Enrique Cornejo: faenón de más de $2,668 millones (actualizado)

Durante los primeros años del Gobierno de Alan García se habrían negociado, en dos conocidos mega faenones de la red alanista, alrededor de $667 millones. Equivalente hoy —debido a la inflación— a unos $2,668 millones. La vigencia de estos sancochados es que una pieza clave para realizarlos fue un sujeto que, ahora, se aproxima peligrosamente para las elecciones del 2016: Enrique Cornejo.

Alan García, conocido como el anticristo de la política peruana (1985-1990), regresó impune y fue reelegido. El Chino Fuji —igual de anticristo— sigue en el poder desde su “prisión”. Acá no se trata solo de la mala memoria de los peruanos, es también la lavada de cara que les meten los Grandes Medios. Hoy vemos cómo los GM están levantando peligrosamente a la última estrategia aprista: Cornejo. Dicho de otra forma, lavando la cara al Apra del 2006 al 2011. Sorprende cómo reconocidos periodistas de Lima han manifestado sus preferencias por Cornejo. Se alarman por la falta de memoria de muchos peruanos por el terrorismo… Pero ellos, que están obligados a la buena memoria por su oficio, con Cornejo la perdieron olímpicamente. Acá se la refrescaremos un poco. El “desapristizador” Cornejo, su impromptu electorero no es honesto.

Estos días han publicado varios recordatorios del pasado del “desapristizador”. Sin embargo, hay un blindaje del primer alanismo no muy recordado; relevante porque impuso y estuvo enmarcado con la nueva forma de saquear sistemáticamente nuestros recursos: en el fervor de la globalización y en el aparente crepúsculo de la Guerra Fría que ha devenido en el actual y despiadado neoliberalismo.

La Historia

El “desapristizador” siempre fue el hombre de confianza de Alan, no puede separase de él porque en su unión se mantiene la impunidad.

1. Es conocido el negociado aprista entre el 6 y 8 mayo de 1986: trasladar nuestras reservas internacionales desde el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) al BCCI de Panamá. Se transfirieron $215millones (cifra superior a lo acordado). También hubo un soborno de $3.5millones a los funcionarios apristas Neyra y Figueroa del BCRP. En ese momento uno de los que se sentaban en la dirección del BCRP, es el mismo que ahora quiso sentarse en el sillón municipal de Lima, el oportuno “desapristizador”. Al técnico sobrevaluado de hoy, en aquella época no se le ocurrió “desapristizar” ni ninguna otra estrategia, por el contrario, participó y continuó colaborando para que sigan corriendo los irregulares MILLONES.

Pero como siempre las ‘cuchipandas políticas’ dejan rastros. Según nos cuenta el difunto y decente ex senador Carlos Malpica en su libro Pájaros de Alto Vuelo, ya se sabía cuánto habían recibido Neyra y Figueroa. Faltaba conocer cuánto les tocó y en qué cuentas fueron depositadas a los directores del BCRP, o sea del “desapristizador” de hoy.

Revisando el libro El Caso García del ex diputado y ahora ministro Pedro Cateriano, el 6 de agosto de 1991 se forma en el parlamento la comisión investigadora que vería estos faenones. La presidía Miguel Vega Alvear (Mov. Libertad) e integrada por Alberto Borea (PPC), Oswaldo Lescano (cambio 90) Carlos Malpica (PUM) y Jorge Lozada Stambury (Apra). Mientras esta comisión iba desenmarañando los delitos, en medio de intimidaciones y mañas entorpecedoras apristas, Vega Alvear decide ir a Panamá para investigar in situ, lo acompañó el aprista Lozada Stambury.

Cuando regresaron, Vega Alvear dio a conocer el nombre de quién fue el encargado de sobornar a los funcionarios apristas: Brian Jensen, peruano que trabajó en el BCCI y que servía de nexo con el BCRP. Cerebro de la operación de captaciones. El hilo seguía conduciendo a la madeja.

