El expresidente de Bolivia Evo Morales se encuentra en el Perú a propósito de la asunción de mando del presidente electo Pedro Castillo, pero ha llegado con terribles ínfulas y discursos venenosos y delirantes que sólo favorecen al narcotráfico.
Hoja de coca
Como pretexto para promover el cultivo de la hoja de coca argumentó que un estudio dice que tiene propiedades nutritivas. Eso puede ser cierto, pero el poder nutritivo de dichas hojas es muy limitado con posibilidades de ser sólo un componente ínfimo y muy marginal en una dieta saludable.
Además, la hoja de coca para infusión tiene en América Latina y el mundo un mercado demasiado limitado debido a la superior aceptación de otras bebidas como el café, té, o incluso otras hierbas más difundidas como la manzanilla o la hierba luisa.
De modo que no se puede alegremente atizar a los campesinos a lanzarse al cultivo de la coca, porque no podrán colocarla en un mercado destinado al uso legal por su escasa demanda. Ni con promoción y difusión se puede esperar que aumente considerablemente el consumo de esta hoja.
Además, sembrar coca significa, entre otros graves problemas:
- Proveer al narcotráfico
- Destruir la selva
- A su vez, los narcotraficantes contaminan los ríos con sustancias tóxicas que emplean para la producción de clorhidrato de cocaína
- La ocupación de tierras con sembríos de coca priva a la población de tener a su alcance otros productos que sí pueden ser destinados a una alimentación saludable, como el cacao, el café, las frutas y otros.
- El avance de los sembríos de coca afecta a diversas etnias nativas pues los colonos invaden sus tierras y ya algunas comunidades no consumen el pescado debido a la contaminación de los ríos.
Bolivia narcotraficante
Evo Morales llega además con planteamientos que buscan desmilitarizar las zonas cocaleras en la “lucha” contra el narcotráfico y pone de ejemplo a su país, como si hubiese erradicado el narcotráfico.
Si bien es cierto que en el Perú la lucha contra este flagelo es deficiente, lo es por una presunta corrupción e influencia de los cárteles de las drogas pues hasta ahora se ha impedido la instalación de sistemas que eviten la salida de avionetas como lo propuso la Fuerza Aérea.
Pero en Bolivia la situación es grave y es peor que en el Perú. Basta ver que las avionetas de la selva cargadas de clorhidrato de cocaína parten principalmente a Bolivia. ¿De qué se jacta Morales?
No sólo eso, este año la Policía detuvo en el Perú a una peligrosa banda de bolivianos con un monumental cargamento de armas, lo cual además indica que hay corrupción en la frontera terrestre y es una amenaza para la seguridad.
Desmilitarizar a las zonas de narcotráfico sería un favor que se haría a los narcotraficantes así como expulsar a la DEA. La acción de la DEA deja mucho que desear y lo que se debe hacer es darle su lugar como un apoyo del cual se puede recibir asesoría, equipos e instrumental en la lucha contra las drogas, y no como ahora un papel casi de dirección, pues eso corresponde a las fuerzas del orden del Perú.
Morales no es ejemplo de liderazgo. Atizó el culto a la personalidad y no formó cuadros políticos importantes, lo cual llevó a su país a la violencia y la muerte en su ambición por perpetuarse en el poder.
El campo y los indígenas necesitan que se reduzcan las brechas sociales pero Bolivia no es ejemplo. Morales debe regresar a su país y solucionar los graves problemas de narcotráfico antes de dar recetas trasnochadas y grotescas.