Miguel Ángel Rodríguez Mackay, jurista internacional en derecho del mar, dijo a LA PRIMERA que Chile podría ser expulsado como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU y de otros organismos.
—¿Se debe mantener la unidad nacional ante el próximo fallo de la Corte de La Haya por el diferendo marítimo con Chile como ha dicho el presidente Ollanta Humala?
—El Jefe del Estado ha lanzado un llamamiento de unidad nacional que será importante no solamente frente al fallo, sino de la unidad frente a todo el proceso consiguiente de implementación después del fallo. Debemos tener un libreto nacional único porque este es un asunto de Estado. El Presidente ha sido acertado al decir en este balance de fin de año mirando con perspectiva de Estado.
—¿Qué deberían hacer Perú y Chile después del 27 de enero, fecha en que se conocerá el fallo de La Haya
—Ambos tienen que dar signos políticos y técnicos para el cabal cumplimiento del fallo cuyo acatamiento será obligatorio una vez leída la sentencia. En consecuencia, se tendrá que activar en Perú y Chile los procedimientos de carácter técnico. La implementación será un trabajo minucioso que supone que cada una de las partes debe de dar por sí misma todo el ímpetu, la buena voluntad y buena fe al proceso ulterior a una sentencia de acuerdo al derecho internacional. Piñera y Humala deben concretar esas voluntades manifestadas. Debe ser un proceso serio y maduro de dos países vecinos y miembros de la comunidad internacional.
—¿Cómo se realizará este proceso de implementación post-Haya?
—El fallo tiene carácter supranacional y eso significa que es superior al derecho interno nacional de Perú y de Chile. Si la norma internacional, en este caso el fallo, contiene algunos elementos que pueden crear una colisión jurídica con el derecho nacional, entonces esa tiene que adecuarse al fallo.
—Sabemos que Chile es integrante del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, ¿si no acata el fallo podría ser separado de esta organismo internacional y de otros?
—Chile es integrante del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas porque toda América Latina tiene una cuota en el consejo como miembro no permanente y por tanto ha recibido la confianza internacional y tiene que responder a esa confianza. Su lugar en el consejo obliga a Chile más todavía a tener una conducta estelar de acatamiento fiel del derecho internacional. Si Chile desacatara el fallo se deslegitimaría del sistema internacional y se podría constituir en el primer paria en el sistema internacional. Desde 1946 en que fue creada la Corte Internacional de Justicia las Naciones Unidas no han tenido ningún fallo declarado rebelde. El Consejo de Seguridad podría actuar a petición del Estado afectado, en este caso el Perú, para aplicar medidas de carácter económico o medidas de carácter coercitivo o de fuerza en caso de ser necesario. Chile podría perder mucho si no acata el fallo, incluso ser expulsado de Unasur y de otros organismos internacionales.
—El expresidente Alan García ha dicho en su twitter que gracias a él se inició la demanda ante la Corte de la Haya. ¿Es un acto de soberbia?
—No hay que aprovecharse políticamente de ninguna etapa del proceso de La Haya, pues es un tema nacional y de Estado donde jugaron importante rol el gobierno de Alejandro Toledo en una etapa inicial, donde se buscó a los especialistas para crear toda la dinámica para sustanciar la controversia y materializar la demanda. El gobierno de Alan García materializa la demanda el 16 de enero del 2008 porque además existía una presión de la propia población. El gobierno de Ollanta Humala siguió esta política manteniendo el equipo, acrecentándolo y mejorando la estrategia en el proceso de alegatos. Aquí no puede haber ninguna titularidad de ninguna parte del proceso porque es un despropósito hacerlo. El fallo alcanzará al Estado peruano y no al gobierno de turno.
SI FALLO ES ADVERSO A MAPOCHOS
Tendrían que modificar Constitución
—¿El fallo de La Haya implica que Perú y Chile deberán concretar un tratado de límites marítimos?
—No es necesario establecer ningún nuevo tratado porque los tratados son acuerdos entre Estados, y entre Perú y Chile no hubo acuerdo para tener un tratado de límites marítimos. La solución a este problema es determinada por un fallo; entonces el fallo está reemplazando técnica y jurídicamente al tratado que nunca hubo porque nunca se pusieron de acuerdo voluntariamente. El fallo tiene ese carácter obligatorio. No existe la posibilidad de ningún tratado sino que los dos Estados deben poner toda su voluntad para ejecutar el contenido del fallo.
—¿Chile tendría que modificar su Constitución Política si el fallo de La Haya le es desfavorable?
—La Constitución de Perú y la de Chile tendrán que supeditarse a la norma jurídica supranacional que es el fallo de la Corte La Haya; y esta adecuación supone la compatibilidad de jure o sea una compatibilidad de derecho, porque el derecho internacional prima sobre el nacional. Si la regla de la norma constitucional de Chile, por ejemplo, señala el paralelo, tendrá que modificar ese artículo y adecuarse al mandato supranacional en la hipótesis de que el fallo sea favorable al Perú. Si el fallo dice que se establecerá una línea media o equidistante entre ambos espacios marítimos, entonces Chile tendrá que adecuarse
DE AMBOS PAÍSES
Ir a la Corte demuestra madurez
—Existiendo una herida abierta entre Perú y Chile después de la Guerra del Pacifico ¿será fácil para Chile ceder parte de un territorio marítimo que equivocadamente considera suyo?
—Los peruanos y chilenos después de la Guerra del Pacífico hemos tenido un momento fragmentario que lapidó los sentimientos colectivos entre Perú y Chile. Desde el momento que hemos asumido ir a la Corte de La Haya lo hacemos porque somos dos estados con madurez. Estoy persuadido que Chile dará cumplimiento cabal del fallo porque así lo ha dicho el Presidente chileno.
—¿Qué perdería Chile con el fallo de La Haya?
—Chile ha materializado por más de 50 años, de facto, de puro hecho, un límite marítimo que nunca fue establecido y ha sostenido que esa área de 65 mil kilómetros cuadrados de zona marítima le ha pertenecido. Con la división que hará La Corte de La Haya, va a sostenerse una recta que disminuirá el área de soberanía marítima de Chile y en consecuencia será menor su capacidad pesquera en esa zona. Chile tendrá la oportunidad, después de esa Guerra del Pacifico, de plantearle al Perú la tesis del sinceramiento y mirar hacia adelante la relación bilateral fomentada en la confianza mutua.
Javier Solís, Redacción
La Primera, Lima, 02-01-2014
Circo de sirvientes de Chile Los que reciben coima de Chile inflan y colorean las imágenes de un posible fallo de la CIJ favorable al Perú, para ocultar tres cosas: a) la capitulación militar peruana que consiente la usurpación chilena de cuatro hectáreas de Tacna y 36 000 km2 de mar; b) la intención de vender electricidad a Chile negando el gas a los peruanos; c) la apropiación por Chile de las mejores tierras agrícolas del Perú. Los ladrones al servicio de Chile tratan de presentar como un triunfo lo que en realidad es un acto administrativo inocuo que tapa graves cobardías y traiciones de políticos, diplomáticos, militares y empresarios. |
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