Eduardo Abusada
Si veo a Leslie Shaw en la calle seguramente no la reconozco. Hasta hace pocos días no sabía quién era. La farándula peruana me resulta de una estulticia insoportable, de una vileza armada con guión de vodevil barato.
No obstante, dado que las mujeres que en mi casa viven (o yo vivo en la de ellas) son fanáticas de un Sr. Peluchín, me tengo que andar viendo cuando entro a la cocina las menudas noticias del rubro ‘chollywood’. Vi eso de que estaban pasando fotos privadas de la bella Shaw calata —imposible negar su hermosura, por más frívolo que su mundo sea— por celular vía la aplicación ‘wasap’.
A estas alturas, dado que todo en nuestra prensa rosa me resulta prefabricado, no sé si creer si algún cobarde circuló las fotos de marras o es un truco publicitario ‘chollywoodense’. Como fuera, yo también he recibido en mis dos grupos de ‘wasap’ que tengo dichas fotos. Más allá de si es un ardid publicitario o no, también recibo de cuando en cuando fotos de chicas más anónimas. Es más, hace como un mes recibí un video que se hizo viral, en donde una chica ebria (video filmado en la Panamericana Sur, dicen) tenía un caliente encuentro, contra un camión, con un flacucho. La leyenda urbana asegura que la chica se suicidó luego de que tal video esté en miles de celulares de mañosos limeños.
En cualquier caso, dicha moda facilitada por la tecnología, no solo viola la intimidad y los hace cómplices de un delito al circular fotos íntimas, sino que es de una cobardía grave. Me dan pena mis amigos, la verdad, pero qué le voy a hacer, ya son mis patas; y espero no me vean como un infidente. Pero me resulta patético que en los grupos de wasap anden circulando tales fotos y quienes las pasan quieren hacerse ver como estrellas del cine porno, como si fuera eso la cumbre de su desarrollo profesional (lo cual no estaría mal, tampoco). La única verdad es que son unos pobres diablos machistas que tienen que tomarle fotos sin permiso a una chica de sus partes íntimas y tienen un cerebro de monos sexistas. Creí que ya habíamos evolucionado, pero no tienen respeto a las mujeres, a las que cosifican, ven solo como objetos. Pasan esas fotos como trofeos, y olvidan que lo mismo pueden hacer con sus hermanas, esposas, madres, hasta abuelitas (porque hay para todos los gustos).
Como señaló con acierto el regidor Augusto Rey, versión pulpín de Gastón Dupostre —los que tienen más de 32 se acordarán—, ello constituye una agresión sexual y si quieren ver fotos de chicas calatas que han dado su consentimiento, en Internet hay muchas páginas donde pueden encontrar porno muy variado. Les recomiendo una de mis favoritas: www.redtube.com ¡Pasan películas completas… aunque nunca llego al final (ustedes entienden)!
Así que dejen de dárselas de vivazos y compórtense como hombres de verdad, que es respetando a las mujeres. Pues, permitiéndome recordarles la canción de Pimpinela, muchos se creen valientes, pero les tiemblan las piernas cuando una mujer les pide lo que no tienen.
http://plazatomada.com/opinion-ensayos-2/y-tu-mama-tambien