Mensaje presidencial mediocre y sombrío para los trabajadores peruanos

ollanta humala 88Por Rocío Ferrel

El presidente Ollanta Humala difundió hoy un mensaje sobre el Día del Trabajo, lleno de vaguedades, mediocridad y desconocimiento de la realidad laboral, que evidencian una intención de no mejorar las condiciones actuales de los trabajadores.

 

Ley General del Trabajo y reciprocidad con Chile

Por ejemplo, nada dijo sobre el infame proyecto de Ley General del Trabajo elaborado por agentes prochilenos que buscan despojar de sus puestos a los peruanos mejor pagados (ver Agentes de Chile maniobran en proyecto de Ley General del Trabajo contra los trabajadores peruanos). Humala parece estar muy contento con precarizar más el trabajo del personal peruano calificado.

En campaña electoral Humala tildó de traición la firma del TLC con Chile, pero a nueve meses de gobierno no se pronuncia sobre la desigualdad que favorece a Chile y perjudica al Perú, no sólo en aspectos económicos, sino laborales. Al no hacer ni decir nada lleva agua para el molino chileno.

Otro caso inaceptable es que  en Chile una empresa peruana no se puede instalar si no contrata un gerente chileno. Pero en el Perú dejamos que Chile tenga empresas  con gerentes chilenos, lo cual perjudica a los trabajadores peruanos que aspiran a puestos mejor remunerados.

En todo el mundo las relaciones comerciales son de reciprocidad, de modo que si Chile prohíbe a las empresas extranjeras instalarse sin gerentes chilenos, debemos hacer lo propio con las empresas chilenas, pero al parecer la corrupción a los funcionarios peruanos impide que vean este abuso.

Niñez explotada

Como si no existiese legislación contra el trabajo infantil, dijo que buscará “aprobarse e implementarse la Estrategia Nacional para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil”. Al parecer sus asesores, en especial su ministro de Trabajo (argentino), no saben que hay abundante legislación peruana contra el trabajo infantil, además de los tratados internacionales suscritos en esta materia.

El trabajo infantil se da en empresas informales inescrupulosas y en las calles. Parece desconocer que el ministerio de Trabajo es incapaz de fiscalizar y sancionar a estos antros de explotación infantil, que además evaden tributos, para lo cual es también incapaz la Sunat, siendo el caso de la Sunat peor, porque tiene amplias facultades para cerrar y embargar, que no las tiene el ministerio de Trabajo (ver Casapalca, “services”, muertes y falta de autoridad).

En cuanto a los niños que trabajan en las calles, nada hace el Inabif (ministerio de la Mujer) que debería recoger a estos pequeños. Antes esta institución recibía un patrimonio millonario que se incautaba a los narcotraficantes, pero sucesivos gobiernos les despojaron, por lo cual debería restablecerse este ingreso para los niños, además de exigir resultados a la Contraloría por el manejo de la Beneficencia Pública a cargo de Susana Villarán, por las denuncias de corrupción y el intento de destinar a un fin comercial el Puericultorio Pérez Araníbar (ver Prensa adicta a Villarán calla sobre atropello contra huérfanos del Puericultorio Pérez Araníbar).
 
Igualdad salarial, descubre la pólvora

El presidente también parece ignorar que la ley peruana, incluso la Constitución, prohíbe pago discriminatorio para un mismo trabajo.   “No podemos seguir aceptando la diferencia salarial de las mujeres en relación a los hombres, cuando se trata de ocupaciones de igual valor”, dijo.

Si dice que no puede seguir aceptando la discriminación a la mujer, entonces ¿qué hace su ministro de Trabajo que no fiscaliza para que se cumpla la ley y se sancione a las empresas infractoras?

Si de discriminación a la mujer se trata, el primero en hacerlo es el Presidente, pues pese a que en campaña electoral prometió tener más del 50% de su gabinete conformado por mujeres, las ministras son sólo tres y una de ellas ni siquiera es mujer peruana, sino una chilena, Carolina Trivelli

Remuneración mínima

Otro punto gaseoso y contradictorio fue el aumento de la remuneración mínima a S/.750, que dijo la ordena  para cumplir su promesa electoral, pero no dio fecha, y el mensaje dado posteriormente por su ministro tampoco, sólo anuncia conversaciones que pueden prolongarse indefinidamente sin acuerdo alguno. Incluso si se diese el aumento sucederán los consabidos despidos y la acostumbrada incapacidad del ministerio de Trabajo para sancionar estas arbitrariedades.

Siendo así, no llama la atención esta clase de mensajes, que reflejan la mediocridad —o la corrupción para servir intereses foráneos— de la gente que nombra el Presidente en el ministerio de Trabajo, que esta semana ofreció el deplorable espectáculo de no acatar el laudo arbitral  para pagar a sus inspectores los beneficios que les corresponde.