Ollanta Humala 118Manuel Dammert Ego Aguirre

La reunión convocada por Humala el 9 de febrero, si bien abarcó diversos sectores, excluyó a partidos inscritos y movimientos activos. Fue una reunión que quería construir un escenario y formular una Agenda, para pasar el último año de su gestión, cediendo algo, sin afrontar la crisis nacional.

Su propuesta de diálogo, tiene el formato en el cual habla el Presidente por televisión, se encierra a los participantes invitados, y plantea una agenda improvisada. La unión del Apra, el Fujimorismo y el pulpo mediático del Comercio, sin ir a Palacio, pero en juego en pared, al ser parte del lobismo neoliberal, presionan para obtener mejores posiciones en salvaguardar a los grupos económicos a los cuales representan.

El poder de la ciudadanía marca una nueva agenda nacional, por la Patria Hermosa, reclamando cambios sustantivos en relación al trabajo digno, a la soberanía energética, al enfrentamiento a la corrupción, la seguridad ciudadana y a la reactivación productiva basada en mejorar las condiciones de vida.

Primero, es urgente una reforma que abra el sistema político electoral al 2016, permitiendo la inscripción de nuevos partidos con el 1% del padrón electoral, con elecciones primarias simultáneas para elegir los candidatos, y cortando las corruptelas existentes. En la reunión encerrada de Palacio, había más siglas que partidos reales. El Gobierno y el aprofujimorismo se resisten a esta reforma política democrática. Segundo, es indispensable sancionar los chuponeos, reglajes y otras arbitrariedades del poder. El Gobierno ha anunciado un cese temporal de la DINI, sacando un conejo de la manga pero no resolviendo el grave problema.

Tercero, tanto el Gobierno como el aprofujimorismo, coinciden en mantener el paquetazo económico neoliberal, que descarga la crisis recesiva sobre la vida del pueblo. Es urgente una política reactivadora, basada en mejorar las condiciones de vida y el trabajo, elevando de inmediato el salario mínimo, y aprobando una ley general del trabajo digno con derechos, así como medidas de reactivación productiva descentralizada. Cuarto, el Gobierno ha anunciado que levantará los candados que impuso él mismo a Petroperú, lo que se ha visto obligado ante la crisis energética, pero no plantea soluciones. En marzo presentamos las 60 mil firmas de la Iniciativa Legislativa Ciudadana, que coordino, para afirmar la soberanía energética, rechazar la privatización de Petroperú y sacar adelante los complejos petroquímicos, así como el programa de remediación concordado con los pueblos amazónicos y la adjudicación directa del lote 192 a Petroperú.

El Gobierno ha convocado a continuar su sesión de “diálogo encerrado” dentro de 30 días. Es indispensable y urgente Otro Diálogo, basado en el creciente poder de ciudadanía que reclama una Patria Hermosa, con trabajo digno, vida buena, soberanía nacional y armonía ambiental. El colectivo político, Ciudadanos por el Cambio, que participó en el diálogo encerrado, plantea la urgencia de un diálogo desde la ciudadanía, formula una Plataforma e impulsa esta iniciativa. Es hora de sumar esfuerzos, afirmar y concordar la Agenda para afrontar realmente los inmensos problemas actuales de la crisis nacional.

Diario UNO, 11.02. 2015