Parte de los centros de vacunación continúan en caos tras el escándalo de vacunas nulas contra el coronavirus COVID-19 porque el Ministerio de Salud, Minsa, descuida detalles importantes.
El personal vacunador continúa presentándose sin una identificación visible. Todo vacunador debería tener su nombre adherido a su vestimenta, pero no es así. Seguimos con un ejército de vacunadores anónimos.
La falta de estas identificaciones frustra o complica potenciales denuncias de malas prácticas y esto se ha visto en las denuncias recientes, cuando los perjudicados no supieron indicar el nombre del personal que vacunó.
Con la identificación, el público podría tomar nota o foto para presentar sus quejas con rapidez.
La gestión del Minsa de la pandemia deja mucho que desear. En el caso de la vacunación a lo mencionado se suman los maltratos a personas de edad avanzadas, que reciben información no clara y amanecen haciendo cola para no ser atendidos una ya otra vez.
¿Hasta cuándo?