alejandro miro quesada el papelote es incorregible
Alejandro Miro Q.

Resulta tragicómico que el papelote haya alardeado toda la semana con su editorial del domingo 15 como si hubiera salvado al Perú. Es trágico porque se trata de un triste asunto, la usurpación y latrocinio chileno de nuestro territorio, y es cómico, por el autobombo con que El Comercio ha promovido su editorial a los cuatro vientos.

 
 
 
 

Por supuesto que ha impresionado a ciertos desorientados personajes, quienes sin ningún análisis, o con gran desconocimiento, no han reparado en manifestar sus felicitaciones. 

El inefable Alejandro Miro Quesada, hinchado de satisfacción, hasta se presentó en televisión para sentir el soplo de la adulación que insuflaba una solícita conductora, a quien poco faltaba para declarar héroe nacional a El Comercio. 

¿Por qué recién habla? 

Desde hace meses en algunos medios relativamente independientes se hablaba del latrocinio del triángulo del punto de la Concordia, pues esta situación era conocida por el gobierno y por los medios. Pero el papelote hacía oídos sordos siguiendo los mandatos de sus patrones chilenos. 

Al final, ya cuando los nacionalistas se decidieron a viajar a la frontera y el caso saltó a primeras planas, el papelote comenzó a tocar el tema, pero, siempre, siguiendo los dictados de la cancillería chilena, desacreditó la marcha nacionalista con comentarios que presentaban a dichos congresistas y a Humala como personajes que intentaban dañar las buenas relaciones que existen con Chile para aprovechamiento político. Por supuesto que una situación de latrocinio al Perú de parte de Chile es buena relación para ellos.
 
 
 
El otro mandato de la cancillería chilena era levantar la noticia del anuncio de la devolución de libros que los delincuentes chilenos robaron durante la guerra. Este dictado fue seguido fielmente por su corporación. Inclusive el Canal 4 llegó a poner en duda la propiedad del triángulo. 
 
Todo el editorial de El Comercio se ha centrado en los aspectos territoriales, sin vincular la cuestión económica a las relaciones bilaterales, es decir, seguir servilmente el pedido de Chile de tratar esos asuntos por cuerda separada, esto es, no poner los asuntos económicos como condición para resolver los asuntos de carácter territorial, que es un principio dictado por Chile y seguido fielmente por sus yanaconas peruanos que pululan como infecta gusanera en los campos de la diplomacia, el periodismo y la política. 

Es pues ridículo que el papelote se llene de ínfulas con su editorial, cuando ha tenido que hacerlo obligado por las circunstancias. 

 Judas 

 Bien decía Dante que el pecado de Judas, la traición, tiene reservado el lugar de los más espantosos suplicios en lo más profundo del infierno. 

Pero el sabor a felonía no queda allí, pues presenta al traidor Fabián Novak como personaje ilustrado en estos temas y con autoridad para recomendar lo que se debe hacer. Para el papelote Novak es una persona honorable, cuya hoja de vida lo hace acreedor a ser consultor respetable. Está claro, tal para cual, felón con felón.