Es absurdo que tanta gente esté llegando a un estado de gravedad por la infección del coronavirus COVID-19, cuando se tiene las herramientas farmacológicas para evitar que los pacientes lleguen a ese estado, los cuales deberían ser la excepción. No hay camas UCI y escasas camas de cuidados intermedios, mientras las cifras de contagios y muertes continúan en alza.
Llegar en estado grave a un hospital ahora es sinónimo de muerte. Incluso sin gravedad, esperar en el hospital sentado es un riesgo mayor de muerte, pues se trata de una enfermedad que daña el sistema circulatorio y sin camillas aumenta el riesgo de trombosis, por tanto, de muerte.
Si una cama UCI se libera, hay muchos esperando y descartarán a las personas por su edad o su comorbilidad. Las camas UCI seguirán siendo escasas porque cada paciente la usa por largo tiempo en esta pandemia.
Trabajo municipal
El ministerio de Salud ya tiene bastantes problemas en la acción médica. Falta acción de la ciudadanía, como lo ha señalado el Arzobispo de Lima durante el Te Deum. En lugar de gastar en publicidad poco útil y carísima por la televisión, el gobierno central debe recurrir a las municipalidades para un trabajo conjunto.
Los alcaldes con las organizaciones vecinales deben asegurarse de que la gente conozca lo que tiene que hacer hasta en el caserío más lejano. Las normas de prevención ya se conocen y aunque la mayoría respete las normas, siempre habrá irresponsables que propagan el virus.
En esta etapa es importante que la gente sepa bien reconocer los síntomas y recurrir tempranamente a una posta, centro de salud o Punto COVID a los primeros síntomas y no esperar estar al borde de la muerte para requerir atención, pues será muy tarde, al igual que un cáncer terminal.
La creación de los Puntos COVID, aunque tardía, es muy positiva, y su trabajo debe ser reforzado, pues contendrán la afluencia de pacientes a los hospitales y serán el medio de recuperación de los contagiados de forma domiciliaria.
Si no hay prueba de descarte, los médicos tienen otras formas de diagnosticar la enfermedad para iniciar el tratamiento, que debe ser inmediato.
El panorama sigue siendo el mismo: muchos ignoran los síntomas, otros creen en yerbas o la automedicación, o van a buscar una prueba de descarte y si no la hay no quieren ser medicados, cuando, incluso si se consigue la prueba rápida, en caso de ser negativa no hay certeza de no tener la enfermedad debido al margen de error.
El trabajo debe ser respaldado por los alcaldes y organizaciones vecinales
En lugar de regalar el dinero a las emisoras de televisión con mensajes poco útiles, el Estado debe preparar rápidamente promotores que en todas las alcaldías coordinen las estrategias, con mayor razón si el país es tan complejo en su geografía.
Estos promotores pueden ser preparados remotamente y de preferencia deben se residentes en el distrito donde harán su labor. De igual manera, el control de su labor también podría centralizarse remotamente.
¿Dónde ubicar un Punto COVID en Lima?
El Minsa pone a disposición de Lima estos puntos:
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