legal, pero es inmoral y reñido con el espíritu católico, pues el Arzobispado de Lima no se encuentra en la miseria y no rinde cuentas públicas de sus ingresos, como lo hace el Vaticano.

 

El diario La República informa así este sábado:

El jirón Quilca ya no será el rincón de los libreros. Ayer fueron desalojados

El terreno corresponde a la Iglesia Católica y fue dado en alquiler durante el despacho del arzobispo Vargas Alzamora. Los libreros presentaron un opción de compra, pero la propuesta no prosperó.

El actual arzobispado tiene un promisorio proyecto comercial

LIma.-Los libreros firmaron un contrato de arrendamiento con el Arzobispado, en el tiempo del arzobispo Vargas Alzamora. Dijeron también que en el terreno desocupado se planea construir un estacionamiento subterráneo y locales comerciales.

Se cumplió la amenaza. Una gran cantidad de policías se trasladaron ayer al jirón Quilca para desalojar a los vendedores de la Asociación Boulevard de la Cultura Quilca, en el Centro de Lima, los cuales llevaban en el lugar casi 20 años.

Desde el mediodía, los agentes del orden retiraron a los comerciantes del terreno que es reclamado como suyo por el Arzobispado de Lima. Los vendedores no opusieron resistencia, pues debían preservar su mercancía que estaba en cajas y bolsas.

Pasadas las 3 de la tarde, la calle fue cerrada durante varias horas, pues los andamios y otros muebles de los libreros quedaron en medio de la calzada.

“Nos avisaron de este desalojo, pero el proceso no se ha llevado de forma limpia. Espero encontrar otro lugar cercano para vender mis libros y discos. Ojalá sea pronto”, dijo “Don Carlos”, uno de los comerciantes de libros más antiguos.

El Arzobispado de Lima interpuso una demanda de desalojo contra los comerciantes en 2008. Esto luego que venciera el contrato de arrendamiento que tenían desde 1997. Esto fue luego que los vendedores abandonaran los alrededores de la Plaza San Martín.