Viejas reglas para un nuevo mundo en un mercado globalizado
Por Magíster Félix M. Murazzo Carrillo*
Es costumbre escuchar ahora en las noticias propaladas en el contexto mundial, referirse a un “Viejo Mundo”, el mismo que, estaría representado por quienes se les denomina “Países Desarrollados” y que se encuentran presentes y representados en el núcleo de los poderosos Organismos Internacionales ligados umbilicalmente a la variable económica mundial, desde donde se emiten los lineamientos, a los cuales tienen que ceñirse, quienes al no ser del Viejo Mundo, debemos interpretar serian del “Nuevo Mundo”.
Por Magíster Félix M. Murazzo Carrillo*
Es costumbre escuchar ahora en las noticias propaladas en el contexto mundial, referirse a un “Viejo Mundo”, el mismo que, estaría representado por quienes se les denomina “Países Desarrollados” y que se encuentran presentes y representados en el núcleo de los poderosos Organismos Internacionales ligados umbilicalmente a la variable económica mundial, desde donde se emiten los lineamientos, a los cuales tienen que ceñirse, quienes al no ser del Viejo Mundo, debemos interpretar serian del “Nuevo Mundo”.
El Perú estaría conformando este listado de países que se les rotula como tal, que más que un “Nuevo Mundo” constituyen “Nuevos Mercados de Consumo y Proveedores” del Comercio Internacional, propugnados por grandes Grupos de Interés en el orbe, que son los que verdaderamente digitan la economía del mundo, actualmente globalizada y en donde países como el nuestro, se convierten en clientes al constituir el sempiterno mercado cautivo, producto de un esquema en donde su gente con una educación anquilosada por años, eminentemente teórica e improductiva, tanto en las escuelas primarias y secundarias; tras una estación en multiplicadas academias pre universitarias que acusan a la vez que notorias falencias administrativas y académicas también un afán de lucro que se convierte en desmedido y monstruoso, además alentado por la indiferencia gubernamental y su secuela de corrupción, que se reedita a nivel de algunos entes de la educación universitaria; y adicionalmente con una visión acéfala por parte de las diversas Autoridades de Gobierno en el tiempo, lo que ha generado que, ingentes cantidades de personas con “Título Profesional” pero sin habilidades en el pragma de la actividad técnica-que es de donde proviene la productividad-continúen engrosando las huestes de desocupados o subempleados, agravando el mal en el país.
Pero lo descrito no es una casualidad, pues los que simbolizan los grandes intereses del mundo, se aseguran que nuestro país, no deba salirse de ese círculo; pues debe continuar comercializándose las materias primas nacionales, que a la vez que esquilman las riquezas perecibles de nuestra nación-que son cada vez menores-también coadyuva al mantenimiento de ese Status Quo en donde los peruanos somos, irremplazables consumidores de productos transformados por aquéllos que utilizan adecuadamente la tecnología moderna, cuyo uso cuesta aplicar en el Perú.
La Historia Nacional es pródiga de ejemplos de fenómenos naturales que pudieron convertirse en detonadores para el logro de una economía pujante y progresista en el Perú, nos bastaría mencionar hechos como: La comercialización del Guano de la Isla, del Salitre, del Caucho, la Anchoveta, del Petróleo, del Oro, etc.; y recientemente los yacimientos de gas. Entonces nos detenemos a pensar, de qué manera fuimos educados en el tiempo, para que continuemos en la condición graficada por un ilustre personaje Antonio Raimondi cuando hace muchos años, sentenció con la siguiente expresión, nuestra realidad peruana: “El Perú es un mendigo, sentado en un banco de oro”.
Qué nos faltó: ¿Dominio de conocimientos? ¿Experiencia profesional o técnica? ¿Coraje de los gobernantes? ¿Sensibilidad social en las autoridades? ¿Amor a la patria en los peruanos? ¿Visión de desarrollo sostenido, compartido y defendido en el tiempo? ¿Aplicación de una estrategia inteligente y eficaz?
Creemos que es menester hacer una revisión de este crónico problema que condena a nuestra nación y la expone a seguir las pautas transmitidas desde otras latitudes de poder económico, que tienen subsidiarias en el país, que alienan la conciencia nacional gracias a la complacencia de los responsables de los diferentes gobiernos, que uno tras otros se disputan el poder político, sin que ello signifique un real cambio económico, social y cultural de esta penosa realidad, que exige la necesidad de repensar con audacia y creatividad el ámbito educativo, capaz de forjar el nuevo hombre y mujer peruanos, idóneos para liderar esta transformación.
En nuestro querido país, tanto los conciudadanos como sus autoridades, debemos ser conscientes de que tenemos que elevar nuestras capacidades de negociación con el exterior que permitan el logro de resultados concretos, en un mundo de carencias no solamente materiales, sino espirituales y morales; en los que incluso los fenómenos naturales que amenazan al mundo, como el debilitamiento de la Capa de Ozono, el recalentamiento global, el efecto invernadero, los cambios climáticos entre otros, en donde el Perú-que se encuentra entre uno de los países geográficamente más grandes de la tierra-con su amplio territorio de gran bio diversidad constituye una reserva natural para el mundo; así como la existencia de fenómenos sociales como el Tráfico Ilegal de Drogas con su perniciosa secuela para la población mundial-incluidos niños y jóvenes-en donde el Perú es lamentablemente un proveedor internacional permanente; no obstante periódicos decomisos, aprehensión de algunos de los implicados en el delito o incineración de droga decomisada; aspectos mencionados que de ninguna manera se convierten en solución real a esta calamidad social internacionalizada.
