Fiorella Molinelli, impulsadora del faenón Chinchero en perjuicio del Perú, fue instalada en la jefatura de Essalud por Pedro Pablo Kuczynski, sin tener experiencia en gestión de servicios de salud y además sin ser médico. Esta nefasta elección ahora deja ver el caos al cual está llevando a esta institución esta señora.
Son muchos los desaciertos de Molinelli, pero el que ahora está causando mucho desasosiego es la instalación de un programa para la atención de los pacientes, pues no se prioriza la calidad del trabajo del médico y la atención al paciente, sino que se trata casi de un culto a la diosa computadora que está alterando la ya precaria calidad de atención a los pacientes en diversos policlínicos.
Esta señora cree que todo es cuestión de instalar un programa que “mida el rendimiento”, como si se tratara de una producción industrial en serie, con lo cual pretenden empujar a los médicos a degradar la calidad de atención a los pacientes, pues hasta el hacer una receta debe pasar por el infausto sistema, que tiene muchos defectos para el tratamiento de datos, y se priorizará la digitación de los datos antes que la atención debida al paciente. Además, ha creado un conflicto con los datos de las historias clínicas existentes antes de la instalación del programa.
¿Cuánto han pagado por el programa? ¿A qué incapaz han contratado?
En primer lugar, el programa es inadecuado y tiene cierta capacidad para centros de salud muy pequeños. Ahora Molinelli lo está imponiendo en policlínicos con mayor complejidad y la situación es insoportable para médicos, personal administrativo y pacientes.
Por ejemplo, la atención que normalmente se realizaba, de 16 a 20 pacientes por día de 08:00 h a 12:00 h, ahora toma ¡dos horas más!, pues el sistema es lento y se cae constantemente.
Es evidente que esta burócrata de escritorio contrató a un programador de pacotilla para desarrollar el sistema, pues un verdadero profesional probaría todas las utilidades de un sistema antes de entregarlo a funcionar a los usuarios, es decir, los médicos.
La situación es tan grave que ya ha habido varios casos de grescas, por ejemplo, a causa de la demora de este pésimo sistema se desató un pugilato horrible en el Policlínico Alcántara, provocado por pacientes que culpaban a los médicos de las demoras, de modo que se agarraron a golpes con los médicos y con la intervención de personal de seguridad para calmar las aguas.
Prepotencia de la burócrata Molinelli y abuso de autoridad
Son muchos los actos de prepotencia de Molinelli, quien llevada por la soberbia y su estruendosa ignorancia en asuntos médicos, no duda en pisotear al personal.
Dándose ínfulas de gran controladora, se presentó por ejemplo en un policlínico y encontró a una doctora sentada dormitando y de inmediato la gritó. La médico le explicó que estaba de amanecida de guardia y que no había a nadie a quien atender y estaba cansada. Y tenía razón porque los médicos de guardia pueden dormitar y cuando se presenta la necesidad los llaman para atender a los pacientes. Pero ni eso sabía la Molinelli, quien molesta por la respuesta de la médico, ordenó que la cambien de puesto, lo cual ejecutaron sus subordinados. ¡Todo un acto de abuso de autoridad y falta de respeto a los médicos!
Otro ejemplo similar: Molinelli llegó con aires de gran señora supervisora y encontró a una doctora escribiendo por Whatsapp. La gritó y le exigió explicaciones. La médico le dijo que como el sistema se cae y no se puede continuar con el trabajo, estaba coordinando por Whatsapp diversos asuntos de trabajo y que así aprovecha el tiempo, porque cada ciertos minutos revisa la pantalla a ver si se restableció el sistema. Furibunda porque no tuvo razón, Molinelli también ordenó que cambien de puesto a esta doctora.
¿Qué espera el presidente Vizcarra para despedir a esta incapaz? Essalud necesita no de un capataz ignorante, sino de un médico con criterio que no cometa estas burradas.
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