Los chilenos, trabajando a partir de la indefensión e inefectividad militar del Perú, entienden que todo les favorece e imponen la idea de que si el Perú entregó el triángulo terrestre de Tacna sin disparar un tiro, tendría que recuperarlo por la fuerza de las armas, algo irónico cuando sabemos que no ha existido ni existe la capacidad militar real ni la dignidad suficiente para hacer respetar nuestra soberanía ni por tierra ni por mar.
Por esa razón, con un Perú doblegado por la corrupción y la incapacidad militar, Chile ha obligado al Perú a formalizar su dominio mediante un “gabinete binacional” que va a evidenciar una vez más el control político1 de Chile vencedor sobre Perú perdedor (por la voluntad de quienes deberían defender nuestra soberanía territorial). Así el 5 de mayo de este año se promulgó la siguiente resolución, publicada el 8 de mayo en el diario oficial El Peruano:
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Resolución Suprema Lima, 5 de mayo de 2017 CONSIDERANDO: Que, es un objetivo estratégico de la Política Exterior del Perú profundizar los vínculos con los países de la región, con énfasis en los países vecinos; Que, la relación con la República de Chile se basa en intereses compartidos, que es conveniente desarrollar a través de una agenda de trabajo común; Que, asimismo, ambos países se proyectan al mundo a través de espacios de integración, como la Alianza del Pacífico, la UNASUR y el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), buscando potenciar sus capacidades para impulsar el desarrollo social a través del incremento del comercio y la cooperación económica; Que, es de sumo interés de ambos países profundizar las relaciones bilaterales; Que, en ese sentido, en la Declaración Conjunta de la Presidenta de la República de Chile, Michelle Bachelet Jería, y el Presidente de la República del Perú, Pedro Pablo Kuczynski Godard, suscrita en Santiago de Chile el 29 de noviembre de 2016, ambos Jefes de Estado acordaron establecer el mecanismo de Gabinetes Binacionales, presidido por ambos Mandatarios, cuya primera reunión se llevará a cabo en el Perú; Que, en dicho contexto, resulta prioritario declarar de interés nacional el Encuentro Presidencial y I Gabinete Binacional de Ministros Perú-Chile, a realizarse en el departamento del Cusco, el 7 de julio de 2017; así como también sus actividades y eventos conexos que tendrán lugar los días 5 y 6 de julio de 2017; Estando a lo expuesto, y de conformidad con lo establecido en el inciso 8 del artículo 118 de la Constitución Política del Perú; en la Ley N.o 29158 - Ley Orgánica del Poder Ejecutivo; en la Ley N.o 29357 - Ley de Organización y Funciones del Ministerio de Relaciones Exteriores, y el Reglamento de Organización y Funciones del Ministerio de Relaciones Exteriores, aprobado mediante Decreto Supremo N.o 135-2010-RE; SE RESUELVE: Artículo 1.- Declaración de interés nacional Declárese de interés nacional el Encuentro Presidencial y I Gabinete Binacional de Ministros Perú-Chile, a realizarse en el departamento del Cusco, el 7 de julio de 2017; así como también sus actividades y eventos conexos que tendrán lugar los días 5 y 6 de julio de 2017. Artículo 2.- Financiamiento La aplicación de lo dispuesto en la presente norma se financia con cargo al Presupuesto Institucional del Pliego del Ministerio de Relaciones Exteriores, sin demandar recursos adicionales al Tesoro Público y conforme a las disposiciones legales vigentes. Artículo 3.- Refrendo La presente Resolución Suprema será refrendada por el señor Ministro de Estado en el Despacho de Relaciones Exteriores. Regístrese, comuníquese y publíquese. Pedro Pablo Kuczynski Godard Ricardo Luna Mendoza |
Nótese que por el control que ejerce Chile en el Perú colonizado2, el sumiso gobierno peruano, extraño a las fuentes de nuestra historia, interioriza el mandato chileno y considera que formalizar la sumisión a Chile es “de interés nacional”, cuando la triste y corrupta realidad es que estas reuniones —como el humillante “2 + 2” de los militares— se hacen por el interés del enemigo chileno. Tan claro es esto, que en la parte considerativa de la norma el gobierno peruano expresa su servilismo “justificador” de la siguiente manera:
Con Chile tenemos una relación basada en intereses compartidos y somos parte de bloques de integración como Alianza del Pacífico, Unasur y APEC”.
"Interés estratégico" del Perú
Intereses compartidos... ¡Qué bien! Entonces cuando leemos que entre Perú y Chile hay “intereses compartidos”, ¿se refieren al interés de un país perdedor, compartido por el vencedor, que quiere que lo dominen más?, ¿o se refieren al robo chileno del triángulo terrestre…?
Aunque parezca mentira, e interpretando al revés los conceptos de geopolítica y de simple supervivencia y defensa de lo propio, el gobierno de Pedro Kuzcynski, como los anteriores, ha hecho de la sumisión a Chile su guía de conducta, por lo cual —“olvidando” el robo chileno del triángulo terrestre y la corrupta subversión ciudadana en Tacna que ha llevado a que corruptos tacneños representativos pidan la anulación del art. 71 de la Constitución (que protege la integridad de nuestras fronteras)— declara que “profundizar” vínculos con un país como Chile es un “objetivo estratégico”.
