Montesinos y Yanacocha
por Raúl Wiener
Vicepresidente de Newmont le prometió su amistad para toda la vida al asesor Vladimiro Montesinos a cambio de arreglar el voto en la Suprema para quedarse con la mina, la misma por la que hoy se incendia Cajamarca.
Circula en los vericuetos del ciberespacio un documental elaborado nada menos que por el Nueva York Times, sobre la historia de cómo la gigantesca empresa estadounidense Newmont, se apropió del yacimiento de Yanacocha, deshaciéndose de su principal socio, la francesa BRGM, y quedándose con la segunda mina de oro a nivel mundial y la más rentable de los últimos años, junto con su socio y cómplice, la empresa Buenaventura ampliamente conocida en el Perú por la forma como combina política con actividad minera.
El documental hace un repaso de lo que ha logrado conseguir Yanacocha en el transcurso de casi veinte años de operaciones en los que una inversión calculada en 2 mil millones de dólares ha proporcionado una utilidad neta de alrededor de 7 mil millones de dólares. La minera acaba de celebrar el lingote número 19 millones, y cada una de esas barras tiene un valor de 180 mil dólares. Saquen ustedes la cuenta de lo que esto representa. Pero, como advierte el relator, esta es también una trama de acusaciones corrupción y soborno.
El caso comienza en 1994, bajo la presidencia de Alberto Fujimori cuando el Proyecto Yanacocha ya estaba en su fase inicial y los socios de esta notable inversión, la más importante del Perú desde los años 70, cuando se abrió la mina de Cuajone en Moquegua, eran Newmont, BRGM y Buenaventura. La sociedad habría entrado en crisis cuando BRGM quiso vender su participación a un competidor de Newmont (Normandy Group de Australia), y los estadounidenses dijeron que no.
Newmont y Buenaventura hicieron una alianza y denunciaron a su tercer socio ante los tribunales. Muchos miles de millones de dólares estaban en juego así que Newmont decidió instalar en el Perú, al número tres de la empresa, Lawrence (Larry) Kurlander, para encargarse de todo el proceso contra BRGM. Kurlander era un ejecutivo de larga data y había sido procurador legal en los Estados Unidos.
- El gobierno francés se portó inapropiadamente, dice Kurlander al New York Times, elevando el conflicto en Cajamarca a nivel de controversia diplomática entre dos países desarrollados.
El relator explica que esta era la primera vez que Kurlander se animaba a hablar en público sobre el caso.
- De hecho, vi ante mis propios ojos una carta del presidente Jaques Chirac al presidente Fujimori, pidiéndole que intervenga en el caso, apunta Kurlander.
- Entonces, ¿qué hicieron?
- Bueno, tienes dos opciones, puedes quedarte parado y ser arrollado por un tren, o puedes pelear. Yo escogí pelear.
El problema es saber en qué clase de pelea estaba pensando el vicepresidente de Newmont.
La disputa recorrió la Corte Superior del Perú que, anota el reportaje, es “notablemente corrupta”, Kurlander alegó en esta etapa que los franceses habían querido sobornar a políticos peruanos para influir en los jueces.
- ¡Estábamos en desventaja!, insiste Kurlander, nosotros tenemos en EE.UU. el Acta de Prácticas de Corrupción en el Extranjero, que prohíbe a las compañías americanas pagar cualquier tipo de sobornos.
- Es decir, Newmont no pagó ningún soborno, pregunta el New York Times.
- Absolutamente, no.
El papel de los franceses
La historia va entrando en su parte picante. El periodista que hace el reporte afirma: “la embajada francesa en Lima estuvo profundamente envuelta en el caso. Antonie Blanca negó que hubieran pagado sobornos”.
- Entonces, ¿quién pagó sobornos?, pregunta el periodista.
- Pues Newmont, ciertamente, contesta el embajador Blanca.
- ¿Usted cree que Newmont pagó sobornos.