Joyitas del BCRP
Lo interesante ocurrió cuando Vega Alvear pidió que se ampliara las investigaciones: en 100 bancos de Panamá la posible tenencia de cuentas de los exmiembros del directorio del BCRP, claro, entre ellos el “desapristizador”. Lozada Stambury se opuso a la ampliación, y en medio de discusiones acaloradas y con golpes bajos de los apristas, el Senado acuerda solicitar al fiscal de la nación ampliar las investigaciones. Sin embargo, los apristas aprovecharon una carta enviada por Manuel Moreyra (SODE) a El Comercio (vale decir que el SODE había participado en las listas parlamentarias del PAP en 1985). En la carta, en conclusión, Moreyra aseveraba que Jensen sabía mucho más de lo que declaraba.

Los apristas a gritos se alocaron “por la razón o por la fuerza” y pidieron una nueva investigación. Jorge del Castillo acusó a Vega Alvear, puyas iban y venían, ante el caos aprista tuvo que levantarse la sesión. Finalmente la fiscal Nelly Malarín solo denunció a Brian Jensen por corrupción de funcionarios. Los directores quedaron salvados y algunos con signos de riqueza que antes de 1985 no tenían. ¡Impunidad total! Cualquier semejanza con la anulación de la Megacomisión de Sergio Tejada no es pura coincidencia. Los blindajes en la estrella son moneda corriente. ¿Alguien dijo Peláez Bardales o Ramos Heredia?

Importante: La Comisión investigadora Vega Alvear también obtuvo una constancia de las autoridades panameñas de migración donde se acreditaba que el “desapristizador”, estuvo en Panamá los días exactos en que se realizaba la irregular transacción. ¿Qué hacía el hombre de confianza de Alan esos días en Panamá? Y eso no fue lo único sospechoso en el “desapristizador”: ¿Por qué ingresó a Panamá por México y en un viaje que no DECLARÓ OFICIALMENTE? Algo seguro es que, haya sido mandado o no por Alan a vigilar sus cuchipandas, el “desapristizador” no podía hacerse el sueco, tenía que saber y al detalle sobre estas transacciones irregulares.

2. Otro faenón, ligado al anterior y al bigotón, ocurrió con los Mirage comprados en 1982 a Francia; 14 fueron devueltos y revendidos —bajo la mesa— por Alan en su Gobierno. El BCCI, en París actuó como un brocker en el negocio. El BCRP —del “desapristizador”— intentaba ocultar las reservas de Perú de los acreedores por la medida de Alan de no pagar las deudas; a la vez, actuaba como brazo de Alan, utilizando al BCCI para engañar a bancos de otros países. De haberse vendido lícitamente los aviones que no íbamos a comprar, Perú hubiese ganado no menos de $300 millones. Pero como el interés era otro, Alan ya había hecho contacto con el mundialmente conocido traficante de armas Abderramán El Assir.

Alan y su amigo el traficante

Con El Assir venden los aviones a $37 millones cada uno (precio del mercado de entonces). El negocio de Alan, El Assir, el BCRP y el BCCI estuvo en que cada Mirage le había costado a Perú, varios años antes (con Belaunde Terry), $20’429.000; significa que la diferencia, el negociado de los 14 aviones, fue de más de $230 millones, sin incluir las instalaciones en tierra, repuestos y servicios que serían $222 millones más. Para estos movimientos dinerarios de Perú, mejor dicho de Alan y su cúpula y con el dinero de todos los peruanos, fue clave el BCRP de su hombre de extrema confianza, el “desapristizador” Cornejo. Negocio redondo.

Si sumamos los dos faenones se habrán jugado por lo menos con $667 millones, equivalentes hoy a unos $2,668 millones.

El “desapristizador” (ex Secretario de la Presidencia o sea de Alan) siempre supo de El Assir, tanto así que tuvo que aceptar, ante la comisión investigadora, que el traficante estuvo en Lima el 28 de julio de 1985 como invitado de honor de Alan.

Todas estas investigaciones de 1991-92 fueron trabadas permanentemente por la alianza Apra-Fujimorismo y se fueron al tacho por el Autogolpe del Chino Fuji y la posterior huida de Alan hasta que prescribieran sus delitos.

Alguien que ha traicionado de esa manera a su país (el “desapristizador” o Alan) y después aparezca bailando como idiota para santificarse solo tiene una explicación: sicópata ambición e impunidad total.

Acá puedes ver los delitos impunes de Cornejo con Alan segundo periodo

http://despernado.blogspot.pe/2014/10/enrique-cornejo-faenon-de-mas-de-2668.html