Esta situación revela la existencia de factores que deberían al ser seriamente analizados, convertirse en variables insustituibles en el diseño y ejecución de una estrategia nacional, que concilien el interés de los países en desarrollo y el nuestro con una evaluación cierta del costo-beneficio, que eleven potencialmente nuestras tratativas en función a metas y objetivos nacionales que respetadas por los poderosos gobiernos del mundo afectados por dichos fenómenos, tienten con certeza una solución globalizada para frenar este mal; pues la lucha contra las drogas no puede ser unilateral o sesgada, por muchas razones, una de ellas, es que el producto que en grandes cantidades se produce en el Perú hacia un mercado extranjero, generan una grave lesión a seres humanos a través del consumo de drogas; encubren acciones temerarias en el área de la inteligencia y contrainteligencia mundial; así como irreparable daño al medio ambiente y la ecología del planeta Tierra que pertenece a la raza humana sin distinción; y ello nos da un singular protagonismo en la solución de un problema que fue, es y esperamos que no continúe siendo, una real y grave amenaza al igual que un creciente peligro para la humanidad, que debemos evitar, en la medida en que seamos pro activos en este rol que corresponde al Perú de hoy administrar valiente y adecuadamente en función a los sagrados intereses nacionales.
* Teniente General PNP ®
Abogado
Licenciado en Administración
Pero lo descrito no es una casualidad, pues los que simbolizan los grandes intereses del mundo, se aseguran que nuestro país, no deba salirse de ese círculo; pues debe continuar comercializándose las materias primas nacionales, que a la vez que esquilman las riquezas perecibles de nuestra nación-que son cada vez menores-también coadyuva al mantenimiento de ese Status Quo en donde los peruanos somos, irremplazables consumidores de productos transformados por aquéllos que utilizan adecuadamente la tecnología moderna, cuyo uso cuesta aplicar en el Perú.
La Historia Nacional es pródiga de ejemplos de fenómenos naturales que pudieron convertirse en detonadores para el logro de una economía pujante y progresista en el Perú, nos bastaría mencionar hechos como: La comercialización del Guano de la Isla, del Salitre, del Caucho, la Anchoveta, del Petróleo, del Oro, etc.; y recientemente los yacimientos de gas. Entonces nos detenemos a pensar, de qué manera fuimos educados en el tiempo, para que continuemos en la condición graficada por un ilustre personaje Antonio Raimondi cuando hace muchos años, sentenció con la siguiente expresión, nuestra realidad peruana: “El Perú es un mendigo, sentado en un banco de oro”.
Qué nos faltó: ¿Dominio de conocimientos? ¿Experiencia profesional o técnica? ¿Coraje de los gobernantes? ¿Sensibilidad social en las autoridades? ¿Amor a la patria en los peruanos? ¿Visión de desarrollo sostenido, compartido y defendido en el tiempo? ¿Aplicación de una estrategia inteligente y eficaz?
Creemos que es menester hacer una revisión de este crónico problema que condena a nuestra nación y la expone a seguir las pautas transmitidas desde otras latitudes de poder económico, que tienen subsidiarias en el país, que alienan la conciencia nacional gracias a la complacencia de los responsables de los diferentes gobiernos, que uno tras otros se disputan el poder político, sin que ello signifique un real cambio económico, social y cultural de esta penosa realidad, que exige la necesidad de repensar con audacia y creatividad el ámbito educativo, capaz de forjar el nuevo hombre y mujer peruanos, idóneos para liderar esta transformación.
En nuestro querido país, tanto los conciudadanos como sus autoridades, debemos ser conscientes de que tenemos que elevar nuestras capacidades de negociación con el exterior que permitan el logro de resultados concretos, en un mundo de carencias no solamente materiales, sino espirituales y morales; en los que incluso los fenómenos naturales que amenazan al mundo, como el debilitamiento de la Capa de Ozono, el recalentamiento global, el efecto invernadero, los cambios climáticos entre otros, en donde el Perú-que se encuentra entre uno de los países geográficamente más grandes de la tierra-con su amplio territorio de gran bio diversidad constituye una reserva natural para el mundo; así como la existencia de fenómenos sociales como el Tráfico Ilegal de Drogas con su perniciosa secuela para la población mundial-incluidos niños y jóvenes-en donde el Perú es lamentablemente un proveedor internacional permanente; no obstante periódicos decomisos, aprehensión de algunos de los implicados en el delito o incineración de droga decomisada; aspectos mencionados que de ninguna manera se convierten en solución real a esta calamidad social internacionalizada.
Esta situación revela la existencia de factores que deberían al ser seriamente analizados, convertirse en variables insustituibles en el diseño y ejecución de una estrategia nacional, que concilien el interés de los países en desarrollo y el nuestro con una evaluación cierta del costo-beneficio, que eleven potencialmente nuestras tratativas en función a metas y objetivos nacionales que respetadas por los poderosos gobiernos del mundo afectados por dichos fenómenos, tienten con certeza una solución globalizada para frenar este mal; pues la lucha contra las drogas no puede ser unilateral o sesgada, por muchas razones, una de ellas, es que el producto que en grandes cantidades se produce en el Perú hacia un mercado extranjero, generan una grave lesión a seres humanos a través del consumo de drogas; encubren acciones temerarias en el área de la inteligencia y contrainteligencia mundial; así como irreparable daño al medio ambiente y la ecología del planeta Tierra que pertenece a la raza humana sin distinción; y ello nos da un singular protagonismo en la solución de un problema que fue, es y esperamos que no continúe siendo, una real y grave amenaza al igual que un creciente peligro para la humanidad, que debemos evitar, en la medida en que seamos pro activos en este rol que corresponde al Perú de hoy administrar valiente y adecuadamente en función a los sagrados intereses nacionales.
* Teniente General PNP ®
Abogado
Licenciado en Administración