Ministra de Educación maquilló su incapacidad en el Congreso
Por Rocío Ferrel
La ministra de Educación Patricia Salas acudió al Congreso, donde fue citada por los escándalos del incendio, los contratos de sentenciados por terrorismo y el contenido de los textos escolares. Durante su exposición esgrimió argumentos pueriles buscando escapar de su responsabilidad para culpar al gobierno anterior (que inepto sí fue), pero sin parecer darse cuenta de que ya lleva unos ocho meses en su cargo, donde podría haber enfrentado con éxito esos graves problemas.
Como veremos, la ministra parece menos vivaz y activa que la momia Juanita.
Incendio y distribución de libros
Sobre el incendio del depósito que quemó libros y computadoras, trató de disimular la falta de entrega de los materiales, pese a haberse iniciado el año escolar, diciendo que el gobierno anterior mantenía un atraso de 160 días en estos procesos administrativos conducentes a la distribución.
Pero una persona eficiente hubiese realizado un cálculo de la logística disponible y habría llegado a la conclusión de que al ritmo en que se trabaja no se lograría la meta de entregar el material antes del inicio de clases.
Por tanto, si se trataba de falta de recursos, la ministra debió pedir ayuda al Poder Ejecutivo, que habría destinado sus recursos, como camiones y aviones del ejército para cumplir con algo que debe considerarse urgente: que los niños y maestros comiencen el año con sus materiales.
En cambio, la ministra se contentó con los recursos y lentitud de su sector sin pedir ayuda. En lugar de usarse para los niños, por ejemplo hemos visto que el gobierno usó sus aviones para transportar a chilenos varados por el cierre de fronteras por Chile (ver El colmo: Chile es responsable de las minas y el Perú gasta en traslado de chilenos). Así, el transporte de chilenos de Tacna a Chile fue tratado por el gobierno (por inacción de Salas) como una tarea más urgente y de mayor importancia que la distribución oportuna de los materiales de los niños de los lugares más alejados del país, que son los que más sufren la postergación.
Sobre la negligencia de mantener un almacén con millones en materiales sin la debida vigilancia no dio explicaciones coherentes, pese a que se le recordó que hay un agravante, dos incendios recientes en almacenes de su sector, que obligaban a redoblar las inspecciones y acciones del caso. De otro lado, la póliza de seguro al parecer fue contratada por un valor que no cubrirá la pérdida, pues no hay cifras exactas.
Se sospecha que la mafia aprista estaría detrás del incendio y desaparición de materiales. Teniendo poder y conociendo la mancha de corrupción del gobierno anterior, la ministra debió retirar de cargos claves a los anteriores funcionarios para colocar a personal capaz y de su confianza. Pero cediendo a las presiones de la prensa no sólo Salas, sino el gobierno, se precia de no retirar de sus puestos a quienes manejaron evidentemente mal el aparato estatal desde cargos decisivos.
Profesores sentenciados por terrorismo
La ministra minimizó la presencia de profesores con antecedentes por terrorismo y ofreció sólo anuncios de acciones que está emprendiendo tardíamente. Lució su proverbial estrechez mental al decir que no sólo está considerando a sentenciados por terrorismo, sino a los condenados por delitos sexuales.
Esto quiere decir que haber perpetrado todo otro delito da carta blanca para ingresar al magisterio. En esta lógica podríamos tener condenados por secuestro, asalto, estafa, homicidio y otros, cuando todo delincuente sentenciado debería estar inmediatamente descalificado para ser profesor de menores. ¿Cómo un ratero enseñaría sobre honradez y valores? Además, todos sabemos que los sentenciados aprenden muchas aberraciones más en las cárceles.
Contenido peligroso de los textos escolares
Trató de evadir su culpa diciendo que la ley no le da facultades claras para decidir los contenidos de los libros escolares en instituciones privadas. Pero todos sabemos que la ministra fue incapaz de nombrar una oportuna comisión calificada que revise contenidos y esperó que los escándalos salten a la prensa.
En el hipotético caso de que la ley le hubiese negado prohibir contenidos negativos en los textos escolares en colegios privados, ¿acaso no podría haber denunciado estos contenidos a la prensa? ¿No podía haber cursado cartas a todos los colegios privados alertando sobre estos contenidos y solicitando se impida su uso? Con o sin ley todos los padres de familia, la ciudadanía y la prensa la hubiesen aplaudido.
No hay ninguna prohibición, continúan circulando libros con contenidos proterroristas, además de otros que deforman nuestra historia, como los denunciados por el general Roberto Chiabra sobre la guerra en el Cenepa y sobre la historia de la guerra de rapiña que Chile emprendió contra el Perú en 1879 (ver ¡Infamia contra escolares al descubierto! y ¡Lavado cerebral a escolares promovido por Ministerio de Educación!).
Pese a todo, Salas recibió en el hemiciclo la adulación de diversos congresistas oficialistas.
Artículos relacionados
Ministra de Educación: Hasta ahora nada
Feriado largo: Auge de la prostitución, el turismo y la haraganería
Textos escolares: Megafaenón con engaño y daño