soldados vraemMandatario peruano se refirió a Estados Unidos y a las potencias europeas como parte del problema.

La forma de combatir las drogas está experimentando nuevos esquemas que buscan cambiar el enfoque con que los principales países interesados, en lograr objetivos concretos, vienen trabajando; pero esta vez, el centro de atención ya no estaría puesto en un “prohibicionismo” o la erradicación de la producción de la droga, sino en una propuesta “humanista” basada en políticas que pongan a las personas como raíz del problema.

Hace poco se realizó en Nueva York una Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas (Ungass, por sus siglas en inglés) a pedido expreso de Colombia, México y Guatemala realizado el 2102, donde se analizaron logros, fracasos y se plantearon “nuevos paradigmas” en la lucha contra las drogas.

Uno de los primeros en dar luces de este nuevo paradigma, fue el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, quien propuso cambiar el enfoque, ante el evidente fracaso en la guerra contra las drogas.

“No estoy proponiendo la legalización. Estoy proponiendo que cambiemos el enfoque. Llevamos más de 40 años en esta guerra contra las drogas y no la hemos ganado”, sostuvo el mandatario colombiano.

El presidente de México, Enrique Peña Nieto, coincidió durante su intervención con su par colombiano y afirmó que la guerra contra las drogas basadas en un “prohibicionismo” no ha logrado reducir la producción, el tráfico ni el consumo.

“El esquema basado esencialmente en el prohibicionismo, la llamada guerra contra las drogas, que se inició en los años 70, no ha logrado inhibir la producción, el tráfico ni el consumo”, señaló el presidente mexicano.

El planteamiento con una mayor claridad, fue realizado por el presidente de Guatemala, Jimmy Morales, quien pidió que las políticas contra las drogas pongan “a las personas y no a las sustancias en el centro”, y propuso un enfoque más humano.

A esta cumbre también asistió el mandatario peruano, Ollanta Humala, quien cuestionó la labor de los países que representan la demanda de la cocaína, en especial de los Estados Unidos y potencias de Europa, asimismo sostuvo que existe una responsabilidad compartida, pero no diferenciada, y exigió que los países que tienen plata para pagar drogas hagan su trabajo.

Durante la cita en Nueva York se firmó un acuerdo, bajo el título “Nuestro compromiso conjunto para abordar y contrarrestar eficazmente el problema mundial de las drogas”. Uno de los puntos acordados es “mejorar el acceso para fines médicos y científicos a las sustancias fiscalizadas eliminando de manera adecuada los obstáculos que lo entorpecen, incluidos los relacionados con la legislación”.

En otro de ellos se acuerda “promover políticas, prácticas y directrices proporcionadas en lo que respecta a la imposición de penas a los delitos relacionados con las drogas, de modo que la severidad de las penas sea proporcional a la gravedad de los delitos y que se tengan en cuenta factores tanto atenuantes como agravantes”. La Ungass sirvió para actualizar algunas posiciones, pero la discusión aún tiene un final abierto.