Ayer circuló un documento de la Fiscalía en el que dan cuenta de que en Palacio de Gobierno, por orden del presidente Pedro Castillo, se negó el ingreso a fiscales a cargo de una diligencia de investigación en torno al escándalo de presunta corrupción en la adjudicación de compra de biodiésel a una empresa cuyo gerente, tras visitar al mandatario, se alzó dicho contrato con Petroperú por 74 millones de dólares.

 

Palacio

 

El acta fiscal indica que el adjunto provincial Luis Alberto Medina solicitó al encargado de la Oficina de Asesoría Jurídica de Palacio, Julio Ernesto Salas Becerra, que se comunique con el secretario general Carlos Jaico para permitir el acceso para la exhibición voluntaria de documentos.

“Es así que el señor Julio Ernesto Salas Becerra refiere que el secretario general Carlos Ernesto Jaico Carranza le informa que el presidente de la República, Pedro Castillo Terrones, es el que no autoriza el ingreso del personal fiscal a la Oficina de Secretaría del Despacho de la Presidencia”, dice el acta firmada por el fiscal Luis Alberto Medina y de Julio Salas, quienes “firman en señal de conformidad” de lo redactado en el escrito.

Versión de Palacio hoy

Hoy la Secretaría de Comunicación “Estratégica” y Prensa de Palacio niega los hechos detallados en el acta de la diligencia de ayer y aseguran que sí brindaron las facilidades.

“El presidente Pedro Castillo Terrones, tras cumplir una recargada agenda de trabajo y tomar conocimiento de la presencia de los representantes del Ministerio Público en la sede del Ejecutivo, dispuso se otorguen las facilidades correspondientes para que los fiscales cumplan su labor con total apertura. En ningún momento ha dado disposición alguna a efectos de que no se realicen diligencias en algunos ambientes de Palacio de Gobierno”.

El hecho es que los fiscales no pudieron ingresar a la oficina de Secretaría del Despacho de la Presidencia. A las demás instalaciones de Palacio sí podían ingresar. Esto debe ser investigado.

El Presidente de la República debe ser el primero en cumplir las leyes y lo sucedido podría ser obstrucción a la justicia, mientras que la versión de hoy de Palacio podría ser un desesperado maquillaje o mentira más orientada a minimizar los graves hechos denunciados.

¿Qué hace un proveedor del Estado en Palacio o con el Presidente, no le da vergüenza al mandatario y al secretario de Palacio recibirlos? En lugar de recibir a apestosos y cobardes Karelines, chotanos, tacabambinos, proveedores y adulones voraces en una desenfrendada búsqueda de un trabajo o un contrato que no merecen por no ser mejores que la competencia, a la que buscan pisotear con ayuda desleal, ¿por qué Palacio no recibe a los más graneado de la intelectualidad y de los profesionales que buscan el desarrollo del país, el bienestar de la ciudadanía y el cuidado del ambiente?

¿La Contraloría está durmiendo, pues si no es por informes periodísticos no se entera?