Sin lugar a dudas es criticable el hecho de que el ministro de Salud haya promocionado la venta del “agua arracimada”, sin embargo, no es correcto acusarlo de hacerse pasar por ginecólogo pues es práctica generalizada en localidades donde no hay gineco-obstetras o los hay en número escaso, que los médicos generales atiendan a mujeres que lo requieran.
De igual manera, la acusación por cobros indebidos contra el ministro es imputable a los funcionarios administrativos, quienes cobraron a los participantes en un concurso para cubrir plazas sumas irrisorias (10 y 20 soles), que además no fue para ellos, sino para la Red de Salud de Chanchamayo. Eso no sucedería en Lima, pues sobra gente con mejor conocimiento de las normas administrativas.
Tenemos entonces a un médico con cuestionamientos y sin gran especialización, pero peores son los médicos del Colegio Médico del Perú (CMP) y gremios médicos del Minsa y Essalud, así como esos médicos que gustan de aparecer por televisión presumiendo ser eruditos.
Comparación
- Mientras Hernán Condori respaldaba la venta del “agua arracimada”, por lo menos conocía la composición química del producto y no le atribuyó poderes curativos. El producto es simplemente agua que no hace daño a nadie.
- En cambio, los médicos del CMP y los médicos que piden la renuncia de Condori:
- Hablan de lo que no conocen, como las mal llamadas “vacunas” (son terapias génicas experimentales, no vacunas) ARNm (Pfizer y Moderna), pues se sabe generalidades de su composición, pero no detalles porque el lucro está primero que la salud, de modo que eso es secreto y lo será por 75 años. Ocultan además que la supuesta protección contra el COVID-19 de Pfizer dura sólo ¡10 semanas tras la tercera dosis! Además, sólo contó con un cuestionable ensayo (de parte interesada) en humanos y pasó rápidamente al uso generalizado donde continuaron recopilando datos que convenientemente esconden, como las muertes.
- Mientras que estudios y evidencia práctica, especialmente de médicos de Europa advierten de los peligros de los productos ARNm, como riesgo de desarrollar inmunodeficiencia como el sida, males circulatorios asociados a coagulopatías y cardiacos, muerte súbita, aceleración del crecimiento de tumores cancerosos y otros, los acusadores de Condori ocultan esta información al público, pese a que es accesible no sólo a los profesionales de la salud sino al público en general.
- Incluso la propia empresa Pfizer advierte el riesgo de miocarditis con su producto “vacuna” contra el COVID-19, pero la plana mayor del Minsa, el CMP, altos funcionarios de Essalud y gremios médicos toleran que esta información se oculte a la gente que busca vacunarse y no se explique en la hoja de consentimiento “informado” que hacen firmar.
- Estos médicos hicieron la vista gorda con Óscar Ugarte, cuando era parte del “Comando covid”, y no exigieron de palabra ni con plantón, como lo hacen con Condori, que Ugarte deje ese cargo por ser el culpable de firmar la norma que destruyó la competencia en la producción nacional de oxígeno medicinal durante el gobierno de Alan García, para entregarla a un monopolio, lo cual fue causa de numerosas muertes en plena pandemia por la escasez de dicho gas.
- Tampoco exigieron la renuncia de los ministros de Salud o jefes de Essalud de turno por escándalos como la compra por parte de la mafia del Minsa de pruebas covid inservibles, el alquiler oneroso o corrupto de hospitales temporales, la compra y no compra de tomógrafos, la falta de entrega de vestimenta de protección al personal de salud, la contratación de venezolanos ignorantes causantes de mala atención o muerte, entre otros despropósitos en la pandemia.
- Guardaron silencio cómplice cuando la Sunedu discriminó a los médicos peruanos, a quienes cobraba por avalar la competencia médica para trabajar, y con demora, trámite a venezolanos con formación deplorable lo aceleraba y al parecer sin cobro.
- Nunca cuestionaron la creciente desprotección iniciada con el gobierno de Alan García de los pacientes al usarlos como conejillos de indias en ensayos clínicos para transnacionales ni el conflicto de intereses al permitir que sea posible realizar estos ensayos fuera del Minsa o Essalud, pero usando a estas instituciones como coto de caza de pacientes (muchas veces descuidando a los demás pacientes) para ensayos en centros privados con jugososos pagos y menor control de la autoridadde Salud, lo cual normó aprovechando su cargo de ministra de Salud Patricia García, procesada por el escándalo de vacunación.
- Guardan silencio porque parte de ellos han participado directa o indirectamente en ensayos clínicos. Otorongo no come otorongo.
- Nunca exigieron que renuncie un ministro o jefe de Essalud por la no compra de máquinas sumamente necesarias como tomógrafos y otros, pues en otros países exámenes con estos aparatos se realizan el mismo día de la consulta, mientras que en el Perú la espera dura meses mientras enfermedades como el cáncer corroen la vida de los pacientes, de modo que en su desesperación los que pueden acuden a servicios particulares para obtener estos análisis, lo cual alimenta el negocio de mafiosos de la salud mediante la atención o como ocurrió con la tercerización con jugosas ganancias para los contratistas.
- Por pugna entre ellos por servir a las grandes transnacionales, dejaron que mueran más de 600 médicos por COVID-19 al atacar a la ivermectina y a propósito dieron disposiciones desde el Minsa para aplicar dosis bajas para decir que no sirve, cuando todos los médicos que tomaron las dosis correctas se salvaron. Además, se niegan a reconocer que hay numerosos estudios que confirman la eficacia de la ivermectina contra el COVID-19, además de práctica comprobada de los mejores médicos de los Estados Unidos que demuestra el éxito de la ivermectina contra el coronavirus.
- El CMP es una institución que cobra caro la mensualidad a los médicos, que es obligatoria para poder ejercer, pero no brinda servicios acordes a los galenos ni defiende sus intereses, sólo alimentan a una planilla dorada.
- El Minsa obliga a aplicar Pfizer, tal es el compromiso de estos médicos acusadores con las grandes transnacionales, que ninguno protesta, pese a que en países como los EE. UU. el público escoge la marca con la cual le inocularán. Es una burla decir que cumplen con protocolos estrictos, porque no hay sustento para impedir que la gente escoja Sinopharm, que sí es verdadera vacuna, y que tuvo un estudio en el Perú, pese al escándalo de favoritismo. No hay congruencia porque mientras dicen seguir una pauta, de otro lado en parte de los vacunatorios aplican primera, segunda o tercera dosis sólo porque tienen mucho almacenado que está por vencer de AstraZeneca.
- Es peor el silencio de estos médicos por la aplicación de Pfizer a niños, pues no sabemos los efectos futuros en su salud, los cuales son de temer, incluso datos estadísticos revelan que menores incrementan en 50.5 veces el riesgo de morir por cualquier causa. Pero ellos nunca hablarán contra las transnacionales.
Que podría haber otro ministro mejor que Condori es cierto, pero sujetos como los involucrados en todo lo anterior no tienen autoridad moral para censurarlo. Esperemos que Condori corrija las aberraciones de estas mafias o será más de lo mismo.
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