- Yo creo, creo eso. No puedo afirmarlo, pero…
- ¿No puede probarlo?
- …no puedo probarlo.
Kurlander contesta que los franceses no pueden probarlo porque Newmont no lo hizo.
- Lo que queríamos era que el piso estuviera parejo… eso era importante para nosotros. Nosotros sabíamos y confiaba en eso, que ganaríamos con nuestros propios medios, porque si había comportamiento inadecuado no ganaríamos.
Con Montesinos
Pero buscando el piso parejo y a pesar Acta Anticorrupción, el ciudadano estadounidense Larry Kurlander escogió el camino de la salita del SIN y de Vladimiro Montesinos, para ganar el caso. Montesinos era formalmente un asesor del presidente, pero en realidad era el jefe efectivo del Servicio de Inteligencia SIN, y desde esa ubicación intervenía en disputas judiciales, medios de comunicación, ascensos militares, etc.
Era un superpoder y eso lo sabían los que iban a buscarlo. Lo que no sabían era que estaban siendo filmados y que las grabaciones de sus conversaciones y compromisos con el asesor.
Varios videos comprueban que Kurlander se reunión con Vladimiro Montesinos en los cuarteles del SIN en Las Palmas, adonde habían acudido los hermanos Winter, Crousillatt, Schultz, Vera Abad, Genaro y Manuel Delgado Parker, Dionisio Romero, Eugenio Bertini (Banco Wiese), Andrónico Luvsvick (Luchetti), entre muchos otros.
Todos con el mismo argumento:
New York Times: ¿Por qué se reunió con Montesinos?
Larry Kurlander: Por la posición que él ocupaba
NYT: Cuando usted se iba a reunir con Montesinos, antes que usted fuera a verlo, usted debió saber algo de él, quién era él, cuáles eran sus métodos…
LK: Yo escuché dos cosas. Una que el podía ser terriblemente grosero... Dos, que si los franceses debían ser detenidos, él era el único en el Perú que se atrevería a hacerlo.
El diálogo
Montesinos recibió a Kurlander en su sala de muebles marrones en los que sus visitas solían sentirse cómodas antes de empezar conversaciones escabrosas.
Ahora hablan el vicepresidente de Newmont y el asesor principal de Alberto Fujimori:
Larry Kurlander: Tenemos serios problemas aquí, en el Perú, con nuestra empresa y la minera Buenaventura. Entonces he pedido el apoyo de algunos de mis amigos, los cuales pertenecen a una diversidad de comunidades de inteligencia. Lo necesito, especialmente, porque la otra parte está actuando de una forma muy rara. Vladimiro Montesinos (actúa como intérprete la abogada y ex amante del asesor, Grace Riggs Brousseau): Dile que estoy perfectamente al tanto del problema que tiene el señor y las personas que representa […] del lío que tiene en el Poder Judicial. […] …
V. M.: Yo le voy a ayudar en la votación, dile […] Han estado tres a tres, y ha venido Elcira Vásquez y ha votado, pero está pendiente que salga el voto. Pero yo puedo efectuar alguna presión sobre eso.
KL: Ahora usted tiene un amigo de por vida
VM: De igual manera, yo también
KL: Ok, bien, yo quiero un amigo de por vida.
VM: Y bueno, quisiera saber sobre las malas artes que utilizan los franceses. L. K.: ¡Oh! V. M.: ¡La French Connection! L. K.: “¡La French Connection, eso es! L. K. y V. M.: [Risas]
¿Qué clase de amigo?
El periodista de New York Times, lanza la pregunta en la que todos estamos pensando
- Cuando usted dice en la transcripción: “yo quiero un amigo de por vida y el responde usted tiene un amigo…
- No recuerdo eso con precisión. Pero había un contexto alrededor… dónde el dijo que ayudaría y… no estoy seguro sobre la preocupación al respecto, para serte honesto. Pero en esencia eso fue lo que dije.