Para más señas y para que todo quede claro, la resolución menciona la Alianza del Pacífico, nociva e inútil agrupación que sirve de tapadera para que Chile nos robe nuestra posición geoestratégica. Decimos inútil porque para exportar e importar ventajosamente bastan los acuerdos binacionales o convenios multinacionales ya existentes, no uno que como la Alianza del Pacífico saque al enemigo chileno, a costa de los intereses del Perú, de su predeterminada posición de aislamiento geográfico en el extremo sur del continente.
Los intereses geopolíticos del Perú son excluyentes e incompatibles con los de Chile y viceversa: corresponde al Perú el control absoluto de su posición central en la costa del Pacífico y eso no debe compartirse con nadie, de la misma manera en que, por ejemplo, Turquía no comparte con nadie el control del Estrecho del Bósforo. Una simple mirada del mapa indica que para el comercio internacional el Perú no necesita de Chile (no hay con quien comerciar en el Polo Sur), mientras que para Chile es absolutamente necesario valerse del Perú, razón por la cual se nos pega parasitariamente3 con amenaza de agresión militar o regando dólares a diestra y siniestra.
En estas condiciones, aumentan las ambiciones del enemigo chileno, que mediante la reunión binacional prevista para julio busca afianzar su dominio parasitario del Perú, que ha sido obligado a reconocer que:
—Chile tiene preferencia sobre los agricultores peruanos para apropiarse de la tierra agrícola en el Perú (miles de hectáreas en la irrigación Olmos4, extensas áreas en las provincias limeñas de Huaura y Barranca, en Ica, en Piura, etc.). Para lograr esto, Chile impidió lo normal, esto es, que el Perú, reservando la propiedad de la tierra agrícola solo para los peruanos, la declarase de interés estratégico (con exclusión de extranjeros).
—Chile impone sus intereses para fijar las cuotas de pesca del Perú, con acceso a supervisión militar hasta las islas frente al departamento de Lambayeque5.
—Chile tiene derecho de censurar las actitudes patrióticas de los militares peruanos a través de (aceptadas) invitaciones de viajes a Chile que sirven para anular sentimientos nacionalistas peruanos. Añádanse las tristemente célebres reuniones “2 + 2” mediante las que Chile obtuvo garantía diplomática y militar de que no se iba a tocar el tema del triángulo terrestre ni impedir que en aguas peruanas la marina chilena capturase a su antojo a pescadores peruanos.
—Chile mediante la Alianza del Pacífico tiene el derecho de controlar la posición geoestratégica del Perú, que le sirve para salir de su posición estratégica de encajonamiento con países dispuestos a cobrarle una deuda de sangre.
Esto es lo que está en juego y esperamos que de aquí a julio las estructuras funcionales del estado peruano —poder ejecutivo, fuerza armada, congreso y cancillería— recapaciten y, dejando de lado la corrupción y el miedo, defiendan los intereses del Perú, empezando por la recuperación del triángulo terrestre de Tacna, cuyo prepotente control por parte de Chile constituye una vergüenza para las fuerzas armadas y para todo el Perú, por tolerar cobardemente el agravio.
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Geopolítica ¿Llevan cursos de geopolítica los militares y diplomáticos peruanos? Si es así, ¿qué les enseñan y qué aprenden?, ¿ya saben identificar cuáles son los intereses del Perú que emanan de su propia naturaleza y de la interrelación con países vecinos?, ¿saben o no que el designio explícito de Chile es dominar al Perú militar, política y económicamente? Si los cursos de geopolítica solo forman diplomáticos y militares que no son afirmativos en declarar, promover y defender los intereses del Perú (excluyentes con los de Chile), es mejor que se acabe con ese desperdicio de dinero y lo dediquen a fines que sí sean provechosos |
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1 Leer Cómo Chile controla la política peruana y a los políticos peruanos
2 Chile siempre ha exigido tutelar al estado peruano desde las más altas esferas. Por eso, con anuencia de políticos, militares y diplomáticos, el gobierno de Alejandro Toledo aceptó un controlador chileno (Sebastián Silva) en el palacio de gobierno de Lima, quien se aeguraba de que todo marchase según las órdenes de Santiago. Después, Ollanta Humala tuvo que incluir en su gabinete de ministros a la chilena Carolina Trivelli. Estos dos personajes ya han establecido en los poderes legislativo y ejecutivo una red de traidores a la patria y rateros que apoyan los intereses de Chile. Leer Carolina Trivelli: Chilena por convicción, peruana por ambición y No es descuido, es traición a la patria
4 En otra muestra de la corrupción, los políticos peruanos se coludieron con la podrida Odebrecht permitiendo que se pusiera a los lotes precios inalcanzables para los peruanos, maniobra tramada por Chile y que excluyó a nuestros compatriotas de la propiedad de la tierra agrícola peruana. El izquierdista Movimiento Tierra y Libertad guarda silencio cómplice sobre el tema, pese a que la palabra “Tierra” de su nombre y su orientación política los comprometen a defender al pueblo peruano y no a los chilenos, como sucede en la práctica.
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