¿Atentado contra los bosques de conservación?

Por: Edgar Valdivia Isuiza

Hace algunos días el principal diario loretano La Region denunciaba la depredación de los bosques amazónicos, se planteaba una supuesta complicidad de algunas  autoridades regionales que tienen la responsabilidad de la administración y conservación de los recursos forestales y de fauna silvestre, al justificar la devolución de maderas incautadas con argumentos inauditos, contradictorios y hasta risibles como el que tales recursos se “estaban malogrando y se corría el riesgoso que los infractores denuncien a la autoridad competente”. Pese a lo controvertido del tema, ninguna autoridad dio la importancia que corresponde a la denuncia planteada.

La interrogante de rigor es quien o quienes autorizaron tamaño despropósito de madereros furtivos e ilegales. ¿O es que los bosques amazónicos se han convertido en tierra de nadie por la impericia y la ineficacia de los responsables del Programa Regional de Manejo de Recursos Forestales y de Fauna Silvestre (PRMRFFS) que depende del Gobierno Regional de Loreto? ¿O es que las áreas de conservación de bosques en la región Loreto se ha convertido en apetecibles tortas de los depredadores? Es importante el deslinde.

No olvidemos que desde Enero del 2010 las funciones del Instituto Nacional de Recursos Naturales (EXINRENA) fueron transferidos a varios gobiernos regionales, entre ellos Loreto, una de las razones que esgrimía el Presidente Regional para justificar dicha acelerada transferencia, era que haría posible una mayor transparencia y una mejor administración de los recursos forestales y de fauna, cuando el acceso a diversos informes sobre el tema (V Taller de Diagnostico de los casos de Corrupción en el Sector Forestal y de Fauna Silvestre) nos indican que el remedio planteado está resultando peor que la enfermedad. Se observa que el PRMRFFS está haciendo agua por todos sus flancos.

Ante dicho contexto, en este caso, se sugiere que los agentes locales asuman sus responsabilidades en forma directa en la administración del problema, mediante la constitución de una Autoridad o Patronato Autónomo de Aguas Calientes-Colpa de los Guacamayos, integrada por la Municipalidad Provincial de Ucayali, el Gobierno Regional de Loreto a través de su Gerencia Provincial, el Ministerio de Agricultura, el Ministerio del Ambiente con el Servicio Nacional de Áreas Protegidas, la Universidad Nacional de la Amazonia Peruana, el Instituto de Investigaciones de la Amazonia Peruana, las mismas organizaciones de parceleros asentados en el área, entre otras, para contener el asedio y embate de extractores ilegales, que ante la inexistencia de acciones de control, fiscalización y sanción, apelan a todos los recursos para depredar importantes áreas de conservación.

Dicha Autoridad Autónoma podría gestionar la intervención de la cooperación nacional e internacional para afianzar la conservación, protección y preservación del área, además, establecer mecanismos de inversión para el financiamiento de proyectos de diversa naturaleza de carácter publico o privado, que incidan en la promoción del turismo comunitario, ecológico, aventura o de investigación, que sin afectar la integridad de la biodiversidad sea una fuente de empleo directo o indirecto de las familias contamaninas, que contribuye a la reactivación de la actividad socioeconómica de la jurisdicción.

No olvidemos que Aguas Calientes-Colpa de los Guacamayos es un tema que viene siendo tratado durante muchas décadas, sin que hasta la fecha se hayan formulado planes y programas articulados, viables y ejecutables, que direccionen resultados con propiedad y eficiencia, más bien las buenas intenciones discursivas siempre fue el común denominador.

La propuesta Reserva Municipal Aguas Calientes-Colpa de los Guacamayos, es una extensa paradisiaca área que se encuentra ubicada a 20 Km por vía terrestre de la ciudad de Contamana, capital de la provincia de Ucayali en la región Loreto. Se caracteriza por sus pequeños ríos de aguas termales con contenido sulfuroso, cuyos vapores durante el día y la noche crean microclimas especiales para el hábitat de importantes y hasta desconocidas especies de flora y fauna. El área, además, es hábitat permanente de pericos y guacamayos que se encuentran en proceso de extinción, quienes se alimentan del azufre que abunda en las laderas de los cerros donde se ubican los ríos  de aguas frías y calientes. Sin lugar, un lugar poco común, ubicado en el mismo corazón de la Amazonia del Peru, que todos estamos obligados a cuidar y preservar.