O sea, mejor dicho, no recuerdo, pero eso fue lo que dije.
Departamento de Estado
La historia se pone más picante. Kurlander no sólo hizo lobby con Montesinos, el New York Times confirma que las gestiones también se dirigieron al Departamento de Estado en Washington. Y el blanco fue puesto en Peter Romero, subsecretario para América Latina que se involucró totalmente en el caso:
- Nuestro papel era decirle al gobierno peruano que queríamos el campo de juego nivelado y hacer que el gobierno peruano sepa que el gobierno de los EEUU estaba vigilando, sostiene Romero, sin un atisbo de vergüenza sobre el papel del gobierno de su país en la defensa de intereses particulares y en los métodos de presión que se utilizan sobre gobiernos de países pobres.
- Usted de hecho llamó a Vladimiro Montesinos, inquiere el New York Times.
- Sí lo hice.
- ¿Cuántas veces llamó?
- Creo que una o dos veces.
- Por teléfono ¿qué clase de persona era Montesinos?
- Aparentaba ser un tipo amable, pareció que tomaba lo que yo le decía como algo importante.
Los franceses aseguran, por su parte, que ellos no negociaron con Montesinos porque creían que era corrupto.
Así el embajador Blanca asegura que para ellos se trataba de un criminal, ya para la época en que Kurlander quería adoptarlo como amigo para toda la vida.
- ¿También cree que era hombre de los estadounidenses?, le pregunta el periodista.
- Trabajó para la CIA. Era hombre de la CIA.
En otro video, el tema de la mina Yanacocha es tratado entre Montesinos y el jefe de la Estación de la CIA en Lima. En ese documento Montesinos declara:
- Nosotros no permitiremos que una empresa extranjera extorsione, chantajee y llegue inclusive al extremo tipo gánster de querer amenazar (se refiere a BRGM).
El desenlace
El documental llega hasta el punto que considera más importante. Es el momento en el que Montesinos recibe, también con filmación escondida al vocal supremo Jaime Beltrán Quiroga y le explica que de la solución del caso Yanacocha, entre Newmont y BRGM, dependía la buena relación con los Estados Unidos, en las negociaciones diplomáticas que siguieron al conflicto del Cenepa.
Una semana después, en mayo de 1998, la Corte Suprema vota para dirimir el caso judicial y Beltrán Quiroga inclina la balanza a favor de Newmont Los franceses son obligados por decisión judicial a perder su participación en la mina y dejarla en manos de la sociedad entre Buenaventura y Newmont que vemos hasta la fecha.
- Usted entiende las implicaciones de usar a Montesinos, que luego se reúne con jueces y usted gana, le pregunta el periodista de New York Times a Kurlander.
- Ni una sola persona pidió sus influencias en el resultado del caso. Ninguna en ningún momento, que sea de mi conocimiento, de nuestro lado, nunca se hizo eso.
También Peter Romero tiene mucho que explicar :
- Pareciera que el gobierno de los EE.UU. fue donde el jefe de la policía secreta, tal vez no le dijo directamente “ve, habla con el Juez”, pero es la forma como él lo interpretó.
- Es increíble como se ha interpretado porque cada uno de los mensajes que nosotros pudimos dar fue para asegurarnos que los jueces eran capaces de decidir en el asunto en cuestión. Si él interpretó como si nosotros quisiéramos una decisión favorable para Newmont, una compañía de EE.UU. eso es lamentable.
- No para Newmont
- No para Newmont, pero para los propósitos de una regla de ley, es lamentable.
Tres años después que el caso fue decidido, Romero dejó el Departamento de Estado, ¿y a dónde creen que fue a trabajar? Inmediatamente fue contratado para trabajar con Newmont.
Kurlander ganó 7 mil millones de dólares y sigue buscando duplicar las cifras. Pero el amigo que consiguió para toda la vida, permanece preso desde hace 10 años.